10 Agosto de 2016 07:12
El decaimiento de los niveles de agua conduce a la pérdida de electrolitos, muy responsables en las funciones vitales del cuerpo. Las consecuencias son variadas.
Si no se tiene la costumbre de consumir la suficiente cantidad de agua, pueden aparecer anomalías que deriven en un problema de salud grave. Cuando el agua o la nutrición no son las que corresponden, podemos sentir cansancio, fatiga y muchos otros efectos negativos en nuestra salud. Pero todo se puede revertir si le prestamos atención a las señales de nuestro cuerpo.
¿Hidratarse? ¡fundamental!
¿Cómo podemos darnos cuenta de que estamos deshidratados?
Ojeras:
¡Ojeras, no!
La falta de agua debilita la piel que se encuentra bajo los ojos, y esto se traduce en ojeras. Además, la mencionada falta de electrolitos y potasio es dañina para la salud de los ojos, por eso pierden brillo y se secan.
Manos y piel seca:
Tus manos también necesitan agua.
La piel refleja rápidamente la falta de agua, sobre todo en las manos, las uñas y el cuero cabelludo. La solución no está en las cremas hidratantes. Lo esencial es una hidratación abundante para que todo vuelva a la normalidad.
Acné:
¡Con los deditos, no!
La falta de agua lleva a la acumulación de toxinas y produce aparición de acné. Por otro lado, el agua previene el envejecimiento prematuro de la piel y ayuda a mantener la firmeza y el colágeno.
Dolor de cabeza:
Falta der agua = dolores de cabeza.
Si no se consume una cantidad suficiente de agua, el organismo intentará conservar la que tiene para cumplir con las funciones básicas. Para ello, se contraen los vasos sanguíneos y se reduce el suministro de oxígeno y sangre al cerebro. Este esfuerzo extra se ve reflejado en migrañas y mareos.
Estreñimiento:
El sistema digestivo, muy afectado sin agua.
El agua procesa los alimentos y los lubrica para poder eliminarlos. Si el cuerpo está deshidratado, no tiene el líquido suficiente para eliminar los deshechos y comienza a producir estreñimiento. El agua también ayuda a eliminar las toxinas y mantiene a ritmo al metabolismo. No consumirla puede traernos graves problemas digestivos.
¿Cómo evitar la deshidratación?
Fundamental.
Tomá agua antes de sentir sed: la sed es un síntoma de falta de agua. Cuando aparece, ya comenzó la deshidratación.
Hidratate antes de hacer actividad física: Es fundamental estar bien hidratado antes, durante y después del ejercicio, para una buena función del organismo durante la exigencia.
Comé alimentos que contengan agua: Las frutas, verduras y hortalizas son grandes aliados para abastecer de agua al cuerpo.
¡Incorporá más agua a tu vida!
Evitá el consumo de bebidas alcohólicas: Al tener un efecto diurético, deshidratan y hacen que se pierdan grandes cantidades de líquido.
Aumentá el consumo de agua durante el verano: Parece básico, ¡pero recordarlo nunca está demás!
