23 Septiembre de 2025 14:31
Donald Trump irrumpió en la previa del cónclave con Javier Milei en Nueva York con un mensaje en Truth Social que desbordó elogios y militancia electoral: "El respetado presidente de Argentina, Javier Milei, ha demostrado ser un líder verdaderamente fantástico y poderoso para el gran pueblo argentino, avanzando a todos los niveles a una velocidad récord. Heredó un desastre total con una inflación terrible causada por el anterior presidente de izquierda radical (al igual que el corrupto Joe Biden, el PEOR presidente de la historia de nuestra nación), pero ha devuelto la estabilidad a la economía argentina y la ha elevado a un nuevo nivel de prominencia y respeto", escribió.

Y siguió: "Hemos tenido una excelente relación con Argentina, que se ha convertido en un fuerte aliado gracias al presidente Milei. Espero seguir trabajando estrechamente con él para que ambos países puedan continuar su increíble camino de éxito. Argentina: Javier Milei es un gran amigo, luchador y un GANADOR, y cuenta con mi total apoyo para su reelección como presidente. ¡Nunca los defraudará!". El presidente argentino respondió en X con un agradecimiento sin matices y mucho más escueto que el mensaje del mandatario estadounidense: "Muchas gracias Presidente Donald Trump por su gran amistad y este gesto extraordinario".
No fue un simple intercambio de cortesías. El respaldo político de Trump se tradujo en un acuerdo económico de alto voltaje: un voluminoso préstamo para que la Argentina pague sus compromisos de deuda -casi 28.000 millones de dólares entre octubre de 2025 y junio de 2026- y refuerce las reservas del Banco Central. En la práctica, la operación permite a Milei esquivar al Fondo Monetario Internacional y al Congreso argentino, dominado por la oposición, ya que el mecanismo adoptado es un swap financiero que se girará directamente desde el Tesoro norteamericano. A cambio, la Argentina depositará pesos en Nueva York bajo control de Washington.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, se convirtió en vocero de esta alianza y en blanco de las críticas. Ante los cuestionamientos de la senadora demócrata Elizabeth Warren, que advirtió que Trump busca "rescatar a su amigo Milei en Argentina", Bessent disparó con dureza: "Las políticas económicas destructivas que ha impulsado desde que se incorporó al Senado en 2008 rivalizan con la fallida agenda izquierdista de la oposición argentina".

Y fue más allá: "Los fondos de cobertura que atacaron los activos argentinos en los últimos meses sin duda sufrieron grandes pérdidas ayer. Los fondos mutuos a largo plazo y los fondos de pensiones que invierten en nombre de los trabajadores estadounidenses se beneficiaron". Mientras Warren recordaba que Trump ya había apoyado "a un golpista convicto en Brasil" y ahora buscaba repetir la maniobra con Milei, Bessent blindó la jugada: "Argentina es un aliado sistémicamente importante de Estados Unidos en América Latina, y el Tesoro de Estados Unidos está dispuesto a hacer lo que sea necesario dentro de su mandato para apoyar a Argentina".
El encuentro bilateral, que comenzó en la ONU tras un retraso por la reunión de Trump con António Guterres, selló una alianza que trasciende lo económico. Milei, acompañado por su hermana Karina, el ministro de Economía Luis Caputo, el titular de Defensa Luis Petri y el canciller Gerardo Werthein, aceptó el alineamiento incondicional con la estrategia global republicana. El acuerdo con Washington implica bloquear la influencia de China en la región, cuestionada una y otra vez por Trump y sus funcionarios por el avance de la Ruta de la Seda, el swap financiero y las inversiones en minería, comunicaciones y tecnología.

De esta manera, Milei apuesta toda la política exterior y económica a una relación personal con Trump. Y el republicano, que ya lo bendijo para la reelección, despliega un blindaje financiero para sostener el ajuste argentino. El precio, sin embargo, no se mide solo en dólares: el Congreso queda marginado de la decisión, la dependencia de Washington se profundiza y el margen de autonomía nacional se achica a pasos acelerados.

