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Sin cobertura: el "mapa negro" de la telefonía 4G en la Argentina

Según OpenSignal, un sitio que genera mapas a partir de los datos que aportan los usuarios, la Argentina está en el puesto 65, entre 68 países medidos, en términos de cobertura de telefonía de cuarta generación. Los por qué del retraso.

06 Octubre de 2015 16:16
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En diciembre último la Argentina entró, muy rezagada, al creciente grupo de países que tienen 4G, esto es, una tecnología que permite que tu teléfono celular (o tu notebook, usando una antenita) se conecten a Internet a velocidad tipo banda ancha. De hecho, suele ser -cuando anda- más rápida que la conexión a Internet que podés tener en tu casa con un cablemódem o un servicio ADSL.

Así, se despidió de Cuba, Surinam y la Guyana francesa (sus compañeros sin 4G en América del sur) y se sumó al resto de la región para ofrecer banda ancha móvil LTE (dato canchero: 4G es un nombre marketinero que refiere a la cuarta generación de servicio celular; LTE es una de las tecnologías -pero no la única- que Unión Internacional de Telecomunicaciones considera de clase 4G). Al día de hoy, entre las tres operadoras tienen 2,5 millones de usuarios de 4G.

En negro, los lugares sin 4G del país: casi todo el territorio.

Pero semejante retraso tiene un costo: a diez meses de entrar en servicio, un informe de OpenSignal, un sitio que genera mapas de cobertura en todo el mundo a partir de los datos que aportan los usuarios (que se instalan una aplicación en el smartphone para ir midiendo la señal) ubica a la Argentina en el puesto 65, entre 68 países medidos, en términos de cobertura de 4G.

El mapa de la cobertura de 3G muestra mayor cobertura. 

En velocidad, el país está tan mal: 12 megabits por segundo es el promedio nacional, 12,6 megabits es el mundial, aunque muy lejos de los 36 megabits por segundo de Nueva Zelanda. Más megabits, más grande es el caño por donde vienen los datos que llegan a tu teléfono, más rápido carga todo.

Se compara en esa tabla con Europa y Asia, donde el 4G comenzó a operar entre 2009 y 2010, es decir, con países que nos llevan un lustro de ventaja instalando antenas. Aún así muestra los límites del servicio en nuestro país, más allá de la publicidad que estén haciendo las operadoras y el Gobierno.

OpenSignal no publicó solamente un informe: en su sitio se puede ver dónde hay 4G y dónde no, en base al informe -automático- que hacen los usuarios. En resumen: si no se está en el centro de las ciudades más grandes de la Argentina, no se ve el dibujito de 4G en el celular por un rato, y vas a tener que seguir dependiendo del 3G en el mejor de los casos. ¿Barrios alejados del centro? ¿Conurbano? Difícil, aunque no es lo mismo Pilar (uno de los primeros lugares con 4G, junto con el microcentro) que Ingeniero Budge.

Esto es premeditado: en la licitación de las frecuencias de 4G que definió el Gobierno (y por el que las tres operadoras pagaron unos US$ 2.000 de dólares) se marcaron cinco etapas: primero los grandes centros urbanos, luego las ciudades más chicas y más tarde los pueblos. Si se cumplen los plazos, en cinco años (2020) todas las poblaciones nacionales de más de 500 habitantes deberían tener 4G. Más o menos para cuando se espera que en el hemisferio norte comience a operar el servicio 5G.

Y si tenés un teléfono con 4G... ¿qué?

Necesitás un chip especial si tenés Movistar y Claro, si es de Personal no. Y necesitás un teléfono que tenga 4G, claro. Si lo vas a comprar afuera: tiene que tener la banda 4 de LTE (también conocida como AWS) y, si te movés fuera de Buenos Aires, te va a servir que también tenga la banda 28 (APT) que se usará en áreas suburbanas.

Pero cuidado: en promedio, con 4G gastás 3 o 4 veces más datos del abono si no se le pone rienda al asunto. Así que salvo que pagues un abono de los más caros, tenés que evitar, en lo posible, usar los servicios de streaming de video y de audio -los que más aprovechan el 4G- porque son los que más consumen datos.

Las tres operadoras locales cambiaron sus abonos para aprovechar esto, y ahora te dan más gigabytes de datos por mes, y permiten hacer un pago ocasional si se los agota a mitad de mes. Pero con un poco de juicio se debería poder evitarlo, porque el resto de las cosas (chat, mail, redes sociales) consume lo mismo de siempre. No es una mala idea, no obstante, desactivar la reproducción automática de videos en la aplicación de Facebook del teléfono; si el video arranca, es porque ya se descargó a tu teléfono. También se puede hacer que sólo se carguen automáticamente si estás en Wi-Fi.

Otro dato: aunque en teoría el 4G es más eficiente en el uso de la batería que el 3G, eso sólo es así si se está siempre en 4G; si, se va saltar de 4G a 3G todo el tiempo es posible que el impacto de la batería sea mayor. Pero depende de la zona donde el usuario se mueva, y del teléfono: los más nuevos son más eficientes en la gestión de la conexión.

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