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El modelo libertario

La senadora libertaria que negó el derecho de los niños a atenderse en el Garrahan redobló la apuesta: "¡Mala leche!"

La cordobesa Carmen Álvarez Rivero puso en duda la atención igualitaria en el hospital pediátrico.

20 Agosto de 2025 10:39
Carmen Álvarez Rivero
Carmen Álvarez Rivero

La sesión en la Cámara alta que debía centrarse en la emergencia pediátrica derivó en un escándalo luego de que la senadora del Frente Pro Libertad por Córdoba, Carmen Álvarez Rivero, negara la existencia de un derecho universal de los niños argentinos a recibir atención médica en el Hospital Garrahan, uno de los centros de salud pediátrica más prestigiosos del país. "Quiero hacer un aporte: yo no creo que los niños argentinos tengan derecho a venir al Garrahan a ser curados. Ese derecho yo no lo conozco en ningún lado", lanzó la legisladora, en un discurso que desató un inmediato y masivo repudio.

El descargo de la senadora del Frente Pro Libertad por Córdoba, Carmen Álvarez Rivero
El descargo de la senadora del Frente Pro Libertad por Córdoba, Carmen Álvarez Rivero

Álvarez Rivero, lejos de rectificarse, defendió luego su postura en redes sociales. En un descargo publicado en su cuenta de X, acusó a la oposición y a sus críticos de manipular sus palabras: "Qué mala leche levantar sólo un pedazo de mi exposición hoy en el Senado. Se ve que están con miedo a perder en las próximas elecciones". En el mismo posteo, la senadora volvió a cuestionar el financiamiento del Garrahan y lo contrapuso con los gastos de su provincia: "En Córdoba también atendemos a personas de todo el país ¡y no nos dan fondos federales! No hay un derecho nacional que determine que cualquier chico puede ser atendido en el Garraham". 

Y agregó: "Si lo hubiera, deberíamos plantear los fondos para garantizarlo. Pero no es el caso. Entonces, si le van a dar al Garrahan, que le den a Córdoba". El eje central del planteo de Álvarez Rivero fue económico y político: insistió en que la salud es competencia provincial, incluso en casos de alta complejidad, y que no deberían existir fondos nacionales que favorezcan a un solo hospital. "Discutamos el sistema de salud en su conjunto, porque lo destruyeron en los últimos 20 años", reclamó a través de sus redes sociales, en sintonía con el discurso oficialista que atribuye todos los males al "populismo". 

No obstante, sus palabras tuvieron un efecto boomerang: abrir la puerta a la idea de que un niño del interior del país no tendría garantizado el acceso al hospital pediátrico de referencia nacional fue leído como un retroceso en materia de derechos básicos. En su intervención, la senadora cordobesa también pidió avanzar en una reforma tributaria "para que el que gana poco pague poco y el que gana mucho pague mucho". Además, aprovechó el debate para reclamar la jerarquización de la Academia de Ciencias Médicas de Córdoba: "Necesitamos que tenga rango nacional, y yo no pido ni un peso. Eso habilita a profesionalizarse internacionalmente".

Lejos de limitarse a un comentario aislado, el planteo de Álvarez Rivero dejó al descubierto el modelo de salud que defiende el oficialismo libertario: descentralizar responsabilidades, evitar la asignación de fondos federales y condicionar el acceso a la atención en nombre de las competencias provinciales. El Garrahan, símbolo de la salud pública y de la atención gratuita de alta complejidad a miles de chicos de todo el país, quedó así convertido en el blanco de un discurso que relativiza su carácter nacional. Y lo que debía ser un debate sobre la emergencia pediátrica terminó dejando al descubierto una política dispuesta a cuestionar derechos elementales.

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