30 Octubre de 2025 12:23
El expresidente Mauricio Macri volvió al centro de la escena política regional con un mensaje que combina oportunismo y cálculo. Desde Chile, durante su exposición en el seminario "Puentes, dialogar para construir", organizado por el holding financiero BICE Corp, el fundador del PRO aseguró que el partido "está más vivo que nunca" y avisó que tendrá "un candidato competitivo para el 2027". A pesar de esto, renovó su respaldo a Javier Milei, aunque con claras críticas a la falta de gestión del gobierno libertario.
Sin ir más lejos, planteó: "Hace falta más músculo en la gestión y en el diálogo". También insistió en la necesidad de "una agenda más agresiva de achicamiento del gasto público, de baja de impuestos, de relación con el mundo, de desregulación y de privatización". El discurso de Macri tuvo un tono de relanzamiento político. En su afán por mostrarse como garante de la "racionalidad liberal", el ex mandatario sostuvo que "el PRO tiene cuatrocientos dirigentes que nadie tiene" y que, aunque "todavía no tiene un candidato conocido para disputar", lo tendrá en 2027. "Hoy la prioridad es apoyar las ideas que impulsa el señor Milei, que son las correctas", afirmó.
De esta manera, dejó en claro que su estrategia consiste en acompañar al oficialismo mientras prepara el terreno para la reconstrucción electoral del PRO. El encuentro con Milei, previsto para este viernes en la quinta de Olivos, se da en un momento sensible para el Gobierno, que atraviesa tensiones internas y cambios de gabinete. Según trascendió, la reunión -coordinada por Guillermo Francos y Lisandro Catalán, dos funcionarios que podrían dejar sus cargos en diciembre- busca "fortalecer el diálogo político" y asegurar el respaldo del PRO a las reformas económicas y políticas de "segunda generación" que planea el Ejecutivo.
Macri, por su parte, no disimuló el tono paternalista con el que se refiere al presidente. "Me invitó de vuelta a comer algunas milanesas, volveremos a hablar. Él acepta conmigo que yo vaya y le diga lo que pienso", ironizó, antes de lanzar una advertencia que sonó a lección de poder: "Es difícil en la vida tener dos oportunidades, y él la ha tenido. Así que alguna estrella tiene este hombre". El ex mandatario elogió el inicio del gobierno de Milei -a quien atribuyó haber "evitado una crisis terminal" y "desarmado una bomba que hubiera llevado a la pobreza al 80 o 90% de los argentinos"-, pero no dejó pasar la oportunidad de marcar límites.

De esta manera, Macri destacó que el libertario "ahora debe cerrar la brecha entre lo que propuso y su capacidad de implementación". Con su característico discurso antipolítico, Macri volvió a apuntar contra el populismo, al que definió como "una estafa sin igual" y "la exportación más peligrosa y exitosa" del país. En la misma línea, reivindicó su visión económica clásica: "Hay que bajar impuestos, achicar el gasto y volver a invertir en infraestructura, porque sin ella los países no crecen. Estas cosas hay que terminarlas de ordenar en el presupuesto público".
Lejos de esconder su malestar por algunos gestos del oficialismo, Macri reconoció los "destratos" que sufrió su espacio por parte del entorno de Milei, pero los relativizó en función de las coincidencias ideológicas: "Creí que si las ideas del cambio las había ganado él, había que apoyarlo, a pesar de los destratos que hemos recibido. Eso fortaleció al PRO, porque se habló todo el tiempo de si La Libertad Avanza lo mataba o no lo mataba al PRO". En tono más reflexivo, también se permitió aconsejar al presidente libertario: "Me gustaría que no grite más, que dialogue más, que incluya más gente. Y ese mensaje está, él lo escuchó, yo creo que lo escuchó".

Sin embargo, lo cierto es que su discurso en Chile funcionó más como una plataforma de reposicionamiento propio que como una expresión de apoyo desinteresado. El exmandatario, que mantiene un vínculo fluido con Donald Trump -a quien elogió por "su apoyo al acuerdo con el Fondo Monetario"-, trazó un paralelismo entre ambos liderazgos y sugirió que la alianza con Washington "puede abrir una oportunidad única" para el país, "si logra consolidar reglas institucionales y seguridad jurídica". En el tramo final de su exposición, Macri dejó entrever que no tiene planes de volver a postularse a la presidencia, pero tampoco cerró la puerta del todo. "No me convencieron en el 23, difícil me convenzan en el 27. Para mí la familia es todo, y la política hoy le pasa una factura muy grande a toda la familia", sentenció.

