08 Octubre de 2025 12:01
La noticia del agravamiento en el estado de salud de Miguel Ángel Russo, quien lucha desde 2017 contra un cáncer de próstata, conmovió al mundo del fútbol argentino. El técnico de Boca Juniors, según confirmó el propio club en un comunicado oficial, "se encuentra cursando una internación domiciliaria con pronóstico reservado, recibiendo atención permanente de su equipo médico y del cuerpo médico del Club". Desde la AFA, Claudio Tapia, varios clubes del fútbol argentino y hasta la Conmebol, las muestras de afecto y respeto se multiplicaron en redes sociales. "Todo el fútbol argentino está con vos", escribió Tapia.

En ese sentido, la entidad sudamericana recordó al "campeón de América" con un mensaje de fuerza. En ese clima de preocupación y solidaridad, la figura de Russo -que el año pasado había confesado que "el fútbol me ayudó a no pensar en el cáncer"- volvió a convertirse en símbolo de entereza y lucha. Sin embargo, en medio de la angustia generalizada, el gesto del periodista de espectáculos Federico Flowers desató una tormenta en redes sociales. A través de su cuenta de X (ex Twitter), donde acumula unos 8 mil seguidores, publicó un mensaje enigmático y profundamente cuestionado: "Atentos con la salud de Miguel Ángel Russo".

Sin aportar información ni contexto, y en plena ola de rumores sobre el delicado presente que atraviesa el entrenador, Flowers buscó anticiparse a una eventual triste noticia sobre el estado del ex futbolista. Su posteo, que pretendía generar expectativa, fue rápidamente interpretado como un acto de morbo y oportunismo, y recibió una catarata de respuestas indignadas. "¿Te parece jugar con la salud de una persona? ¿Qué buscás, más interacciones?", le escribió un usuario.
Otros fueron mucho más duros: "Deberían bloquearte la cuenta"; "La put... que te parió, basura. Te regalo la interacción así te pagás un paquete de fideos"; "Dejá de generar especulaciones con la vida de una persona. Si sabés algo, decilo, y si no, respetá a un hombre enfermo y su familia". El repudio fue unánime y contundente. Cientos de mensajes le reprocharon su falta de ética y su utilización del dolor ajeno para conseguir visibilidad en redes.
Sin embargo, en lugar de ofrecer disculpas o intentar rectificarse, Flowers eligió doblar la apuesta. No sólo mantuvo vigente el tuit, sino que ante un periodista deportivo que había destacado el repudio que generó su mensaje, respondió con sarcasmo y desdén: "Típico de periodista deportivo resentido que no concibe que se metan en su ámbito. Seguí laburando amigo y dejá de hacerte mala sangre por el laburo del otro. Te mando un besito farandulero".

Sin una pizca de autocrítica, el mensaje confunde el ejercicio del periodismo con la búsqueda de clicks y notoriedad. Flowers no solo no mostró arrepentimiento, sino que convirtió las críticas en un nuevo espectáculo de vanidad. Mientras la familia de Miguel Ángel Russo pide privacidad y respeto, y el fútbol argentino se une en un mensaje de apoyo, algunos no hacen más que exponer el costado más miserable del espectáculo mediático.

