31 Octubre de 2025 12:14
Cuando hace unos meses Mauricio Macri se reunía con Javier Milei para prometerle apuntalamiento político tras las elecciones del 26 de octubre, nadie esperaba la holgada victoria de La Libertad Avanza (LLA), que consiguió facilitar los trámites parlamentarios a partir del 10 de diciembre. Este viernes por la noche ambos cenarán en la Quinta de Olivos, pero las condiciones de la negociación cambiaron de forma rotunda tras el primer encuentro que hubo luego de la dura derrota bonaerense del 7 de septiembre.
Mientras que el ex presidente era una moneda de gobernabilidad cuando parecía que las papas quemaban para el economista libertario, ahora desde la Casa Rosada lo trataron como a tantos otros "colaboradores" de la gestión nacional, sólo con la particularidad de tener una reunión privada con Milei, milanesa mediante, algo que desde el último lunes cotiza un poco más alto. Las reacciones de ambos evidenciaron esto.

Por un lado Mauricio afirmó que en 2027 tendrá candidato propio, casi como un grito de guerra de cara a la rosca con "El Peluca". "El PRO está más vivo que nunca y tiene cuatrocientos dirigentes que nadie tiene. Lo que no tiene todavía es un candidato conocido para disputar, que lo tendrá en el 27, pero hoy la prioridad es apoyar ideas y las ideas que impulsa el señor Milei, que son las correctas", señaló ante un seminario en Chile, realizado por el holding financiero BICE Corp.
Al igual que Sergio Massa hizo con él en 2017, la intención es clara: demostrar que sin su apoyo la gobernabilidad no va a sostenerse tan fácil, porque cuenta con mucha influencia tanto en lo político y parlamentario, como en lo judicial. Pero a diferencia del tigrense, que tenía al peronismo para refugiarse, el PRO se ve muy desdibujado como para sostener sus votos ante el monstruo de LLA.

En ese sentido, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ya expuso la estrategia libertaria para depredar a su propio partido en el Congreso. Casi como si la declaración de guerra del candidato propio macrista lo hubiera generado, la ex montonera prepara un éxodo de bancas del PRO hacia LLA o algún espacio intermedio. Damián Arabia ya lo dijo públicamente, tras la expulsión que hizo Macri con él el 30 de agosto. Aunque también hay otros nombres del círculo de influencia bullrichista que suenan para acompañarlo: Carlos Almenda, Sabrina Ajmechet, Silvana Giudici, María Luisa González Estevarena, Laura Rodríguez Machado y Patricia Vázquez. "Me siguen a mí y al proyecto de país, no los conduce Mauricio Macri", aseguró Infobae que la funcionaria confiesa en la intimidad.

La bronca de la ministra viene de la campaña electoral, en la que tanto el ex presidente como su primo y jefe de Gobierno, Jorge Macri, jugaron para atrás, o al menos no jugaron. Su candidatura y la de Alejandro Fargosi tuvieron un tibio respaldo del PRO y hasta existió un posteo oficial en el que la mención era al candidato propio Fernando de Andreis. En ese marco se dará la cena presidencial en la misma quinta que entre 2015 y 2019 habitó el killer.
Los nombres que sonaban para sumarse a la gestión nacional son cosa del pasado, aunque algunas puertas siguen abiertas. "Yo entiendo que hay cosas que me gustarían que funcionen mejor, si él tiene la llave...", declaró Milei de forma sugerente en la entrevista que brindó el jueves ante el periodista Pablo Rossi en A24. La cerradura a la que se refiere es la del Ministerio de Transporte, donde Macri puede aportar a Guillermo Dietrich.

El rol del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en la concreción de la reunión y cena -hasta el momento sin show- fue vital. El funcionario se reunió dos veces con el ex presidente de Boca Juniors para facilitar este encuentro. La necesidad de armar un gobierno de coalición entre violetas y amarillos ya no existe, pero sin duda el encuentro será trascendental para el futuro de la gobernabilidad.

