16 Marzo de 2016 14:29

Mañana se estrena la comedia que vuelve a reunir a Adrián Suar y Valeria Bertucelli en la pantalla. Cuenta la historia de dos actores que se conocen y enamoran en un set y se casan al toque. Ella, cegada por el personaje de caballero sensible, descubre al poco tiempo que en realidad él es un frívolo, un egoísta y un imbécil, muy lejano a lo que ella creyó ver en él.
¿Te suena? Bueno, es una secuencia bastante común en la vida real. Pero atención, porque siempre asoman pistas a través de la convivencia. Aunque ahora muchas parejas opten por sólo convivir en vez de casarse, para ambos casos aplica esta lista de señales que pueden evitar que llegues a la triste conclusión tras los primeros meses (o días, o semanas), parada frente al espejo del baño, llorando y repitiéndote a vos misma: “¡Es tan pero tan boludo!”.
Si después de una noche de sexo en el desayuno te dice algo así como: “la verdad, conmigo te ganaste la lotería, chiquita”... Si lo dice una vez, ok. A la segunda, risita nerviosa. A la tercera, decile que donás el monto entero del premio al Cotolengo Don Orionne y andate.
De golpe, se da cuenta.
Si considera que su pene es su mejor parte, le pone nombres, o te dice “saludá al amigo que lo tenés abandonado”, o “acá dice Cachito que a la noche va a visitar a Totita”. Es un boludo, no tengas dudas.
Si es fan de hacer gracias “de hombre”: se toma toda la cerveza junta de un solo trago, mueve los pectorales cuando le estás hablando de algo serio, o eructa diciendo el abecedario, ¡no insistas, es un re boludo!
Si a pesar de que están juntos fanfarronea en las redes sociales para que otras mujeres lo adulen, se saca selfies sexys todo el tiempo o sube fotos haciendo caras o con miles de emoticones... ¡Boludo narcisista!
Si se ríe sólo de sus propios chistes, o tipo Homero Simpson, o suelta una risita sutil mientras mira su computadora sin participarte, no hay mucho que analizar, ¿no?
Si habla mal todo el tiempo de sus ex mujeres o novias... #HolaBoludo
Si cuando le preguntan "¿para cuándo los hijos?" contesta: "estamos escribiendo cartitas a París". Bue...
Si cuando bebe, bebe demasiado, y no es exactamente un caballero cuando lo hace. Y encima después no se acuerda de las cagadas que se mandó borracho y mucho menos se hace cargo, es un boludo a pedal.
Si nunca quiere ir al cine, a comer afuera, a pasear, a andar en bici, a ver una muestra de arte, hacer un asado, ni ninguna de esas cosas que hacían antes de mudarse juntos y ahora, todo es sillón, Netflix, y a lo sumo un amigote viene a ver el partido del domingo: es un boludo sedentario.
Si cuando van al súper y está atento a llenar el changuito con lo que sólo a él le gusta, sea whisky, comidas, galletitas, bebidas, fragancia de jabón, etc., es un boludo egoísta.
Si se llena el departamento de cucarachas y se pone a llorar o te pide que le avises cuando el fumigador termine para volver a casa. Boludo poco hombre.
Si a la semana de vivir juntos llama a la mamá y le pide que le mande unos tuppers con el pollo a la cacerola que le preparó siempre, y a vos te dice “en tu vida probaste algo así”, es un boludo mamerto que no se va a curar nunca.