16 Septiembre de 2025 10:13
La vida de Robert Redford se apagó este martes a los 89 años en su casa de Provo, Utah. Según informó The New York Times, murió mientras dormía, acompañado de los suyos. Con él no se fue solo un actor de renombre mundial: también se despidió un director consagrado, un activista ecológico incansable, un impulsor del cine independiente y un símbolo cultural que marcó a varias generaciones. Nacido en Santa Mónica en 1936, Charles Robert Redford Jr. tuvo una juventud atravesada por la rebeldía y el dolor temprano: la muerte de su madre lo empujó a una etapa de desorientación que encontró salida en el arte.

El teatro lo rescató, y su talento natural, sumado a un magnetismo arrollador, lo llevó rápidamente de Broadway a Hollywood. Su consagración llegó de la mano de Butch Cassidy and the Sundance Kid (1969), junto a su amigo Paul Newman, con quien formó una de las duplas más recordadas de la historia del cine. Luego vendrían joyas como El golpe (1973), Todos los hombres del presidente (1976) y Memorias de África (1985), además de su aplaudido debut como director con Ordinary People (1980), que le valió el Óscar. Pero Redford fue mucho más que un galán de la pantalla grande. Creó en Utah el Instituto Sundance y el festival homónimo, hoy el epicentro del cine independiente a nivel mundial. Desde allí impulsó a generaciones de cineastas a hacer películas libres, arriesgadas, sin las ataduras de los grandes estudios.

Fuera de los sets, también se convirtió en un referente político y social. Defensor de causas progresistas, crítico acérrimo de Donald Trump, y activista comprometido con la ecología, Redford hizo de su fama un altavoz para advertir sobre el cambio climático y defender los espacios naturales que tanto amaba desde aquel primer viaje adolescente a Yosemite. Su vida personal estuvo marcada por alegrías y tragedias: la muerte de su hijo Scott en la infancia, su larga relación con Lola Van Wagenen, con quien compartió casi tres décadas, y más tarde su matrimonio con la pintora alemana Sibylle Szaggars.

En 2018 anunció su retiro definitivo de la actuación, cerrando el círculo con The Old Man & The Gun. Su última aparición en pantalla fue un breve regreso en Avengers: Endgame (2019), un guiño inesperado a nuevas generaciones que quizás lo conocieron más por los memes que por sus películas. Con la partida de Robert Redford se cierra un capítulo glorioso de Hollywood, pero su legado -el actor magnético, el director sensible, el ecologista comprometido, el soñador que levantó Sundance desde la nada- seguirá vivo. Como dijo alguna vez sobre su pasión por contar historias: "El arte nos ayuda a entendernos a nosotros mismos y a los demás. Esa es la razón por la que sigo aquí".

