20 Agosto de 2025 08:26
La reunión conjunta de comisiones en el Senado que debía avanzar en el debate sobre la Ley de Emergencia Pediátrica terminó en un escándalo. Desde el Salón Illia, la senadora cordobesa del PRO, Carmen Álvarez Rivero, aseguró: "No creo que los niños argentinos tengan derechos a venir a Garrahan a ser curados. Ese derecho no lo conozco en ningún lado". La frase, pronunciada mientras se discutía el destino de fondos para hospitales de alta complejidad infantil, despertó un inmediato repudio dentro y fuera del Congreso. Álvarez Rivero había argumentado que "la salud es de competencia provincial".
En ese sentido, cuestionó que un hospital financiado con fondos nacionales atienda a pacientes de todo el país. "Me gustaría que se asignaran también más recursos a Córdoba cuando atendemos a personas de otra jurisdicción. Eso recae sobre las espaldas de los cordobeses", dijo, antes de apuntar contra la centralidad del Garrahan: "La salud privada y la salud pública cordobesa atienden a mucha población de otras provincias. Se debe a que la Argentina está pobre".
El rechazo fue inmediato. La senadora catamarqueña Lucía Corpacci respondió que "todos los niños tienen derecho al acceso a la salud", mientras que su compañera de bancada Guadalupe Tagliaferri (PRO-CABA) le recordó que "la Constitución y la Convención Internacional de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes" garantizan ese derecho de manera universal. Uno de los más duros fue Martín Lousteau (UCR), quien calificó las declaraciones de "un nivel de violencia inusitado".
Y agregó: "Un país es injusto cuando lo que uno tiene a disposición depende del lugar en que uno nace. Que alguien diga que los niños en la Argentina, cuando tienen una patología grave, no tienen derecho a ser atendidos en el Garrahan da idea de cuán proclive a la injusticia es la cabeza de una persona". Frente a la ola de repudios, Álvarez Rivero intentó aclarar sus palabras: "Me parece que fui malinterpretada. Los chicos que se operan en el Garrahan no tienen nada que ver en esta discusión, por supuesto".

Sin embargo, insistió en su planteo: "Si la competencia de la salud es provincial, que haya un hospital pago por todos... hay que decir la verdad: ¿a quién le proveen más servicio? A la población de Ciudad de Buenos Aires y de AMBA". Mientras en el Senado se multiplicaban los cruces, la situación del Hospital Garrahan sigue siendo crítica. La Asociación de Profesionales y Técnicos (APyT) advirtió que los recortes presupuestarios del Gobierno Nacional y la falta de respuestas salariales están vaciando áreas clave.
Según explicaron, esto ya provocó la renuncia de decenas de especialistas dentro del establecimiento. "Si el Senado aprueba la Emergencia Pediátrica y el presidente la decide vetar, va a cometer un error garrafal y vamos a preparar una respuesta contundente ante semejante atropello. El hospital de los chicos, el Garrahan, no se veta, y el rechazo al veto debe ser causa nacional", advirtió Norma Lezana, secretaria general del gremio.
La ley que busca declarar la emergencia sanitaria pediátrica ya cuenta con media sanción de Diputados, donde obtuvo más de dos tercios de los votos, y podría votarse esta semana en la Cámara alta. El gremio adelantó que realizará un paro el jueves 21, día previsto para la sesión, y otro el 28 de agosto, en articulación con universidades, el CONICET, el INTI, el INTA y otros organismos públicos que también sufren recortes.

Según una encuesta de la consultora Zuban Córdoba, el hospital cuenta con el 95% de apoyo social en su defensa. Ese respaldo quedó en evidencia el domingo pasado, cuando miles de familias celebraron el Día de las Infancias con un "festivalazo por el Garrahan y las infancias" en Parque Lezama, donde además se recibieron donaciones para pacientes internados. "La salud de las infancias no se negocia. El Garrahan se convirtió en una causa nacional porque para la mayoría de los niños atendidos allí no existe otra opción", remarcó Lezana.

