07 Diciembre de 2016 13:40
“Enseñá menos, aprendé más” parece ser la clave del éxito de la educación de Singapur. Una vez más, el país asiático alcanzó el primer puesto en el informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA por sus siglas en inglés). Este informe se realiza cada tres años y mide los conocimientos de los alumnos que están cercanos a finalizar la educación obligatoria en distintas áreas. En último, de 2015, se centró en matemáticas, ciencias y lectura.
Singapur obtiene el primer lugar de la evaluación desde hace varios años, al igual que en otros estudios referidos a educación. Por eso nos preguntamos, ¿cuál es su secreto?
La respuesta la dio Pak Tee Ng, decano y responsable del liderazgo en el Grupo de Estudios Académicos del Instituto Nacional de Educación de Singapur. En 2013, subió a YouTube un video que se llamaba “Enseña menos, aprende más”. Allí aclara que su qeuipo no se centra tanto en los resultados del informe PISA como en la educación de los estudiantes en las escuelas.
Así estudian.
Estos son los tres principios del sistema educativo que hacen al éxito de Singapur:
#1 Entienden la educación como una inversión y no como un gasto. Jamás recortaron su presupuesto en el área, ni siquiera en tiempos complicados desde el punto de vista financiero.
#2 Reclutan muy buenos profesores y prestan especial atención al desarrollo profesional de los mismos.
#3 Sostiene un trabajo conjunto entre el gobierno, el ministerio de educación, las escuelas y los profesores, para lograr objetivos comunes.
De avanzada.
La columna vertebral de la educación singapurense es el programa Edusave, lanzado en 1993 con el fin de maximizar las oportunidades para los estudiantes. Uno de sus objetivos es que los alumnos sobresalgan en áreas académicas y no académicas, según cuenta su web. El Gobierno local comenzó aportando 1.000 millones de dólares para el programa, y en 2013 alcanzó los 5.500 millones de dólares.
Más allá de los límites.
Más calidad que cantidad:
Se enfocan en aspectos como la creatividad y el pensamiento crítico más que en los exámenes. Centrar la descentralización, aunque parezca imposible, es la táctica de su ministerio de educación. Todas las escuelas, de las 63 islas que conforman el país, tienen un objetivo común, pero alientan a cada institución a que diseñe un sistema de enseñanza y aprendizaje propio, en consonancia con las necesidades de sus estudiantes.
Hoy en Singapur se prepara a todos los alumnos con el modelo de escuela del futuro. Desde los tres años de edad los alumnos aprenden a programar circuitos, drones y videjuegos, otro ejemplo para la educación de todo el mundo.