25 Noviembre de 2015 09:00
A pocos días de asumir como presidente de la Argentina, Mauricio Macri confirmó ayer que su ministro de Cultura será Pablo Avelluto. Actual Coordinador del Sistema Público de Medios de la Ciudad, reemplazará a la cuestionada Teresa Parodi. Trabajará bajo tres ejes fundamentales: diversidad cultural, innovación y creatividad y federalización de la cultura.
En diálogo con BigBang, el futuro funcionario anticipó varios cambios que llevará a cabo en su área y confirmó que no continuará la Secretaría del Pensamiento Nacional creada por el kirchnerismo y dirigida por el filósofo Ricardo Forster.
Con una larga trayectoria como editor y periodista, Avelluto será uno de los nuevos integrantes del gabinete macrista a partir del 10 de diciembre. Hasta hace no muchos años se desempeñó como Director Editorial de la Región Sur de Random House Mondadori Argentina.
A partir de 2012, y de la mano de Hernán Lombardi, se transformó en el Coordinador General de los medios porteños: bajo su mando se encuentran la FM 2x4, la AM 1110, el Canal de la Ciudad, la Agenda Cultural y la Agenda BA. Además, tiene muy buena relación con uno de los hombres más cercanos a Macri, Miguel de Godoy, actual secretario de Medios de la Ciudad.
EJES PRINCIPALES DE GESTIÓN
A días de asumir, asegura que el primer eje en el que trabajará será la “diversidad creativa y la producción cultural de los distintos modos de pensar el mundo, y no como ha ocurrido en estos años, donde hubo un único modo de pensar el mundo y la realidad”. Avelluto se muestra confiado en “incorporar la agenda de la innovación y la creatividad”, así como también federalizar la cultura.
Avelluto cree que existe una geolocalización de la política cultural en la Argentina, cuyo centro hoy es la Ciudad de Buenos Aires y los centros urbanos. “El ministerio es una palanca para dar mayores igualdades culturales”, asegura a BigBang. Y reafirma: “El acceso a la oferta y servicios culturales en el interior y también en el conurbano cuenta con muchas limitaciones”.
-¿Qué hará con la Secretaría de Pensamiento Nacional que ocupa Ricardo Forster?
-No le encuentro una función, ni programática ni de política cultural: esa idea de pensamiento nacional es obsoleta. El rol del ministerio es poner todas las ideas en diálogo entre sí; y no promover un punto de vista por encima del de los demás.
Avelluto rechaza la continuidad de la Secretaría de Pensamiento Nacional que dirige Forster.
Con estas palabras, Avelluto confirmó lo que desde hace tiempo se suponía que pasaría en caso de que Macri llegara al Gobierno. Así como días atrás habían anticipado desde Cambiemos que le cambiarían el nombre al Centro Cultural Kirchner y darían de baja 6,7,8; ahora llega el turno de la secretaría creada por Cristina Fernández, cuyo objetivo no ha quedado claro desde que fue conformada.
En este sentido, para el futuro ministro es necesaria una construcción colectiva de la cultura: “La hacemos entre todos; no los intelectuales de una corriente marginando las visiones de los demás”, evaluó.
LOS INTELECTUALES Y LAS IDEAS
Así como el kirchnerismo tuvo Carta Abierta, su gran plataforma de pensamiento e intelectuales, el macrismo también recibió el apoyo de referentes del mundo intelectual y de la cultura. Sin embargo, Avelluto no imagina una “Carta Amarilla”, y considera que “el campo intelectual tiene que funcionar en libertad”.
Aunque el ex director de Random House Argentina cree que el Gobierno deberá escuchar a los intelectuales, sostiene que los pensadores pueden tomar partido. “Cuando uno es funcionario, el rol intelectual para a un segundo plano, porque uno tiene una tarea concreta de gestión”, se diferencia del kirchnerismo. “Donde uno aprende y cuestiona su propio punto de vista es con los que no piensan como uno”, analiza Avelluto en diálogo con BigBang.
“LO QUE PENSÉ ES MAYOR TRANSPARENCIA”
Avelluto repite tres veces la palabra, para reafirmar aún más un concepto que considera que no existió para la gestión saliente en algunos casos. Asegura que en materia de subsidios a las diversas políticas culturales, y en particular a la industria del cine y el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), tiene que haber mayor transparencia.
“Hay que trabajar en el eje de la producción e innovación cultural”, aseguró Avelluto.
Pero además de transparente, Avelluto quiere que el Incaa sea amplio desde el punto de vista político e ideológico. El Incaa, para el futuro ministro de Cultura, será “el lugar de sostén de una industria no sólo de los grandes productores, sino también de los más pequeños”. “No ha sido todo lo transparente que hubiéramos querido: se trata de fondos y recursos públicos. Lo que está claro es que no vamos a repetir los errores de la exclusión de ideas ni de la falta de transparencia”, promete.
TAPAR LA “GRIETA”
Avelluto coincide con la idea de grieta instalada hace ya algunos años por la oposición. Sin embargo, asegura que “hay que taparla”. Por eso, sostiene que un error en políticas culturales es anteponer las preferencias ideológicas por sobre el talento de las obras. “Lo que piensan los artistas no me parece relevante: sí me importa su talento”, resume.
Y puntualiza: “Si son macristas, kirchneristas o si votan al Partido Obrero me da exactamente lo mismo. El Ministerio de Cultura no es un comisariato político, sino el mecanismo del Estado para promover y enriquecer el patrimonio cultural”.