22 Octubre de 2025 11:07
Enojadísimo y pateando puertas, Javier Milei llegó al poder con la promesa de acabar con la "casta política". Sin embargo, a tan solo unos meses de su asunción el 10 de diciembre de 2023, quedó demostrado que para pertenecer al gobierno de La Libertad Avanza es fundamental... tener el apellido correcto.
El discurso libertario de meritocracia y eficiencia del Estado dio paso a una serie de nombramientos que avergüenzan al más experimentado operador político. BigBang repasa algunos de los casos más emblemáticos de nepotismo y amiguismo que marcaron al gobierno anarco capitalista.

Karina Milei: la primera dama del nepotismo
El primer paso hacia la "destrucción de la casta" fue derogar el decreto que prohibía la designación de familiares directos en cargos jerárquicos. ¿La razón? Permitir que Karina, hermana del presidente y sin experiencia alguna en gestión pública, asumiera como secretaria general de la Presidencia. Un movimiento que, más que revolucionario, parece sacado del manual básico del nepotismo.
Desde su flamante despacho, Karina no solo se convirtió en la mano derecha del mandatario, sino también en una especie de agencia de empleo para amigos y allegados. Entre los beneficiados se encuentran Liliana Clement, esposa de un exfuncionario macrista, y dos primos de María Belén Agudiez, colaboradora cercana de Karina. ¿El mérito? Ser parte del círculo íntimo. ¿El resultado? Una gestión pública digna de cenas carísimas en el Faena.

Con el paso del tiempo, Karina supo aliarse con el clan familiar Menem pero todo salió al revés y terminó siendo parte de los movimientos más tradicionales de la casta: tranzó con las principales droguerías del país (en su caso fue con la Suizo Argentina) y se abultó los bolsillos con el dinero que el Estado tiene previsto para poblaciones vulnerables (el ejemplo de la hermana presidencial fue con las personas con discapacidad); cuando el escándalo estalló, toda Argentina se enteró de que se quedaban con el 3%.
El clan Menem: una dinastía que renace
Si hay algo que los Menem saben hacer bien es perpetuar su presencia en el Estado. Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados y primo segundo del expresidente Carlos Menem, decidió que era hora de darle una oportunidad a otro miembro de la familia. Así fue como Federico Sharif Menem, con apenas 22 años y sin experiencia previa, se convirtió en director general de la Secretaría Presidencial de la Cámara Baja. Por su "labor", cobra más de dos millones de pesos mensuales. Todo un ejemplo de meritocracia libertaria.

Pero Federico no es el único Menem en el gobierno. "Lule" Menem ocupa un cargo en la Secretaría General de la Presidencia -aunque eso podría redefinirse después del 26 de octubre por el escándalo de las coimas en Discapacidad- mientras que Amado Omar Menem dirige una delegación del PAMI. Y si esto no fuera suficiente, Eduardo Menem disfruta de una jubilación de privilegio otorgada por la Corte Suprema. La familia unida jamás será vencida... ni desplazada.
Patricia Bullrich y su tesorera estrella
Ni bien traicionó a los Macri y asumió como ministra de Seguridad, Bullrich no quiso quedarse atrás y decidió premiar a Silvia Turetzky, tesorera del Instituto de Estudios Estratégicos en Seguridad (IEES), una fundación vinculada a Bullrich y bajo investigación por irregularidades financieras. Turetzky fue designada como directora general de Administración del Ministerio de Seguridad, con un sueldo que supera los 2 millones de pesos mensuales.

Su mérito máximo fue manejar los fondos de un think tank que terminó financiando la campaña presidencial de Bullrich; la IGJ detectó desvíos por unos 90 millones de pesos, pero eso no parece haber afectado la confianza del gobierno libertario en su nueva funcionaria... y, si de buenos amigo se habla, todavía falta descubrir qué cantidad de dinerito le envió el narcotraficante Fred Machado para su campaña a través de empresas ligadas al macrismo. Porque aquí no se trata de antecedentes, sino de lealtades.
Los Caputo: trabajar gratis nunca fue tan rentable
Luis Caputo regresó al Ministerio de Economía con una misión patriótica: salvar al país mientras lidia con acusaciones sobre sus vínculos con JP Morgan. Pero... ¡Eso no es todo! En un intento por demostrar su altruismo, reveló que dos de sus hijos colaboran "ad honorem" en el Estado. Según Toto, lo hacen "por amor a la patria" y "no por dinero": al parecer, trabajar gratis es mucho más heroico cuando el apellido abre todas las puertas del poder
El último espectacular cruce entre Caputo y Delfina Rossi (hija del exministro Agustín Rossi) en redes sociales dejó claro que el ministro no tolera críticas sobre sus decisiones económicas ni sobre los vínculos familiares en su gestión: "Yo podría ganar diez veces más en el sector privado", aseguró Caputo. Aunque quizás esa sea una cifra conservadora si se consideran las ventajas que ofrece el nepotismo bien aplicado.
Los Adorni: los hermanos sean unidos por el presupuesto
Manuel Adorni, vocero presidencial y especialista en provocar desde Casa Rosada, parece haber encontrado un modelo ideal para combinar familia y política. No solo disfruta de un sueldo equivalente al de un ministro nacional, sino que también logró colocar a su hermano Francisco como asesor del Ministerio de Defensa.

Francisco Adorni cobraba más de 2.6 millones de pesos mensuales por razones que aún no están del todo claras. Además, solicitó al Consejo de la Magistratura bonaerense mantener su antiguo empleo como planta permanente por si decide abandonar su actual puesto. Pero... ¡puede haber más! Desde el 14 de junio de este año, a Francisquito le ofrecieron un puesto para presidir el directorio del Instituto de Ayuda Financiera (IAF), organismo encargado del pago de pensiones y retiros al personal militar, también bajo la órbita de Petri por lo que ahora gana unos 4 millones de pesos al mes.

A medida que los casos se acumulan, resulta difícil no preguntarse si Milei realmente quería destruir la casta política o simplemente reemplazarla por una versión mejorada: más familiar, más cercana y mucho más rentable para sus allegados. Lo cierto es que los discursos contra el amiguismo y el nepotismo parecen haber quedado enterrados bajo una pila de decretos y nombramientos estratégicos.

