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Del Tony a la risa porteña

Del glamour de Broadway al corazón de Buenos Aires: Josefina Scaglione, el placer de hacer reír y el valor de elegir "con el corazón"

En una charla a fondo, habló de la necesidad de desconectarse y su deseo de volver a disfrutar la profesión.

por Alejo Paredes

13 Agosto de 2025 13:45
Josefina Scaglione: de Broadway a la comedia argenta, un salto de corazón y juego
Josefina Scaglione: de Broadway a la comedia argenta, un salto de corazón y juego

Josefina Scaglione sabe lo que es subirse al escenario de Broadway y sostener ocho funciones por semana de un musical exigente como West Side Story, el cual le valió por cierto una nominación al premio Tony como Mejor Actriz Protagónica en un Musical. Sabe, también, lo que es bajarse de ese tren vertiginoso, hacer las valijas y volver a la Argentina "porque el corazón lo pedía". Hoy, la rosarina que a los 20 años se convirtió en protagonista en la meca del teatro a nivel mundial, encara un desafío distinto: ser Valeria en Mi amiga y yo, una comedia "pura y dura" que comparte escenario con Sebastián Presta en el Paseo La Plaza.

"Lo que más me seduce de esta propuesta es justamente la oportunidad que me da Valeria y la obra de hacer algo distinto"
"Lo que más me seduce de esta propuesta es justamente la oportunidad que me da Valeria y la obra de hacer algo distinto"

Jose vive fuera del ruido mediático, pero sobre el escenario es imposible no verla. Desde que a los 9 años debutó en Annie en el Teatro El Círculo de Rosario, hasta su protagónico en Broadway, su carrera es la de una artista que lleva el talento argentino por el mundo y siempre vuelve a casa. Hoy, esa casa está en la calle Corrientes. Desde febrero, esta brillante actriz se luce en la comedia escrita por el propio Presta y Claudia Morales, dirigida por Diego Reinhold, en Paseo La Plaza. 

Se trata de una obra ágil, con giros inesperados y humor fresco que ya conquistó a miles de espectadores. "Lo que más me seduce de esta propuesta es justamente la oportunidad que me da Valeria y la obra de hacer algo distinto. Si bien ya había hecho comedias y musicales con tonos cómicos, esta es comedia pura, y me atrajo el desafío de transitar un nuevo lenguaje dentro de lo que hago", le cuenta a BigBang risueña, con esa perspicacia y audacia que le brindó este oficio que la hace feliz.

Entre risas, Scaglione reconoce que hay algo de sí misma en Valeria, su personaje en la obra: "Ese desprejuicio, esa flexibilidad para vivir". Pero marca claras diferencias: "La música ocupa un lugar enorme en mi vida, y Valeria la tiene relegada. Y lo del Tinder es cien por ciento ficción: yo tengo un hijo de cuatro años y una pareja estable, por suerte", bromea. Su historia podría empezar como una de esas películas de superación. 

En Mi amiga y yo, Scaglione disfruta de la cercanía con el público, algo que no siempre le dio el musical
En Mi amiga y yo, Scaglione disfruta de la cercanía con el público, algo que no siempre le dio el musical

A los 14, tras ganar una beca de la escuela de Valeria Lynch, su padre la llevaba cada viernes desde Rosario a Buenos Aires para que pudiera formarse en artes escénicas. La disciplina y la pasión la llevaron también a estudiar danza en la Universidad de Point Park, en Estados Unidos, donde -dice- se "preparó para salir a la cancha". Tras un paso fallido por una audición para Sweet Charity, el gran debut llegó en 2008 con Hairspray, junto a Enrique Pinti y Fernando Dente, en el Teatro Astral.

Lo que vino después parecía un sueño, pero fue fruto de talento y oportunidad. Un video suyo cantando Libertango, de Astor Piazzolla, llegó a manos de Arthur Laurents, legendario director y dramaturgo. Él la convocó para interpretar a María Vásquez en West Side Story en el Palace Theatre de Nueva York. El papel la llevó a la cima: nominación al Tony y ovaciones en la meca del teatro musical. Quienes la conocen, ya no se sorprenden. Solo la admiran con orgullo. 

Por este motivo, coin una carrera ya más que envidiable y extensa a sus muy jóvenes 37 años, la actriz no esquiva el debate sobre los límites de la corrección política: "El humor está para mostrar la crudeza de ciertas cosas y hasta denunciarlas. Si no podemos hacer chistes sobre nada, nos quedamos en lo políticamente correcto y dejamos de incomodar, que es lo que genera reflexión. Claro que la idea nunca es hacer sentir mal a nadie, pero el contexto importa".

La actriz rosarina que conquistó Nueva York se sumerge en el humor local con "Mi amiga y yo".
La actriz rosarina que conquistó Nueva York se sumerge en el humor local con "Mi amiga y yo".

En Mi amiga y yo, Scaglione disfruta de la cercanía con el público, algo que no siempre le dio el musical: "Es una obra con la que la gente empatiza enseguida. Hay una comunión instantánea y eso se siente". Incluso, para esta rosarina que lleva el arte desde la cuna, el teatro no es solo entretenimiento ni solo reflexión, Sino un espacio que combina todo eso y más: "Es todas esas cosas. Depende del artista, del público, de la búsqueda. Lo valioso es que es un hecho vivo, que sucede una vez y no se repite igual. En un mundo donde estamos todo el tiempo con el teléfono, espacios así son vitales. Es como leer un libro, pero con el celular lejos".

Pese a que logró conquistar el famoso "sueño americano" y las puertas en Estados Unidos quedaron abiertas gracias a su paso exitoso paso por Broadway -y a su debut en cine junto a Brendan Fraser en Hairbrained-, Josefina eligió volver a la Argentina. Su decisión de volver al país fue tan pasional como consciente: "Necesitaba tener los dos pies en el mismo lugar. Broadway fue increíble, pero es una picadora de carne: ocho funciones por semana, 700 en total. Después de eso necesitaba respirar. Amo mi vida en Argentina, mi comunidad teatral, mi familia. No me iría por cualquier proyecto. Fue totalmente una decisión del corazón".

Y cuando se le pregunta por su cuenta pendiente -Belma Kelly en Chicago-, respondió con mucha picardía y humor: "Tendrían que pagarme muy bien (risas). Y no sé si me iría un año. Tal vez un par de semanas, sí, porque en definitiva, de verdad amo mucho mi vida en Argentina y es fundamental para mí estar acá. De esta manera, Josefina se define como "camaleónica" y asegura que su casa está donde haya un grupo de trabajo amoroso: "Mi curiosidad artística no tiene límites. Puedo estar mañana colgada de un arnés tocando la guitarra". Esa imagen, lejos de ser solo una metáfora, conecta con uno de sus deseos latentes: lanzar su propio material como cantautora. 

La rosarina encara un desafío distinto: ser Valeria en Mi amiga y yo, una comedia "pura y dura"
La rosarina encara un desafío distinto: ser Valeria en Mi amiga y yo, una comedia "pura y dura"

De hecho, afirmó: "Tengo un puñado de canciones listas, pero todavía no sé cómo compartirlas, La faceta que está ahí es la cantautora-compositora. Ya tengo un puñado importante de canciones y de creaciones propias que en algún momento compartiré. Lo que pasa es que no sé de qué forma. Todavía no tomó la forma, o sea, la música está, lo que todavía no cobró vida es la forma en que voy a compartir eso y ni idea en qué tiempos tampoco. Pero eso es algo que está ahí pronto a compartirse".

Con 20 años de carrera y un recorrido que combina éxitos y experiencias que no repetiría, Josefina mira hacia atrás con otra perspectiva: "A los 20 uno se toma todo muy en serio. Hoy busco disfrutar más. Siempre estamos a tiempo de un volantazo". Al final, la invitación a Mi amiga y yo es clara: "Que vengan a divertirse, a desconectarse un rato de la Matrix, a reírse de lo que nos pasa como humanos. Y a identificarse, porque de una u otra manera todos nos vemos un poco en esta historia"

Este año, además de su trabajo en Mi amiga y yo, la actriz cruzó nuevamente el puente hacia el cine internacional: forma parte de El beso de la mujer araña, nueva adaptación de la novela de Manuel Puig protagonizada por Jennifer López y Diego Luna, ya presentada en el Festival de Sundance y con estreno previsto para octubre. Entre una producción de Hollywood y una comedia porteña, Josefina Scaglione demuestra que su escenario puede ser cualquier parte del mundo, pero su brújula siempre apunta al mismo lugar: actuar, cantar y bailar con la misma pasión que tenía a los 9 años. "Me gusta decir que me considero un intérprete y ahora quiero disfrutar", cerró. 

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