02 Diciembre de 2016 06:30
La buscaron durante casi tres años, pero la esperanza de encontrarla con vida se fue desvaneciendo. Las hipótesis sobre lo que le habría ocurrido eran variadas. Mariela Bortot salió a caminar el 24 de enero de 2014 por la localidad cordobesa de Inriville. Pero nunca más regresó. Luego de la confesión de un convicto, encontraron su cuerpo enterrado en el campo de un ex policía.
La mujer salió a caminar y nunca regresó: la encontraron enterrada.
La confirmación de la identidad del cuerpo encontrado fue notificada por los peritos de la división de Antropología Forense de la Justicia cordobesa. Los especialistas trabajaron sobre los restos de piezas dentales extraídas de un cuerpo hallado hace un par de semanas en un campo. La ficha odontológica de Bortot fue cotejada con las piezas encontradas y coincidió. A su vez, otro elemento que permitió la identificación del cuerpo fue una prótesis correspondiente al hombro derecho igual al que se había colocado Bortot poco tiempo antes de desaparecer.
Este trabajo minucioso se efectuó gracias a la confesión de un convicto, detenido por un delito sexual, en la que implica a un ex policía.
Bordot era madre de dos hijos adolescentes.
LA TRAMA DEL HALLAZGO
Los restos fueron encontrados en un campo situado en las localidades de Monte Buey e Inriville, tras un dato brindado por un jornalero, Juan Ramón Rodríguez, de 38 años, quien cumple una condena de caso de abuso sexual con acceso carnal en la cárcel de Villa María.
Rodríguez, al momento de la desaparición de Bortot, cumplía taras de fumigación en el campo de Jorge Orellano, un ex policía de 58 años. En ese mismo campo, se hallaron los restos Bordot.
Según relató, él vio caminar a la mujer junto a Orellano por el campo y que luego pasó por esa zona y notó tierra removida. Incluso aseguró que alcanzó a ver algo parecido a una mano humana. Lo que aún no trascendió, es el motivo por el cual, Rodríguez mantuvo reservada esta información y se demoró tanto tiempo en determinar el paradero de la víctima.
La víctima tenía 40 años.
Tras su declaración, los policías se trasladaron hasta el mencionado campo para que Rodríguez señalara el sitio exacto al que hacía referencia y asi hallaron los restos de Bortot.
Cómo fue asesinada, dónde, y qué motivó al asesino a terminar con la vida de la mujer son incógnitas que intentan develar las autoridades a cargo de la investigación.
Por la desaparición de la mujer, madre de dos hijos adolescentes, Orellano ya había quedado detenido, pero ante la falta de pruebas había sido liberado. Incluso, había quedado en el centro de la investigación tras ser señalado por vecinos por su obsesión por Bordot. Se pudo verificar que el hombre le enviaba mensajes de texto insistentemente para lograr conquistarla.
