Mientras el genocidio perpetrado por el Estado de Israel contra la población palestina de la Franja de Gaza y Cisjordania continúa, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) le hicieron un sumario a un docente de tercer grado por denunciar lo que ocurre y haber sacado una bandera de Palestina durante el acto del Día del Maestro en la Escuela Normal 5 del barrio de Barracas donde se desempeña.
"No me voy a callar. Vamos a seguir con esta campaña de no al genocidio en Gaza", aseguró el maestro y secretario de Prensa del gremio Ademys, Federico Puy, quien fue amedrentado por las autoridades educativas de la CABA, como la ministra de Educación Mercedes Miguel y hasta el mismísimo jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri. "Lo que este docente realizó durante un acto en una escuela de la Ciudad es inadmisible. En las escuelas de la Ciudad vamos a cuidar a los niños de todo tipo de adoctrinamiento y manipulación", escribió la funcionaria en un posteo de X (ex Twitter).
El mandatario, por su parte, aseveró en la misma red social que "lo que ocurrió en esta escuela es muy grave y el responsable será sancionado con todo el peso de la normativa vigente". Aunque nada de esto hizo retroceder a Puy, quien parece tener muy claro que mantenerse en silencio ante este genocidio es ser cómplice. "Nosotros vamos a seguir poniendo la voz de las infancias palestinas en cada una de las aulas", afirmó en diálogo con BigBang.
"En mi opinión no hablar de Gaza en las escuelas sería como no hablar del holocausto. Yo cuando veo las imágenes de esos niños con las ollas, como Israel utiliza como arma de guerra la hambruna, me hace recordar a los campos de concentración. Yo no me voy a callar por eso", explicó Puy.

En los hechos lo que ocurrió fue que el maestro sacó una bandera palestina y denunció lo que sucede en la región, con la maquinaria genocida israelita dedicada a matar niños y niñas -más de 18 mil hasta el momento-, a derrumbar edificios y convencida de ejecutar un genocidio étnico como paso final de una invasión que comenzó en 1948 y que sólo podrá ser detenida con la solidaridad y la movilización permanente del mundo entero.
Quisiste solidarizarte con la población palestina por el genocidio que sufre y te persiguieron, ¿cómo te encontró el sumario que te realizaron?
- Estoy realmente muy emocionado, con un orgullo muy grande. He recibido luego del ataque de Jorge Macri una inmensa solidaridad que vino desde toda la escuela. Las familias están juntando firmas en mi defensa, las y los docentes, los diferentes delegados sindicales que tiene la escuela. Me han llegado apoyos como el de Adriana Puiggrós, como el de Sergio Olguín, diferentes personalidades políticas, de la cultura, de intelectuales.

Lo único que hice en ese acto escolar en el Día del Maestro, fue utilizar menos de un minuto de ese acto para brindar un homenaje a los niños y niñas asesinadas en Gaza. Se calcula que son más de 20 chicos y chicas asesinados por día. Es el tamaño de un aula promedio en Argentina. Pensemos que esos niños y niñas han perdido a sus familias, muchísimos. Viven en situación de estar mutilados luego de los bombardeos, que han bombardeado sus escuelas.
En el acto hice un pequeño homenaje a las maestras y maestros asesinados en Gaza. A mis compañeros que están en la Flotilla Global Sumud intentando llegar a Palestina y que han sido bombardeados por drones. Y a un ex alumno muy particular que estaba por motivos de trabajo en Qatar y se comunicó rápidamente al escuchar los bombardeos también en aquel país.

Mercedes Miguel señaló que el Reglamento Escolar prohíbe "imponer opiniones personales en temas de religión, sexualidad, género, etnia o política partidaria", ¿considerás que con tu exposición rompiste alguno de estos puntos? ¿Por qué?
- Lo mío es un acto educativo, es un acto pedagógico, no contradice absolutamente ningún punto de ningún tipo de reglamento que se pueda encontrar en el estatuto docente o en el Reglamento Escolar en la CABA. Estamos hablando de describir una situación en el mundo que las familias ven a diario, que los chicos lo ven en la televisión. Muchas familias salieron a apoyarme. Ese acto fue muy aplaudido y hasta una familia se acercó al final del acto a regalarme un pin que tenía sobre la campaña contra el genocidio, ya que no somos pocos los que estamos hablando del genocidio, sino que es un mundo entero.
Un mundo que se ha movilizado en todas partes, con manifestaciones masivas, que ha ocupado universidades, que organiza las flotillas junto con Greta Thunberg. Las actrices y actores de Hollywood se han plantado y han dicho "no al genocidio en Gaza". Este genocidio es condenado incluso por organismos internacionales, por presidentes de diferentes países. Yo lo único que hice es un acto humanitario, una pedagogía humanitaria, una educación basada en derechos humanos.

El gobierno quiere perseguirme, quiere abrirme un proceso de sumario por adoctrinamiento. Ya estamos con la campaña, la junta de firmas, con los abogados del sindicato, Ademys. Otros sindicatos también se han puesto de imposición y se han pronunciado, como la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) y la Central de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA).

