11 Septiembre de 2025 11:11
El miércoles, la rutina escolar en el departamento de La Paz, Mendoza, se quebró de manera brutal. Una adolescente de 14 años irrumpió armada en la escuela Marcelino Blanco y se atrincheró durante más de seis horas, sembrando el pánico entre estudiantes, docentes y familias. Armada con una pistola 9 milímetros -con la que llegó a efectuar al menos tres disparos- y dos cuchillos, la chica recorrió pasillos y aulas apuntando a sus compañeros y a profesores, en particular a una docente de matemáticas y a un compañero señalado como agresores en episodios de bullying. El terror comenzó alrededor de las 9:30, tras el primer recreo.

Según testigos, la menor recargó el arma en el baño y comenzó a golpear puertas de aulas con la culata, obligando a los estudiantes a refugiarse bajo los pupitres mientras la policía rodeaba la manzana. "Cuando entró al aula, decía que si no le traían a Raquel, ella se podía matar", relató una compañera -testigo directa del hecho- en diálogo con Radio Mitre, que además aseguró que la atacante había apuntado a un chico en la cabeza y llegó a amenazar a la docente de matemáticas: "Iba decidida a matarla".
El caos se extendió durante horas. Estudiantes con crisis nerviosas, otros desmayados y docentes paralizados describieron una jornada marcada por el miedo. Una alumna alcanzó a enviar un mensaje de voz a su madre: "Mami, la puta que me parió, está tirando tiros, está reloca la pendeja. Acá están todos llorando". La escena, según los padres, fue desesperante: chicos corriendo, madres llorando y policías ordenando tirarse al suelo mientras se escuchaban detonaciones dentro del edificio.
El trasfondo de lo ocurrido apunta a una historia de bullying y soledad. Compañeros y familiares señalaron que la adolescente había anticipado semanas antes que iba a llevar a cabo este plan: "Quiero traer el arma sin cargar, solo para asustarlos", le habría dicho a su círculo íntimo. Pero el miércoles entró con el arma lista para disparar. Una de sus compañeras sostuvo que tanto ella como la agresora eran víctimas de hostigamiento por parte de un grupo de alumnas: "Muchos niños le hacen bullying en la escuela. A ella y a mí también. Es por el tema del físico. Mi familia se fue a quejar, pero ellos no hicieron nada".
El operativo policial incluyó la evacuación total del establecimiento, el corte de calles y la intervención del Grupo de Resolución de Incidentes y Secuestros (GRIS). La negociación comenzó pasadas las 11:30 y recién a las 15 la adolescente entregó el arma, tras ser contenida por una mediadora. Una ambulancia la trasladó al Hospital Pediátrico Humberto Notti de Guaymallén, donde permanece internada en sala común, bajo seguimiento de equipos médicos y de salud mental. Según trascendió, la pistola podría pertenecer a su padre, miembro de la Policía de San Luis.
Las autoridades provinciales intentaron llevar calma. La ministra de Seguridad, Mercedes Rus, confirmó que la menor se encuentra fuera de peligro físico y que el abordaje será desde la salud mental. En tanto, el ministro de Educación, Tadeo García Salazar, aseguró que "no había registros de situaciones previas en el sistema educativo" y que la alumna tenía buen rendimiento académico, aunque el relato de compañeros y padres puso en evidencia una realidad muy distinta. "Le apuntó a mi hija y le ordenó que se metiera al aula. Ella logró contener a sus compañeros, pero una de las chicas tuvo una crisis nerviosa", relató la madre de una de las alumnas a TN.
La comunidad educativa de La Paz quedó marcada por una experiencia traumática que expuso las grietas del sistema: la falta de respuesta frente al bullying, la facilidad de acceso a un arma de fuego y la vulnerabilidad de los adolescentes. Yo entré llorando a mi aula. Estaban todos gritando. Llega la policía, cortan las calles, se ponen una ventana de cada aula y nos dicen que nos agachemos, porque ella andaba por las puertas de todas las aulas apuntándonos. Escuché tres tiros. Ella andaba callada. Bajó el arma y tiró un tiro para abajo", detalló la alumna y sentenció: "A ella le decían que tenía como un pequeño retraso mental y que se trababa en el tema del habla. Pero no tenía problema con nadie, es una niña muy tranquila pero muchas amistades no tenía".

