06 Noviembre de 2025 12:52
Victoria Villarruel volvió a encender las redes sociales con un raid nocturno de publicaciones y respuestas que dejaron expuesta, una vez más, la fractura interna del oficialismo libertario. Lejos de los gestos de unidad que se esperan de una fórmula presidencial, la vicepresidenta eligió su cuenta de Instagram para confrontar a detractores, lanzar ironías contra sus propios aliados y hasta dar "me gusta" a comentarios que la postulan como candidata presidencial para 2027.
El episodio comenzó con una publicación aparentemente protocolar: una foto de su encuentro con Shea Bradley-Farrell, titular del Instituto Counterpoint para Políticas, Investigación y Educación de Estados Unidos. Pero la atención no estuvo en la reunión diplomática, sino en la interacción digital que le siguió. Villarruel reaccionó con "likes" a mensajes de seguidores que la llamaban "orgullo argentino", "la única coherente" y "futura presidenta 2027".

Otros fueron aún más enfáticos: "Ella sí me representa con carisma y talento" o "Qué linda mi futura presidenta". Ese gesto no pasó inadvertido en el entorno libertario, sobre todo porque llega en un momento de visible distanciamiento con los hermanos Milei. Mientras Javier y Karina Milei encabezaban un encuentro con legisladores libertarios en la Casa Rosada -del que Villarruel fue excluida-, la vicepresidenta optó por hablarle directamente a sus seguidores.
De hecho, ante un usuario que le recriminó su cercanía con el gobernador formoseño Gildo Insfrán, con quien compartió un acto meses atrás, Villarruel respondió con un dardo hacia su propio espacio: "El chiste se cuenta solo cuando vemos las listas llenas de peronistas", dijo, apuntando al armado electoral de La Libertad Avanza (LLA) para 2025. A otro usuario que le sugirió buscar otro rumbo, retrucó: "Porque en esta soy muy buena. Y decente, una condición en extinción".
Y cuando un seguidor la acusó de "creerse más que el Presidente", la vice fue contundente: "En realidad ustedes creen que se debe ser servil y obsecuente, y yo no lo soy". Villarruel también aprovechó para defenderse de las críticas internas. "Lo importante es que los ciudadanos sepan que no robo, laburo mucho y con responsabilidad, y no he realizado traición alguna. El resto son chismes de panadería", escribió en otra respuesta.

No faltaron, incluso, los gestos de aval a mensajes directamente críticos hacia Javier Milei, como "El presi nos falló a todos" o "El Presidente le falló a ella dejándola de lado e incumpliendo desde el comienzo lo que le prometió". Cabe recordar que durante la campaña de 2023, Milei había prometido que su compañera de fórmula estaría a cargo de las áreas de Seguridad y Defensa, cargos que finalmente fueron entregados a Patricia Bullrich y Luis Petri tras la alianza con el PRO.

Ese incumplimiento marcó el comienzo de un distanciamiento que hoy parece irreparable. Otro detalle que encendió las especulaciones fue el "corazón" que Villarruel dejó en un comentario donde un usuario lamentaba su "destino en una cueva de lobos". El texto decía: "Hubiese querido que fueras la próxima presidenta de los argentinos. Sos impecable, educada, transparente. Menos mal que estás apartada de todos esos que solo juegan a ser presidentes y a jugar con la gente".

Mientras tanto, Villarruel se mueve por fuera de la estructura de poder que controla Karina Milei. Sin espacio en la mesa chica, sin acceso a las decisiones de gobierno y sin un armado político propio visible, la vicepresidenta eligió refugiarse en la interacción directa con su base de seguidores, donde cultiva una imagen de dirigente "honesta y valiente", opuesta al pragmatismo del presidente y su círculo. El quiebre con los Milei se profundizó en los últimos meses. La escena más simbólica ocurrió durante el Tedeum de mayo, cuando Javier Milei, al llegar a la Catedral, pasó frente a Villarruel sin siquiera saludarla.

