31 Octubre de 2015 18:55
La caída de un avión comercial ruso en Egipto causó este sábado la muerte a 217 turistas y siete tripulantes.
La cola del avión, destrozada.
Aunque las autoridades atribuyeron el siniestro a una falla mecánica en un motor, el grupo terrorista Estado Islámico se adjudicó el episodio como un atentado.
Murieron 224 personas.
El Airbus A-321 se estrelló al sur de la ciudad egipcia de Al Arish, capital de la provincia del Norte de Sinaí, cuando cubría el trayecto Sharm el Sheij-San Petesburgo.
El avión quedó irreconocible.
El avión perdió altura de manera brusca. Poco después de despegar, el piloto habría pedido a la torre de control permiso para realizar un aterrizaje de emergencia en El Cairo.
Allegados a las víctimas, angustiados por la noticia.
La aeronave pertenecía a la compañía rusa MetroJet, fundada en 1993. La agencia RIA Nóvosti reportó que los tripulantes llevaban varias semanas quejándose de problemas en su funcionamiento.
El traslado de los cuerpos.
Para el presidente del organismo responsable de los aeropuertos egipcios, el aparato estaba en "buen estado" para volar.
Las primeras tareas de rescate.
"Según los datos de que se dispone actualmente, basados en nuestros contactos de trabajo con la parte egipcia, la información de que el avión fue derribado no se puede considerar verídica", planteó el ministro de Transporte ruso, Maxim Sokolov.
Los cuerpos de los pasajeros fueron trasladados a una morgue de El Cairo.
El presidente ruso, Vladimir Putin, pidió que se conforme una comisión especial para investigar lo sucedido.
