26 Noviembre de 2025 08:31
En el intento más evidente hasta ahora por desactivar el escándalo del criptoactivo $LIBRA y contener el daño político para el gobierno argentino, el empresario estadounidense Hayden Mark Davis activó un fideicomiso digital -"The Libra Trust"- apenas minutos antes de una audiencia crucial en el Tribunal Sur de Nueva York. La operación, presentada como un gesto de transparencia, fue leída por especialistas y denunciantes como una estrategia judicial apurada para frenar el congelamiento de fondos que reclamaban los inversores estafados. La movida se apoyó, además, en un mensaje directo: el fideicomiso "opera con total independencia de Hayden Davis y Javier Milei", una frase repetida en el sitio web con la obvia intención de despegar al Presidente del proyecto que él mismo había respaldado públicamente en febrero.

Según informó Hugo Alconada Mon, el sitio se activó instantes antes de que la jueza Jennifer L. Rochon evaluara un pedido urgente de los demandantes para congelar las billeteras donde descansan decenas de millones de dólares obtenidos en febrero. Tras escuchar a las partes, la magistrada rechazó el pedido: consideró insuficiente la prueba sobre el "daño irreparable" y valoró el compromiso de Davis de preservar documentación, junto con el nacimiento del flamante fideicomiso. La audiencia había sido impulsada por el abogado Max Burwick luego de detectar, en días previos, una serie de movimientos acelerados de fondos en las billeteras vinculadas a $LIBRA.
Los querellantes interpretaron esos movimientos como intentos de ofuscar el rastro del dinero. Y no sin motivos. Según el analista de blockchain Fernando Molina, solo el 18 de noviembre se registraron operaciones por 58,5 millones de dólares en USDC convertidos a SOL, además de ventas de casi 1,3 millones de $LIBRA y reclamos de ganancias por 26 millones de dólares. La actividad siguió el 24 de noviembre: una billetera multisig denominada "Milei" movió 9 millones de dólares en SOL hacia otra identificada como "oHtMM". Desde allí, los fondos se fragmentaron en una red de al menos 67 billeteras, dispersándose en una cadena de transferencias para diluir el origen de los activos.
Frente a esa evidencia, Davis se presentó ante la justicia con una explicación: los fondos están siendo movidos para "continuar con el proyecto original de fondear empresas argentinas". De hecho, la web del fideicomiso repite que el token "continúa comercializándose y generando fondos para financiar el Trust". Es, en suma, una reescritura de la narrativa original, ahora acomodada para resistir una demanda colectiva que invoca la ley RICO, utilizada históricamente para perseguir organizaciones criminales. Los denunciantes acusan a Davis y a otros involucrados de montar una "auténtica fábrica de fraude".

El sitio web del fideicomiso repite una premisa: ni Davis ni Milei tienen vínculo alguno con el trust. No explica quién lo administra, dónde reside el fiduciario ni cómo se garantizará que los fondos no vuelvan a manos del empresario. Sin embargo, los abogados de Davis anunciaron que él "ya no está a cargo del dinero" y que "no lo puede mover". El portal, en un giro discursivo llamativo, acusa a "la izquierda política" de torpedear el proyecto y afirma que por eso el síndico no está radicado en Argentina, para evitar supuestas interferencias partidarias. El argumento contrasta con el contenido de la causa judicial y con los movimientos financieros detectados, pero cumple una función: reforzar la desvinculación del Gobierno nacional, que hace meses trabaja en la sombra para contener el impacto del escándalo.

Hace apenas días se dio de baja el sitio "Viva la Libertad Project", utilizado como fachada la noche del lanzamiento. En paralelo, abogados cercanos al oficialismo, según La Nación, intentan negociar con damnificados para evitar un conflicto mayor. La web de "The Libra Trust", desplegada horas antes de la audiencia, habilita a nuevas empresas argentinas a solicitar fondos. A diferencia de febrero, cuando bastaba completar un formulario básico en Google Forms, ahora se pide nombre completo, situación fiscal, dirección física, plan de negocios y una billetera cripto operativa. La sofisticación repentina contrasta con la opacidad sobre quién toma las decisiones finales.
El registro del dominio -adquirido el 24 de agosto- revela que la maniobra no fue improvisada en minutos, sino una pieza planificada desde que la jueza Rochon descongeló parcialmente fondos en agosto. Desde entonces, Davis aceleró movimientos y rearmó su defensa alrededor de un argumento central: el proyecto cayó porque Milei borró el tuit de apoyo. El nuevo fideicomiso intenta revivir esa idea, ahora envuelta en un apoyo a Pymes argentinas. Pero el contexto muestra otra cosa: billeteras en fuga, un trust sin responsables visibles, una causa que investiga posible fraude organizado y un gobierno que busca despegarse de un socio incómodo a nivel global.

