por Raúl Bertuccelli
29 Septiembre de 2025 16:14
La primavera porteña fue testigo de un espectáculo inolvidable. Danny Ocean, el fenómeno venezolano que ha conquistado corazones en todo el mundo, desató una verdadera fiesta en el Movistar Arena, dejando una huella imborrable en el público que lo siguió emocionado durante casi las dos horas de show.
Con una puesta en escena que combinó emoción, energía y un profundo sentido de identidad latinoamericana, el cantante ofreció un show que quedará grabado como uno de los momentos más altos de su carrera. Es que no sólo cientos de miles de corazones latieron al ritmo de sus canciones sino que también hubo momentos para la reflexión porque sobre todo Danny agradeció al pueblo argentino por acoger a inmigrantes venezolanos por una situación política que describió como "difícil".

El estadio vibró desde el primer acorde. Imagínate marcó el inicio de un viaje musical dividido en cinco actos, donde cada canción fue una explosión de emociones. Con su carisma magnético y una que sonaba como los dioses, Danny transportó al público a un universo donde los ritmos latinos se entrelazaron con baladas románticas y homenajes a sus raíces venezolanas.
Hits como Vitamina, Volare y Amor hicieron que el estadio entero se convirtiera en un boliche que parecía estar en medio del mar caribe con unas visuales que teletransportar a todos a fabulosos paisajes playeros... ¡Inolvidable!

💣Bombita. En un momento del recital, Danny aprovechó para tomar fernet y enloqueció al público argento. Además, anunció un nuevo show para diciembre.
Pero no todo fue euforia. El segundo acto del show bajó las pulsaciones para tocar las fibras más íntimas del alma... Bajo luces tenues y con un piano como protagonista, Danny regaló interpretaciones conmovedoras de temas como Ferrari y Dime tú donde se vio a los grupos de amigas abrazarse, gritar las letras y hasta se piantaron un par de lagrimones entre el público.

La combustión llegó en el tercer acto. Dembow y Fuera del Mercado encendieron al Movistar Arena, que explotó en un canto colectivo, divertido y festivo. Y justo cuando la euforia alcanzaba su punto máximo, Danny llevó al público a sus raíces con canciones como Mónaco y Una niña de Venezuela, donde se alzaron y flamearon decenas de banderas venezolanas.
El momento cumbre llegó con la participación de Elena Rose en una interpretación conjunta de Caracas 2000, seguida por una explosión salsera con Crayola. En la recta final, el Movistar Arena se convirtió en un carnaval. Miedito o Qué? y Brisa hicieron vibrar hasta el último rincón del estadio, mientras que Priti desató un coro masivo que erizó la piel de todos los presentes.

Como broche de oro, Danny Ocean se guardó su mayor éxito, Me Rehúso, para el cierre, provocando una ola de emoción, fiesta y sabor venezolano que llenaron de alegría el Movistar Arena pero también toda la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

