por Jimena Báez
30 Septiembre de 2025 12:26
La noche del lunes, la televisión argentina se vistió de gala para celebrar una nueva edición de los Martín Fierro 2025. Telefe transmitió la ceremonia en vivo desde la alfombra roja hasta la entrega de premios, pero hubo situaciones que las cámaras no registraron y que BigBang estuvo allí para contar.
La previa: primeras llegadas y tropiezos técnicos
La velada comenzó alrededor de las 19 horas, cuando los primeros invitados empezaban a llegar al Hotel Hilton. Mientras los periodistas esperaban afuera para entrevistar a las figuras más destacadas de la televisión, los primeros en aparecer fueron los famosos de "segunda línea". Y como era de esperar, algunos de los que se consideran grandes estrellas ni siquiera se detuvieron a posar para medios que no fueran Telefe.

Diego Poggio y Priscila Crivocapich estuvieron a cargo de la alfombra roja externa, ya que dentro del hotel había otra más extensa y, entre saludos a colegas, últimos retoques de maquillaje, pruebas de micrófonos y algún desfile improvisado para redes, todo empezó a tomar ritmo.
Iván de Pineda fue uno de los primeros en destacarse por su elegancia, pero también en sufrir los errores técnicos del vivo. Intentó abrir la transmisión, pero su micrófono se cortaba constantemente. Con frases de aliento como "dale que sale" o "la tercera es la vencida" quiso remontar la situación, aunque nunca funcionó. Frustrado, debió ingresar al hotel y retomar desde allí.

Algo similar ocurrió con Sol Pérez, que mientras recibía a los invitados debía grabar varias publicidades. Una de ellas le demandó más tiempo del previsto por fallas en micrófonos y cámaras, lo que la obligó a repetir la toma en varias ocasiones.
Política, humor e ironías en la alfombra
El primero en desfilar por la alfombra roja fue Robertito Funes, que no perdió la oportunidad de hablar de política con tono irónico: "Empecé trabajando en la Casa Rosada en el año 67. Mirá si conozco ñoquis. Siguen habiendo ñoquis, ahora hay menos ñoquis, hay más ravioles", expresó, para luego sentenciar que ningún político argentino merece un Martín Fierro.
Y si hay política mezclada con espectáculo, el Mago sin Dientes nunca falta: "Todavía no tuve la oportunidad, pero no pierdo las esperanzas", dijo cuando le preguntamos por un encuentro con Javier Milei. Y sumó: "Le diría que quiero ver a la Argentina salir adelante, que quiero lo mejor para el país y, como votante, quiero que me escuche".

Con el correr de las horas, las caras más reconocidas comenzaron a llegar: Wanda Nara, Yanina Latorre, Juli Poggio, Mirtha Legrand, Susana Giménez, Flor de la V y Juana Viale fueron algunas de las figuras que pasaron por la alfombra roja, pero ninguna quiso detenerse a hablar con la prensa. ¿Demasiado top para responder preguntas, pero listas para recibir un Martín Fierro?
Algunos famosos prometieron volver para dar entrevistas, pero nunca más se los volvió a ver. Otros sí se detuvieron unos minutos, aunque escapaban rápido del fuerte ruido generado por la protesta del Sindicato Argentino de Televisión (SATSAID), que con bombos y cantos reclamaba una recomposición salarial. Mientras algunos artistas empatizaban con los trabajadores, bailando o riéndose, otros se quejaban con frases como: "¿Cómo pueden entrevistar así?" o "qué quilombo".
El caos también se hizo sentir en la propia alfombra, que estaba más elevada que el vallado donde se ubicaban los periodistas. Varios famosos casi terminan en el piso al intentar acercarse para escuchar preguntas: Lizy Tagliani fue una de ellas. Pero eso fue mas bien karma instantáneo, ya que mala predisposición, se limitó a contestar rápido y se excusó diciendo que su hijo la esperaba adentro y que se hacia tarde: "No me preparo", respondió cuando le consultaron cómo se había preparado para la noche.

Cuando le pidieron describir la velada en tres palabras, la humorista esquivó la consigna: "Después, cuando pase, te aviso", dijo antes de salir corriendo. Una actitud muy distinta a la de Pampita, que no sólo habló con la prensa varias veces, sino que se mostró cercana y sonriente pese a la insistencia de los productores que le pedían que ingresara al salón. En primer lugar pasó con su hijo mayor, fruto de su relación Benjamín Vicuña. Un secreto: BigBang ingresó a la ceremonia justo detrás de ella y escuchó cómo le pregunto al adolescente por su padre: "¿Tu papá dónde está?", lo que refleja la buena relación que supieron construir luego del motorhome.
Regresando a la alfombra, la modelo habló para diferentes medios al mismo tiempo pero nunca perdió la elegancia y la sonrisa.
Luces, sombras y egos en la gala
A las 21 horas se dio inicio formal a la ceremonia. Cada famoso en su mesa, rodeado de familiares, amigos o colegas, mostraba la felicidad que exigían las cámaras. Cuando estas no los enfocaban, las sonrisas fingidas se relajaban. Wanda Nara, por ejemplo, se mostró distante, con aires de superioridad y sólo respondió a la prensa de Telefe, protegida por su hermana y su estilista. Llamó la atención que alguien que expone su vida en redes sociales evitara a los medios de los que vive.
Otros que no lograron disimular incomodidades fueron Nacho Castañares y "La Tora", obligados a compartir mesa pese a que su relación terminó en malos términos. Y como en toda reunión de la farándula, los chismes no faltaron: Ángel de Brito y Evangelina Anderson fueron vistos conversando en voz baja, lo que despertó rumores sobre si hablaban de los problemas con Martín Demichelis o de nuevas conquistas de la modelo.
El menú: un protagonista más
El catering estuvo a la altura de la gala. Cada invitado fue recibido con tres bocados agridulces. La entrada fue burrata cremosa con emulsión de pimientos, jamón crudo, esponja de olivas negras, manzana verde y frutos secos.

El plato principal consistió en costilla de novillo en cocción larga, acompañada de cremoso de zapallo, aceite de apio, habas tiernas y coles de Bruselas. Y el postre fue una textura de dulce de leche con chocolate, avellanas, pochoclos y licor irlandés.
Premios, homenajes y perlitas
Aunque muchos vean los Martín Fierro como una obligación, otros disfrutan de la celebración. Sin embargo, hacia la mitad de la ceremonia varias mesas ya estaban vacías. Wanda Nara se retiró luego de recibir el premio por Bake Off, argumentando que debía grabar MasterChef al día siguiente. Susana Giménez hizo lo mismo tras ser reconocida. En contraste, Mirtha Legrand permaneció hasta el final, rodeada de seguridad especial que impedía el acercamiento de colegas.
Uno de los momentos más emotivos fue el homenaje a Jorge Lanata, que puso de pie a todo el salón. Sus hijas miraron el video en silencio, sin despegarse la una de la otra y sin hablar con nadie.

La informalidad también se vivió en los pasillos: algunos se sacaban fotos, otros chusmeaban, y Barby Franco protagonizó una perlita cuando rompió un viejo teléfono decorativo en la entrada de los baños. Salió huyendo con la intención de no hacerse cargo del daño.
Una de las que más llamó la atención por el cambio de outfit fue Wanda Nara que prendió fuego al ceremonia al cambiarse su vestido negro azulado con el que llegó por otro negro que combinaba un delicado encaje con un despampanante escote en la espalda que dejó ver toda su esculpida figura.
Con el correr de las horas, las mesas empezaron a mezclarse y los egos dieron lugar al chisme y al reencuentro entre colegas.

Para sorpresa de todos los presentes, la noche culminó con Santiago del Moro recibiendo el Martín Fierro de Oro. Un premio inesperado que fue celebrado por los pocos que aún quedaban en el salón, quienes se levantaron de sus mesas para aplaudirlo y registrar el momento.
Así terminó una noche que combinó glamour, tensiones, egos, protestas y chismes a la altura de la tradición de los Martín Fierro. Entre sonrisas forzadas, famosos que esquivaron a la prensa, perlitas inesperadas y un menú digno de la realeza, la ceremonia volvió a demostrar que detrás de cada estatuilla se esconde el verdadero espectáculo: el show mediático que rodea a la televisión argentina.

