05 Diciembre de 2025 11:58
Durante tarde del jueves, el corazón de La Plata quedó paralizado por una escena que combinó desesperación, violencia y una tensión que parece acumularse en cada cuadra. Un joven terminó reducido en el suelo, semidesnudo y rodeado por un grupo de transeúntes que lo acusaban de haber intentado robarle a un hombre en silla de ruedas. Todo ocurrió en la concurrida diagonal 80, entre 46 y 4, en un horario en el que el movimiento peatonal suele ser intenso y continuo.
El episodio, reconstruido a partir de la información brindada por el medio local 0221, comenzó con un pedido de auxilio que resonó entre los edificios y comercios de la zona. La presunta víctima pidió ayuda "a los gritos", según relataron testigos, y de inmediato varias personas comenzaron a correr al sospechoso en una escena tan veloz como desbordada. No pasaron muchos metros hasta que el joven terminó en el suelo, forcejeando mientras algunos de los presentes lo sujetaban con fuerza.
En medio del tumulto, parte de su ropa terminó arrancada, un detalle que volvió aún más violento el cuadro general. La tensión creció al ritmo de los empujones, golpes y los gritos. "Podría ser inocente", advirtió una vecina que intentó frenar el ataque. Otro testigo fue más contundente: "No corresponde golpear a una persona sin tener certezas, eso le compete a la Justicia". Las voces disonantes se mezclaron con las de quienes, convencidos de lo ocurrido, reclamaban castigo inmediato.
En cuestión de segundos, el centro platense se convirtió en un territorio inflamable, donde la duda y la furia convivían a centímetros de distancia. Minutos después, agentes de la Patrulla Municipal y de la Policía Bonaerense irrumpieron en la escena para separar a las partes y evitar un desenlace todavía más grave. El joven fue demorado para su identificación mientras los efectivos intentaban reconstruir el caos que había estallado minutos antes.
En paralelo, personal de la Comisaría Primera inició el protocolo habitual: tomó testimonios del hombre en silla de ruedas, de los testigos que intervinieron y de quienes presenciaron de lejos la secuencia. También se registraron fotografías y se comenzó a relevar cámaras de seguridad para determinar qué pasó realmente antes de la corrida. Ahora, la investigación quedó en manos de la Comisaría Primera y del Ministerio Público Fiscal, que deberán establecer si existió o no un intento de robo y, eventualmente, avanzar en una imputación.

