07 Octubre de 2025 14:49
El 12 de septiembre marcó un antes y un después en la vida de Thiago Medina. Aquella noche, el joven sufrió un grave accidente en motocicleta que lo dejó en estado crítico, sumiendo a su familia y a sus amigos más cercanos del reality Gran Hermano en una angustia profunda.
Durante semanas, su vida pendió de un hilo en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Mariano y Luciano de la Vega, en Moreno. Hoy, tras días de tristeza y llenos de incertidumbre, Thiago comienza a escribir una nueva página en su historia: la de la recuperación.

Daniela Celis, madre de sus hijas y expareja del influencer, es un pilar fundamental en este proceso. Con una mezcla de alivio y emoción contenida, compartió cómo vivió estos momentos: "Sabía que iba a estar todo bien y al fin llegó. No lo puedo creer, así que estoy muy contenta de que el papá de mis hijas esté con nosotras", confesó en una entrevista para Puro Show.
Thiago ya dejó la terapia intensiva y, aunque el camino hacia la recuperación total es largo, los avances son alentadores: "Tiene que aprender a levantar los brazos y pararse solo", explicó Daniela, quien se mantuvo a su lado en este proceso, llena de esperanza pero también consciente de los desafíos que enfrentan.

La conexión con sus hijas es un motor para Thiago. A través de videollamadas diarias, logra mantener vivo ese vínculo esencial. Pestañela relató con emoción el momento en que las pequeñas vieron a su padre: "Ellas lo miraron y enseguida dijeron 'papá, papá'. Fue muy emocionante". Sin embargo, el encuentro físico aún es una deuda pendiente que toda la familia espera saldar pronto.
La experiencia no solo marcó a Thiago físicamente, sino también emocionalmente. Daniela reveló las palabras del joven sobre su nueva perspectiva de vida: "Dijo: 'La vida ahora cambió. Yo quiero estudiar, yo quiero ser arquitecto'. Está leyendo mucho, tiene proyectos y eso nos llena de esperanza". Sin embargo, también hay sombras en su memoria: "Del accidente no se acuerda nada. Entendemos que el cerebro hace un bloqueo a los traumas".

Para Daniela, este tiempo fue devastador: "Durante las primeras dos semanas se me fue el hambre. Bajé 8 kilos. Fue muy duro", confesó. A pesar de ello, encontró fuerzas para cuidar de sus hijas y estar presente para Thiago.
El futuro es incierto para Thiago y Daniela como pareja, pero ella no descarta nada: "Sabemos que nos vamos a sentar a charlar cuando él salga, a ver si nos volvemos a enamorar o no". Mientras tanto, ambos están unidos por algo más grande: el amor por sus hijas y el deseo de que Thiago recupere su vida.

Hoy, Thiago Medina se enfrenta a un nuevo desafío: reconstruirse a sí mismo. "Ya empezó la rehabilitación. Se paró, comió y está haciendo ejercicios con los brazos y las piernas. Lo está dando todo", afirmó Daniela Celis con orgullo. Aunque el camino es largo, cada paso es una victoria en esta batalla contra la adversidad.

