17 Mayo de 2019 14:55

El detenido ex jefe del Ejército durante el último tramo de la gestión kirchnerista, César Milani viajó a La Rioja para declarar este viernes en el juicio oral y público donde se lo acusa de haber participado del secuestro y la tortura de Pedro y Ramón Olivera.
En su descargo, el militar negó haber tenido algo que ver con los hechos que se le imputan, los cuales ocurrieron en 1977, y, conmovido, expresó su "solidaridad" con la familia Olivera, luego de señalar que tiene "profundo respeto por todas las víctimas del gobierno militar".
La primera audiencia del proceso tuvo lugar el pasado 3 de mayo, y en esa oportunidad el acusado participó desde su lugar de detención, en Campo de Mayo, a través de una videoconferencia.
Sus frases más importantes
“Esta es la primera vez desde 2013 que puedo explicar los hechos” "Para que el tribunal se de cuenta de la función y el alcance que tenía un subteniente, yo quiero explicar mis funciones. Yo llegué a La Rioja en febrero de 1976, no conocía a nadie en el ámbito civil, vine porque elegí esta provincia porque era lo más cerca de mis padres, que estaban en Cosquín. Los subtenientes eran el engranaje por el cual funcionaba la unidad. Le hacíamos la revisación médica a los soldados y de ahí les dábamos instrucción de combate, de tiro, de construcción de camino, y demás. La otra función importante era ser oficial de semana, el subteniente o teniente estaba en las cuadras con los soldados". "Mis soldados tenían 21 años. La misma edad que yo. Yo dedicaba mi vida a mis soldados, no solamente en los momentos de actividad, sino en los momentos de descanso, que los llevaba a algún parque".
"Todo el dolor de la familia Olivera termina donde empieza el sufrimiento de la familia Milani. Tengo mi sospechas acerca de qué fue lo que pasó y se los voy a decir. Pero si uno se pregunta si podía Milani hacer todo este operativo, es algo demencial". "Jamás yo a la madrugada hubiera podido salir a secuestrar al padre de Olivera. Imaginensé la cantidad de materiales, de medios, de allanamientos, todo lo que yo necesitaría para comandar ese secuestro. O sea, yo hubiera tenido que abandonar el servicio para cometer semejante barbaridad".
"Nunca jamás en todos los años de mi carrera vi a un oficial de servicio abandonar el servicio. Jamás, por ningún motivo. Eso está penado hasta con la detención. ¿Ustedes piensan que el suboficial Milani iba a dejar el servicio aquella noche para ir a hacer una detención?". "Olivera, después de 35 años, se acuerda de todo y en su declaración agrega datos que no dijo antes. Dijo que fue un 'rubiecito'. 'Rubiecitos' había un montón, pero además nosotros salíamos con cascos". "Si Olivera hubiera impulsado la acción penal en 1985 me hubiera dado la posibilidad de ir al libro de guardia, que se guarda por diez años, para saber quiénes estaban conmigo, pero esa prueba se destruyó porque pasaron diez años".
"Yo no digo que yo estuve y que a Olivera no lo torturaron. Lo que yo digo es que me llama la atención la serie de contradicciones: la primera, que yo estuve, pero no pude haber estado en dos lugares al mismo tiempo". "Nadie puede negar que los jefes del Ejército, de cuerpos y de áreas no supieran lo que pasaba porque ellos lo ordenaban, pero nosotros, que éramos subalternos, somos tan víctimas como Olivera". "Tengo un profundo respeto por todas las víctimas del gobierno militar. Tengo un profundo respecto y tienen toda mi solidaridad".El ex jefe del Ejército es juzgado por el Tribunal Oral Federal de La Rioja por el secuestro y torturas que sufrieron Pedro Olivera y su hijo Ramón en marzo de 1977. En el proceso también están imputados otras doce personas, entre ellos el ex juez federal Roberto Catalán y el ex militar Alfredo Santacrocce.