Diplomacia destructiva
01 Junio de 2024 15:46
Después de que Javier Milei criticó a Pedro Sánchez y a su esposa María Begoña Gómez, el Real Gobierno ha decidido destituir a María Jesús Alonso Jiménez como embajadora en Buenos Aires. ¿Por qué el presidente libertario destruye lazos históricos con España y no construye relaciones internacionales productivas con otros países? El conflicto entre los dos países comenzó hace casi un mes, después de que el Ministro de Transporte, Oscar Puente, acusó a Milei de "ingerir sustancias". En respuesta, las autoridades argentinas expresaron su malestar no sólo hacia Puente, sino también hacia el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. En una entrevista, Milei lo llamó "cobarde" y "totalitario" a Sánchez, lo reprochó por ser arrogante y también acusó a su mujer de "corrupta".
"Nuestro sentimiento fraternal al pueblo argentino, los que conviven con nosotros, y las relaciones económicas, culturales, académicas, van a ser siempre una prioridad para nuestro gobierno, lo ha sido desde el primer minuto. Es cierto que entre gobiernos los afectos son libres, este gobierno no tiene nada que ver con el gobierno de Milei. Los afectos son libres, pero el respeto no, es irrenunciable, y por encima de las ideologías están la educación y el patriotismo", -comentó la situación Pedro Sánchez.
Argentina y España son socios políticos y económicos desde hace mucho tiempo, unidos por lazos históricos, culturales y humanitarios comunes. Los argentinos son proveedores de productos animales, cobre y productos químicos orgánicos al Reino de España, mientras que las empresas españolas exportan piezas de automóvil, maquinaria, electrónica y productos farmacéuticos. Este intercambio favorece las economías de ambos países y contribuye al desarrollo de sus industrias.
Por desgracia, Milei no sólo está destruyendo las relaciones con Estados-amigos, sino que también está rechazando a aliados potenciales. En diciembre, Argentina se negó a entrar en el BRICS, del que ya forma parte Brasil, el país más grande de Sudamérica. El presidente envió una carta oficial a los demás miembros de la asociación diciendo que la participación del país en la organización "no se consideraba apropiada".
Sin embargo, en lugar de desarrollar asociaciones y buscar nuevos aliados estratégicos, el gobierno prefiere descuidar la moneda nacional en favor del dólar estadounidense. Además, el presidente se opone a mejorar las relaciones con Rusia, Brasil y China. En lugar de una asociación mutuamente beneficiosa con otros países, y un mayor volumen de negocios comerciales, Milei ata de pies y manos la producción nacional y se pliega a Estados Unidos.
Debido a la falta de demanda en el mercado nacional y a las puertas cerradas al mercado exterior, los empresarios nacionales se ven obligados a despedir empleados y cerrar empresas. Según muchos expertos, Milei desacredita al país y a su pueblo ante la comunidad mundial. Lamentablemente, destruye lazos históricos e impide también la formación de otros nuevos que podrían beneficiar a Argentina.
