Sentido adiós
19 Mayo de 2025 09:00
En la madrugada del domingo, el corazón de Raquel Hermida Leyenda se detuvo para siempre. Tenía 63 años y una vida consagrada a defender a mujeres en las causas más difíciles, en los momentos más oscuros, frente a un sistema que muchas veces no escucha. Entre quienes la lloran y la recuerdan con el mayor de los afectos están Calu Rivero y Anita Coacci, dos de las tantas actrices que encontraron en ella algo más que una abogada: una guardiana, una aliada, una amiga. "Se fue mi guardiana. La guardiana de muchas", escribió Rivero en sus redes sociales, junto a una imagen de sí misma con los ojos cubiertos de lágrimas y dos corazones: uno intacto, otro roto.
Y agregó: "Ella no arreglaba por dinero. Estoy con el corazón partido. QEPD Raquel Hermida Leyenda". La frase, breve pero demoledora, condensa lo que Hermida fue para muchas mujeres: una figura de coraje y contención, que puso el cuerpo y la ley al servicio de quienes se animaban a romper el silencio. El vínculo entre Hermida Leyenda y Calu Rivero se forjó en medio del huracán que fue el movimiento #NiUnaMenos. Fue ella quien se paró junto a la actriz cuando, luego de denunciar públicamente a Juan Darthés por acoso sexual, el actor la contrademandó por daños y perjuicios. La defensa no fue fácil. Rivero fue una de las primeras en hablar, y el costo fue alto.
Pero ahí estuvo Hermida, empuñando el Derecho con perspectiva de género, cuando el juicio era tan simbólico como jurídico. "Gracias a ellas pude enfrentar y ganar un juicio que Darthés inició contra mí cuando me animé a ser la primera en alzar la voz", escribió Calu en 2021, al cerrar legalmente aquel capítulo. Nombraba también a la abogada Marcela Arvia, con quien Hermida formó equipo en esa defensa histórica. Aquellas palabras, hoy, resuenan con la potencia del duelo y la gratitud.
Anita Coacci, otra de las mujeres que enfrentó la violencia con Hermida como sostén, también le dedicó un adiós conmovedor: "Gracias, siempre. Gracias por estar conmigo en uno de los momentos que más necesité. Gracias por tu incondicionalidad y por tu amistad. Hasta siempre, Raquel". Lo publicó en sus historias de Instagram, recordando no solo a la profesional, sino también a la amiga. Junto a aquellas palabras, compartió algunas de los momentos que vivió junto a la letrada.
Coacci fue denunciada por Darthés tras acusarlo mediáticamente de abuso. La causa judicial por calumnias e injurias se extendió durante tres años. Finalmente, en 2021, la Justicia cerró el caso a favor de la actriz. El actor nunca se presentó a declarar, ni mostró interés alguno por defenderse en los tribunales. Hermida acompañó a Coacci en cada instancia, con la paciencia y la firmeza de quien sabe que no toda defensa es técnica: también es emocional, también es política.
Raquel Hermida Leyenda fue mucho más que una letrada. Fue una pionera, una militante incómoda para el sistema judicial, una feminista que enfrentó estructuras rígidas con una mezcla única de conocimiento académico y visceral compromiso social. En una de sus últimas entrevistas, lo dijo con claridad: "En los medios suelen llamarme abogada feminista, pero usan el término como un ninguneo. Cuando llego a Tribunales se sorprenden: soy académica y los dejo en evidencia".
Representó a mujeres como Nahir Galarza, a quien defendió entre 2020 y 2022, y logró absoluciones en causas emblemáticas como la de Mafalda Secreto y Beatriz López. Fue clave en el fallo contra el ex futbolista Alexis Zárate, condenado por violación, al lograr que se valoraran los testimonios y peritajes psicológicos de la víctima. "Una feminista incómoda, una defensora incansable", como la definió Coacci citando un fragmento de una nota de este portal.
Su legado sigue latiendo en cada joven abogada que elige litigar con perspectiva de género, en cada mujer que encuentra fuerza para hablar, en cada fallo que se apoya en la jurisprudencia que ella ayudó a construir. Raquel murió en el CEMIC, tras una afección cardíaca que se agravó en los últimos días. Hija de inmigrantes españoles, decidió quedarse en la Argentina para estudiar Derecho cuando su familia volvió a Galicia. Hoy Calu Rivero, Anita Coacci y tantas otras la despiden con dolor, pero también con honra. Porque hay guardianas que no se van del todo. Se quedan en el eco de las voces que ayudaron a liberar.
