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Denuncian "mala praxis" en el Sanatorio San Justo: "Me dieron a mi hijo en un cajón"

Jorge y Mariela denunciaron que su hijo Brian fue víctima de los médicos que los atendieron en la clínica del gremio Camioneros.

por Alejo Paredes

05 Junio de 2019 17:02
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Hace casi dos años, la vida de Mariela Rivero y Jorge Quiroga cambió para siempre. Ambos sufrieron lo peor que le puede pasar a un padre: tras 41 semanas de embarazo, ambos se dirigieron al Sanatorio de Camioneros ubicada en San Justo para recibir a Brian.

El pequeño iba a nacer por parto natural, pero durante el nacimiento las condiciones se complicaron y los médicos decidieron que Mariela fuera operada. No había anestesista, lo que demoró la operación y, según denuncian los papás, provocó la muerte de Brian.

Todo ocurrió el 7 de julio de 2017. “Yo tenía un embarazo de 41 semanas, fui a ver a mi médico en los consultorios de Thames -en San Isidro, donde periódicamente se realizaba los controles- y me mando inducir el parto”, le cuenta Mariela a BigBang.

Según relató, durante todo el embarazo no tuvo complicaciones y sabía que estaba esperando un saludable bebé de 3.9 kilos. “Fui al sanatorio de camioneros en San Justo y primero no me quisieron atender porque tenía que hacerme un monitoreo”, explicó.

Mariela llegó al mediodía al Sanatorio y a las 14 horas se realizó el correspondiente monitoreo. Y como venía ocurriendo en todos los exámenes durante el embarazo, este último estudio indicó que Brian se encontraba en “óptimas condiciones”. “El mismo salió bien y la Dra. Galván nos felicitó porque nos decía que íbamos a tener un bebé sano”, recordó.

Pero a partir de ahí, Mariela comenzó a vivir una pesadilla de la que no se pudo volver a despertar jamás. A las 14.30 de ese 7 de julio, fue internada en la habitación 503. “Hacemos el papeleo y nos mandan a internación. Me dan una bata, le mando una foto a mi familia y les muestro que estaba bien. Quedé internada y a la hora me ponen una pastilla para dilatar”, cuenta.

Y sigue: “La Dra. Aguirre me revisa y me dice que no me podía levantar por algunas horas. Cada tanto me hacía el monitoreo. Yo estaba feliz, el bebé se escuchaba muy bien. Estaba todo perfecto. A las 20 horas cambia la guardia. La Dra. González me hace otro monitoreo, en una me apretaba la panza y me hacía doler mientras hablaba por el celular”.

Mariela recordó que al momento de hacerle los controles, el personal del nosocomio la trataba de “mala manera”. “Ella me apretaba y me hacía doler. Pero dio todo bien. Le dije a mi marido que me atendió de forma bruta. Estaba alterada, muy bruta y me atendió mal”, detalló.

Llegaron las 12 de la noche y, según le relató a este portal, comenzó a sentir muchos dolores, lo que obligó a su marido a dar aviso a enfermería: “Le dijeron que era normal. Llegó las 2 de la mañana, los dolores empeoraron y mi marido dio aviso de nuevo porque no daba más”

En su relato, Mariela contó que las enfermeras la mandaron higienizarse y al llegar al baño comenzó a sangrar. “Perdí mucha sangre y el líquido amniótico. Me pusieron un pañal, me acostaron y llamaron a la médica que tardó una hora en llegar”, sostuvo.

En este punto de la charla, Mariela no pudo seguir contando esta historia que le sigue "desgarrando el alma" y le pasó el teléfono a su marido, Jorge. “Estamos mal desde qué pasó esto. Cuesta contarlo, pero queremos hacerlo público. Yo voy a enfermería, a la 2 de la mañana empezó a sangrar y fui a avisar a enfermería otra vez. Le traen un pañal y lo acuestan sobre él”, recuerda.

Al tiempo llegó la obstetra, quien según remarca Jorge, que tardó una hora. “Traen la camilla, pero mi señora ya no estaba en condiciones de tener un parto normal. Estábamos desde el mediodía ahí y esto pasó 14 horas después. Estaba sin comer y sin fuerza”, puntualizó.  

Y continuó: “Llegamos al ascensor y no venía. Estábamos en el quinto piso y la sala de parto estaba en el cuarto. Empezaron todos a gritar y nos dijeron que iba a parir ahí nomás. Traen todo como para tener familia en el pasillo y después de 20 minutos llega el ascensor”.

A Mariela la llevaron a la sala de parto, ubicada en el cuarto piso del Sanatorio. A Jorge lo vistieron para ver el nacimiento de su hijo y le aseguraron que el nacimiento iba a transcurrir como estaba planificado: por parto natural y no por cesárea.

Ya en la sala de parto, Mariela fue asistida por una médica y tres enfermeras, le hicieron un nuevo monitoreo, le avisaron que todo estaba en perfectas condiciones y le pidieron que hiciera fuerza para la llegada de Brian: “Mariela hacía fuerza, pero Brian no salía. Y la panza se le inflaba. La Dra. Quinteros metió la mano y nos dijo que no encontraba la cabeza del bebé”. 

Según contó Jorge, Mariela lloraba de la fuerza y el dolor que sentía. “La Dra. González se sube a un banquito y le comenzó a pegar con el codo en la panza a Mariela. Y la Dra. Quinteros gritaba que no encontraba al bebé- La llevan al monitoreo, me sacaron porque se complicó el parto y dijeron que tenían que hacer una cesárea de emergencia”, le dijo a este portal.

Sin embargo, para la cesárea tenían que esperar a la anestesióloga, la cual habría tardado una hora en llegar: “A la hora veo pasar a la obstetra corriendo con mi bebé muerto y negro en sus brazos. La Dra. González me dijo que ´pasó lo peor´. Le pusieron un respirador e intentaron por media hora reanimarlo. Me hicieron firmar un papel, mientras estaba llorando y desesperado”.

Brian nació cerca de las 5 de la mañana del lunes 8 de julio. Dadas las reanimaciones del cuerpo médico, las cuales duraron 27 minutos, lograron revivirlo, pero por la falta de oxígeno sufrió severos daños en sus órganos: “A la hora vienen los médicos y me dicen que como la anestesista tardo, tuvo un sufrimiento fetal y que si vivía quedaba con muchas secuelas”.

Según Jorge, las Dras. González y Quinteros (ambas participaron de la cesárea) le señalaron a él y al padre de Mariela, Horacio, que el parto se complicó y responsabilizaron a Mariela por las condiciones en las que nació Brian: “Le echaron la culpa a Mariela, que no colaboró. Nos dijeron que los estudios eran erróneos, que Brian era prematuro y que no tenía buen peso”.

“Nos dijeron que pesó 2.7 kilos y los estudios nos decían que estaba en 3.9 kilos. Yo no leí nada de lo que me hicieron firmar. El papel que firmé decía que yo vi nacer a mi hijo vivo y yo no lo vi nacer vivo. Grabé a médicos que me confesaban todo. Que me decían que no trabajaban a la madrugada con anestesista. Los directores no me dieron explicaciones y le echaron la culpa a Mariela”, sumó.

Brian estuvo 12 días en una incubadora, sin abrir los ojos, sin hacer un solo movimiento, conectado a un respirador que lo mantenía con vida. “Ellos dicen que Brian estuvo vivo, pero ya estaba muerto. Hasta el día de hoy me duele todo al hablar de esto. Me enfermaron”, manifestó Jorge, visiblemente conmovido al recordar el fallecimiento de su hijo.

El pequeño, según la autopsia, falleció por una anoxia intrauterina. “Tuvo muerte cerebral a causa de estos médicos. Lo único que lo hacía vivir era el respirador artificial. Los médicos saben que la mala praxis es difícil de comprobar. Porque la justicia analiza la historia clínica de mi hijo hecha por los mismos médicos que lo mataron”, resaltó Jorge.

Y agregó: “Ellos van a poner lo que les conviene. El perito nuestro nos confirmó que hubo negligencia por parte del Hospital”. Jorge recibió el llamado de Liliana Esther Zulet, la tercera esposa de Hugo Moyano y la administradora la obra social de camioneros Oschoca. “Nos dijo que iba a tomar cartas en el asunto para dejar a Mariela internada”, contó.

Además, explicó que la mujer del presidente del Club Atlético Independiente le iba a mandar “a dos hombre de su confianza” para que le cuenten todo lo que pasó. “Oscar D'Onofrio (el director de la obra social) nos dijo que la culpa era de Mariela. Nos dijo que el día de mañana si se comprueba lo de tu bebé te vamos a dar una devolución. Yo entendí que me quería dar plata y lo insulté”, recordó.

Mariela y Jorge hicieron la denuncia en la comisaría N°1 de San Justo y la causa quedó a manos de La fiscalía N°8 San Justo. Ambos recuerdan que, por orden de los directores del Sanatorio, a Mariela le quisieron dar de alta a pesar de sufrir principio de anemia: “Le hicieron una transfusión de sangre porque Mariela se moría. Un día después de que le habían dado de alta”.

Por último, Mariela volvió a retomar la llamada con este portal y sentenció: “Me hicieron sufrir como una perra. Sentí toda la operación. En neonatología fueron cómplices de la muerte de mi nene. Los papeles los falsificaron y se contradijeron.  Decían que pesó 2.7, al otro día 2.9, después cambiaron a 3.5 y en la autopsia decía que Brian peso 3.9 kilos. Quiero ir hasta las últimas consecuencias porque ellos mataron a mi hijo. Me lo dieron en un cajón a mi hijo”. 

BigBang intentó comunicarse con el Sanatorio, pero decidieron evitar dar declaraciones al respecto. Luego de varias llamadas no quisieron contestar a ninguna pregunta sobre el caso.

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