30 Octubre de 2025 09:39
El vínculo entre el Tesoro de Estados Unidos y el gobierno de Javier Milei sumó un nuevo capítulo, esta vez con un tinte abiertamente financiero. Un informe de la consultora 1816 reveló que los pesos adquiridos por la administración de Scott Bessent antes de las elecciones podrían haber sido canalizados hacia letras emitidas por el Banco Central de la República Argentina (BCRA). La operación, que alcanzaría el equivalente a 2.100 millones de dólares, habría sido clave para sostener artificialmente la estabilidad cambiaria en los días previos a los comicios legislativos llevados adelante el 26 de octubre.

Según el documento, al comparar los datos oficiales del Balance Semanal del BCRA con los stocks de las Letras U$S linked -LEGAR y LEMIN-, se detectaron fuertes inconsistencias que comenzaron justo después de que Bessent anunciara la primera intervención del Tesoro estadounidense en el peso argentino. Al jueves 23 de octubre, el total de letras en pesos del BCRA ascendía a $3,05 billones, mientras que el stock conjunto de LEGAR y LEMIN sumaba apenas $293 mil millones.
La diferencia - de unos $2,75 billones, equivalentes a U$S 1.855 millones- coincide exactamente con los fondos que el Tesoro norteamericano mantenía depositados en el Central bajo la línea "Otros pasivos" del Informe Monetario Diario. "Todos los números cierran con lo estimado: Bessent habría comprado pesos por alrededor de u$s2.100 millones antes de las elecciones", concluye el informe.
Lo más llamativo es que ese mismo día el BCRA no realizó operaciones de simultáneas ni repos, lo que refuerza la hipótesis de que el monto correspondía íntegramente a fondos estadounidenses. La consultora también observó que el último dato de "Otros pasivos" en pesos mostró un leve incremento el lunes posterior a las elecciones, lo que permite descartar que las letras en manos del Tesoro norteamericano estén vinculadas al dólar. Si así fuera, su valor habría caído tras la baja del tipo de cambio oficial.
La conclusión de 1816 fue contundente: salvo que Estados Unidos tenga Letras del BCRA de tipo dual, el éxito del "trade" de Bessent depende de la continuidad del esquema de bandas cambiarias impuesto por el equipo económico de Luis Caputo y Santiago Bausili. Lo cierto es que el mercado reaccionó con creciente inquietud ante la falta de transparencia de la operación. Analistas advirtieron que se registró una suba fuerte en el stock de letras emitidas en moneda nacional (U$S 2,082 millones).
En principio no se trataría de dollar-linked, ya que en el pdf figuran como letras de liquidez. Que no estén atadas al tipo de cambio, lleva cierta tranquilidad, porque indicaría que el Tesoro de EE.UU. no se cubrió de una eventual devaluación. Sin embargo, otros economistas sostienen que la tranquilidad es relativa debido a la falta de información sobre la duration y la tasa de ese instrumento colocado. Los intereses, al ser un Pasivo Remunerado del BCRA, se pagan con emisión monetaria.

En otras palabras, la operación implicaría mayor presión inflacionaria en el mediano plazo, mientras el gobierno busca contener los precios a través de políticas contractivas. Una tercera hipótesis, manejada por operadores financieros, es que las letras adquiridas por el Tesoro estadounidense se habrían utilizado para construir un "dólar sintético", una estrategia que combina pesos y activos dolarizados para maximizar rendimientos especulativos.
La operación de Bessent, presentada como un salvataje al peso argentino, se realizó en plena previa electoral y tuvo un claro efecto político: permitió contener temporalmente la cotización del dólar y dar una imagen de estabilidad antes de los comicios. De acuerdo con datos oficiales, el Tesoro norteamericano compró pesos por 2.100 millones de dólares en octubre, una cifra que incluso supera las intervenciones históricas de Estados Unidos en yenes y euros en los últimos 25 años.
La apuesta del Tesoro norteamericano, según los analistas, no fue sólo financiera sino política. El objetivo habría sido evitar una devaluación antes de las elecciones y garantizar un clima económico favorable al gobierno libertario. En los hechos, la maniobra se tradujo en una ganancia estimada en más de 200 millones de dólares para el Tesoro estadounidense en apenas unas horas, gracias a la apreciación de los activos en pesos.

Pero detrás de ese aparente éxito bursátil, crecen las sospechas de injerencia externa. Los pesos que Bessent compró no fueron retirados del país, sino que -según el informe- fueron colocados en letras del BCRA con una tasa secreta y condiciones desconocidas, presumiblemente negociadas por el propio equipo económico de Milei a cargo de Caputo. De confirmarse, se trataría de un acuerdo inédito: una potencia extranjera financiando directamente instrumentos de deuda de un banco central soberano, sin transparencia pública y con fines políticos inmediatos. La operación le dio a Milei un respiro transitorio: la cotización del dólar bajó brevemente después de las elecciones, pero la calma duró menos de 24 horas. El mercado retomó su presión y los rumores de devaluación volvieron a circular con fuerza.

Mientras tanto, el Tesoro estadounidense consolidó una posición en pesos que, paradójicamente, lo beneficia tanto si el dólar cae como si el Central convalida nuevas tasas de interés para retener capitales.

