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No, pero sí

Francos, entre la negación y la evidencia: rechazó que exista una "crisis institucional", pero afirma que hay una "crisis política"

El jefe de Gabinete busca blindar al Presidente antes de que se lo devore la interna libertaria.

17 Julio de 2025 12:02
Guillermo Francos
Guillermo Francos

Apenas 24 horas separan una declaración de otra. Pero en ese corto lapso, el jefe de Gabinete Guillermo Francos protagonizó una evidente contradicción que pone al descubierto el caos interno que atraviesa el gobierno libertario. "No hay ninguna crisis institucional porque tanto el Presidente como la Vice cumplen su rol. En todo caso, hay una crisis política", sostuvo en diálogo con Nelson Castro por Radio Rivadavia. Sin embargo, apenas un día antes había admitido en otro medio que lo que vive hoy el Ejecutivo "sin duda es una crisis política dentro del Gobierno", con un "desentendimiento" explícito entre Javier Milei y su vice, Victoria Villarruel.

Victoria Villarruel
Victoria Villarruel

La pelea en lo más alto del poder quedó en evidencia tras la sesión del Senado que aprobó proyectos clave para la sociedad: un nuevo esquema de movilidad jubilatoria, la extensión de la moratoria previsional y la declaración de la emergencia en discapacidad. Pero en lugar de celebrar avances institucionales que alivien la situación de los sectores más vulnerables, desde Casa Rosada se enfocaron en cargar las responsabilidades contra Villarruel, quien habilitó el debate parlamentario. Francos fue uno de los primeros en marcar la línea oficial: "Algunos dicen que la vicepresidenta podía haber hecho más, podía no haber abierto la sesión". 

Y aunque intentó relativizar sus dichos diciendo que "son temas opinables", no dudó en señalar que "ese fue el motivo por el que el presidente tuvo su reacción", justificando la furia desatada de Milei. En las horas siguientes, esa reacción del mandatario tomó un tono mucho más drástico: reposteó publicaciones que calificaban a Villarruel de "traidora", "demagoga" y "bruta en términos económicos". Las agresiones provinieron no solo de militantes libertarios, sino también de funcionarios como Santiago Oría -director de Realizaciones Audiovisuales de la Presidencia- y medios afines como La Derecha Diario y PanAm Post.

Mientras tanto, Villarruel no se quedó callada. Desde sus redes sociales, dejó en claro su desacuerdo con la política de ajuste fiscal sin matices: "Un jubilado no puede esperar y una discapacitada, menos. Que ahorre en viajes y en la SIDE y listo", escribió, en respuesta al argumento oficial sobre el equilibrio fiscal. Y fue más allá: "¿Un presidente que no puede ni saludar a la persona con la que llegó al poder? Hacele el reclamo a él, que yo la educación no la pierdo nunca". La vicepresidenta también apuntó contra las formas autoritarias del Presidente: "Cuando el presidente decida hablar y comportarse adultamente, podré saber cuáles son sus políticas, dado que no habla". 

Javier Milei
Javier Milei

Incluso se permitió el derecho a marcarle el rumbo: "El presidente no debe traicionar lo que dijo porque, si lo hace, los demás debemos marcárselo". La crisis, entonces, ya no es solo política. Es institucional, aunque Francos se empeñe en negarlo. Porque cuando el jefe de Gabinete reconoce un "desentendimiento" entre el Presidente y la Vicepresidenta y 24 horas después lo niega, el mensaje que emite el Poder Ejecutivo es de inestabilidad, improvisación y falta total de cohesión interna.  

Francos sostuvo en Rivadavia que ya están "en el tema del desacuerdo que generó la aprobación en el senado de las leyes que impactan en el equilibrio fiscal, y el presidente expresó con claridad que no se toque un céntimo de él, por lo que va a vetar todo lo necesario para impedirlo". "Analizando el estado de la opinión pública, puede ser que algunos hablen de la forma del presidente, pero la aceptación que hay de alguien que se atrevió a romper con las superestructuras es mucha", indicó.

Karina y Javier Milei junto a Guillermo Francos
Karina y Javier Milei junto a Guillermo Francos

En su afán por blindar a Milei, Francos se contradice y deja al descubierto las fracturas irreparables de un gobierno que prometió orden y terminó devorado por su propia interna. Mientras tanto, el país sigue esperando que, al menos una vez, la prioridad deje de ser la guerra de egos y pase a ser la gente.

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