03 Junio de 2025 14:25

Drama, celos, jet lag y escenitas dignas de un capítulo de Rebelde Way, pero versión millonarios con Wi-Fi. Mauro Icardi y la China Suárez parecen estar viviendo su propia telenovela romántica, llena de guiños a ex, hijos confundidos, Lamborghinis y pedidos extravagantes en restaurantes top. La bomba la tiró Luciana Elbusto, nueva integrante del panel de "LAM", que llegó al programa con data directa desde Ibiza, donde el delantero y la actriz compartieron unos días bajo el sol... y bajo la sombra omnipresente de Wanda Nara.
Según la angelita, alguien con oído fino escuchó una conversación entre los dos protagonistas en la que repasaron "todos los temas", con Wanda como gran protagonista de la charla. "De todo. El auto, el Lamborghini rosa. Ella todo el tiempo, por lo que me decían, demostraba inseguridad, hablaba mucho de Wanda (Nara). Y Mauro le decía que no se enganche, que no la siga, que se quede tranquila. También dijo que no le importaba el Lamborghini porque puedo tener un montón", relató Elbusto.
Y si los autos de lujo no alcanzan, también hubo ternura con los hijos de la actriz. Elbusto contó que varias personas se acercaron a la China para decirle lo lindos que son sus chicos. Su respuesta fue simple y sin modestia: "Sí, hago hijos muy lindos". Más claro, imposible. Mientras tanto, Mauro jugaba con los chicos y, según la panelista, hasta se puso un poco competitivo: "Les preguntaba a quién querían más, si a él o a Rusherking".
De acuerdo con la periodista de LAM, los chicos de la ex Casi Ángeles "todavía recuerdan a Rusherking. "Entonces Mauro, a propósito, les preguntaba a quién querían más y los chicaneaba", contó y sumó: "Estaba muy seguro de su paternidad, decía que era buen padre. Dijo: 'mientras Wanda hacía negocios en un sillón, yo les enseñé a nadar, les enseñé a andar en bicicleta'". Pero eso no fue todo. Recién aterrizados en Buenos Aires tras una gira estilo Euroviaje censurado que incluyó Turquía, Milán y no sabemos cuántos duty-free, los tortolitos fueron directo a cenar a un restaurante exclusivo en Recoleta. Y ahí llegó la polémica.
Según contó Yanina Latorre, el dúo entró, subió al tercer piso y... pidió que desalojaran a todos los comensales. ¿Motivo? Nadie lo sabe con certeza, pero el gesto no cayó nada bien. "A un restaurante importante de La Recoleta, cayeron Icardi y la China y una pareja más a comer. Subieron al tercer piso y.... ¡echaron a todos los comensales!". Esto provocó el enojo de Nazarena Vélez, quien opinó sobre el lugar: "¡Qué mal el restaurante" ¡No te voy más si, me llegas a rajar por eso!". Por si hacía falta algo más para coronar esta novela de amor, celos y excesos, hubo una escena nocturna de película. En un boliche, la China, con el radar activado, detectó que las mujeres lo miraban demasiado a su novio. No dudó. Se le plantó y le dijo: "Si alguna se acerca, las voy a agarrar yo". Palabras más, palabras menos: el drama está servido.