01 Diciembre de 2025 11:37
Lo que debería haber sido una jornada de alegría y festejo para los estudiantes de secundaria en su "Último Último Día" (UUD) terminó convirtiéndose en un escenario de violencia y descontrol en diversos puntos de la provincia de Buenos Aires. El episodio más grave se registró en San Justo, partido de La Matanza, donde los festejos desbordaron en enfrentamientos masivos.
En la plaza central de San Justo, los disturbios llegaron a tal magnitud que la Policía Bonaerense se vio obligada a intervenir con un vallado para intentar contener a los grupos de jóvenes que se enfrentaban con piedras y botellas. Sin embargo, las medidas preventivas resultaron insuficientes.

Según el informe policial, varios adolescentes resultaron heridos durante los incidentes, aunque las autoridades no precisaron el número exacto de afectados y/o heridos. Para dispersar a la multitud, las fuerzas de seguridad utilizaron gases lacrimógenos, lo que generó aún más caos y pánico entre los presentes.
El "UUD", una tradición de chicos y chicas del secundario que simboliza el cierre del ciclo lectivo, se transformó en un evento marcado por la violencia en los últimos años. Este fenómeno no se limitó a La Matanza; localidades como Tigre, Moreno y Florencio Varela también reportaron episodios similares.
En Florencio Varela, el Cruce Varela fue escenario de choques entre estudiantes de distintas escuelas. Testigos describieron un ambiente de "total descontrol", donde grupos rivales se tiraban piedras mientras corrían hacia la Plaza Central. Comerciantes de la zona expresaron su preocupación por los daños materiales y la falta de control por parte de las autoridades.
En Tigre, las celebraciones también se vieron empañadas por enfrentamientos violentos que dejaron a varios jóvenes heridos. Mientras tanto, en Moreno, videos difundidos en redes sociales muestran a estudiantes peleando en medio de una ronda de sus propios compañeros que grababan la escena con sus teléfonos.
El aumento de estos episodios violentos encienden las alarmas entre las autoridades locales y los padres de los estudiantes. Si bien las celebraciones del "Último Último Día" son una tradición profundamente arraigada, su progresiva transformación en eventos peligrosos plantea serios cuestionamientos sobre la capacidad de prevención y control en estas fechas.

