12 Agosto de 2025 15:47
La actriz Andrea Rincón contó que, siete años atrás, comenzó a practicar el evangelismo pentecostal a partir de un exorcismo que recibió, el cual le cambió el paradigma de la vida y la dejó abierta al cristianismo y a la espiritualidad. Según relató, todo se le puso naranja, perdió el conocimiento y sufrió convulsiones.
La ex Gran Hermano confesó que fue una pareja amiga la que la acercó a la religión, a partir de contarle que había estado en un templo evangélico en el que se imponían manos y que la gente vomitaba y se caía, porque les habían "hecho trabajos". Fue a partir de ese relato que quiso probar la experiencia: "Eso es lo que necesito. A Dios no le voy a deber nada", pensó en aquel entonces.
Entonces organizó que vengan del templo a su hogar, pero por distintas cuestiones no podían. "Yo empiezo a sentir que me empiezo a morir por dentro. No podía parar de llorar, estaba que me caía. Me mandan una canción y cuando la escucho caigo al piso y llanto, llanto, llanto. Y les digo: '¿qué es lo que me está pasando? Vengan ya'", relató.
Estas pastoras que se acercaron llegaron y le dijeron que sentían olor a azufre en toda la casa, algo típico de estas situaciones. "Me ponen una mano en la espalda y me dicen 'quedate tranquila'. Mi amiga y el novio empiezan a orar agarraditos de la mano. Y yo digo: ¿qué carajo es esto?'. Yo decía: 'están todos locos acá'. Me siento, me ponen una mano de cada lado y empiezan a decir: 'en el nombre poderoso de Jesús. Fuera demonio', y yo la miro a mi amiga como diciendo a dónde carajo me trajiste", contó.

"Y de repente me dicen: 'respirá'. Respiro, se me pegan las manos al cuerpo, quedo rígida, empiezo a convulsionar, lo único que me acuerdo es que veía naranja, y caigo al piso. Mi amiga me dice que gritaba con una voz que no era mía. Adentro mío decía ¿qué es lo que está pasando? ¿Me morí? ¿Estoy acá? ¿Cuándo termina esto?", confesó que sintió en ese momento.
"Cuando vuelvo a mí lo primero que hago es mirar el vaso porque digo: 'estas me drogaron'. Ahí la saco a una, a la otra. Hasta que me entrego, me pongo a llorar, los veo a mis amigos llorando, orando agarrados de las manos, cagados en las patas. Y las dos que me dicen, llorando: 'ya está, ya se fueron, tranquila, sos libre'. Y ahí me dejé que me abracen. No podía parar de llorar porque no entendía qué era lo que había pasado", completó.
El relato continuó aunque lo tenebroso y misterioso siguió presente. "Esa noche me voy a dormir. Tengo una habitación que es bastante grande y en el medio hay un lugar vacío en que no hay nada. Escuchó un boom en el medio de la habitación. Agarro el teléfono y las llamo y me dicen: 'tranquila, te tuvieron mucho tiempo y te van a molestar, pero no te pueden hacer nada'. Agarré un bolso y me fui a la casa de mi viejo. Seis meses viviendo ahí", recordó Rincón.
Fue a partir de esa experiencia espiritual que ella empezó a leer La Biblia, lo que le cambió el paradigma de su vida por completo, de acuerdo a lo que relató. Una experiencia que derivó en su bautismo en una pileta, como suelen hacer en la religión pentecostal.

