28 Octubre de 2025 12:44
En una mañana cargada de emociones y simbolismo, Gloria Romero, madre de Cecilia Strzyzowski, regresó a Chaco para enfrentar el inicio del juicio por el femicidio de su hija. Este proceso busca justicia para la víctima pero pone también en evidencia la resistencia y la lucha de una mujer que enfrentó sistemáticamente amenazas, acoso y un dolor inimaginable.
Romero, quien había abandonado la provincia hace dos años tras el asesinato de Cecilia, llegó acompañada por su hija menor, Ángela; Ambas fueron recibidas en el aeropuerto de Resistencia con abrazos y muestras de apoyo. "Fuerza Gloria", le dijo una mujer mientras la abrazaba, un gesto que refleja el respaldo colectivo hacia quien regresó a la provincia para declarar contra el clan Sena, señalado como responsable del crimen. Cabe recordar que la mamá de Cecilia se vio forzada a vivir en Cushamen en Chubut y luego en El Bolsón, en la provincia de Río Negro por las amenazas que sufría permanentemente en su provincia natal.

La presencia de Gloria en el juicio no es solo un acto judicial sino también un testimonio de fortaleza y amor materno: "Estoy como se puede. He llorado toda la semana. Es revivir todo de nuevo en carne viva", expresó con sinceridad ante la prensa. A pesar de las amenazas que la obligaron a ella y a su familia a vivir bajo custodia policial, Gloria se mantiene firme: "Tengo fe en que la gente entendió que tiene que decir 'Basta'", expresó contundentemente.
Las palabras de Gloria son realmente estremecedoras: "Sin perpetua no hay Justicia. No mostraron una gota de arrepentimiento. Quieren hacer pasar esto como una medida política", dijo.

El relato de Gloria sobre su última interacción con Cecilia resalta la humanidad detrás de los titulares. Recordó el abrazo que compartieron el 31 de mayo de 2023, cuando su hija estrenaba un buzo rosa: "Todavía puedo sentirle el perfume...". Ese recuerdo contrasta con la crudeza de haber identificado lo poco que quedó de Cecilia tras su asesinato: "No me dejaron nada de mi hija, todo estaba quemado, todo estaba destruido: era puro hollín. Lo único que me quedó fue un mechón de su cabello, cuando se lo cortó de adolescente. El porqué y el cómo la mataron no lo sé. Si fue rápido, si la torturaron... no sé lo que le hicieron ni de qué forma", recordó.
El retorno de Gloria a Chaco no solo representa un acto físico, sino también un proceso emocional profundamente doloroso: según comentaron los allegados a la causa, no puede alojarse en la casa donde vivía Mercedes Valois Flores, tía abuela de Cecilia, porque los recuerdos y objetos personales de su hija aún llenan ese espacio. Sin embargo, su determinación se mantiene intacta.

Este juicio por jurados busca enviar un mensaje contundente contra la impunidad. Gloria será la primera en declarar entre los 53 testigos previstos y, su pedido para que los principales acusados no estén presentes durante su testimonio refleja el impacto psicológico que estos casos generan en las víctimas indirectas.
Ahora Gloria Romero permanecerá en Chaco hasta el 7 de noviembre aunque el debate oral se extenderá hasta el 20 de noviembre y su situación es realmente preocupantes; en declaraciones anteriores dijo: "¿Cómo no voy a tener custodia si sigo amenazada? Los Sena dijeron que, si les daban perpetua, se iban a encargar de mi otra hija". Mientras, su hija Ángela expresó: "No quiero que esté expuesta a todo eso y la única manera de protegerla es llevándomela".

