por Leo Morales
10 Febrero de 2023 17:38Se rompió el pacto de silencio. Cuatro días tardó en quebrarse la unidad que supo forjat durante más de tres años Hugo Tomei, el abogado que defendió desde el primer día a los rugbiers de Zárate, hoy condenados por el asesinato de Fernando Báez Sosa.
La fallida defensa en bloque no sólo dejó un sabor amargo entre los condenados, sino que además desarmó por completo el scrum que hasta ahora los unía. Quien dio el primer paso fue Blas Cinalli, uno de los tres que recibió la pena de 15 años de prisión por el delito de partícipe secundario del "homicidio doblemente agravado por el concurso premeditado de dos o más personas y por alevosía, en concurso ideal con lesiones leves".
En la madrugada de este viernes, el periodista Cristian Echeverria recibió mensajes en Instagram que venían de una cuenta con el nombre de @Cinalli.Blas. Desde la misma, que horas más tarde fue dada de baja, se le comenzó a pedir que "dejen de insultarlos" y que escuchasen al menos lo que él tenía para decir.
“Esto fue a la madrugada y yo lo leo hoy (por el viernes). Lo primero que tenía era la duda de si era verdad o no que era Blas Cinalli. De hecho, para mí era trucho. Por este motivo le pido una prueba, una foto o un audio, a lo que me responde con una foto en la que está él”, explica Echeverria, conocido como "Eche", en diálogo con BigBang.
Blas Cinalli rompió el pacto de silencio: "Voy a cambiar de abogado, no le pegué a Fernando"
El periodista, que cubrió el caso desde el día cero para Crónica HD, entiende que no puede mostrar ni revelar las fotos que Cinalli le envió desde el penal de Melchor Romero porque le podrían sacar -por segunda vez- el teléfono celular. "De hecho, con respecto a este tema, tengo un colega al que amenazaron por difundir dicha información, y que cuando se investigó, se comprobó que la llamada era proveniente de Zárate", suma.“Yo recibí amenazas. Una vez me amenazaron desde una cuenta que supuestamente era de Máximo Thomsen, en la cual me pidieron que dejara de hablar porque ya sabía lo que me iba a pasar y que me iba a salir caro. Esto fue cuando estaba afuera del penal contando un poco cómo estaban ellos ahí y cómo eran sus días. Ahí me escribió uno por Instagram diciéndome eso”, revela Echeverria.
Si bien el periodista afirmó que el perfil de Cinalli fue cerrado de inmediato, constató que el que sí está activo es el que aparentemente le pertenecería a Thomsen. “Miedo no tengo, porque lamentablemente en este trabajo es así. A mi me pegaron una trompada una vez por estar hablando del covid. Pero obviamente sé que si me meto en Zárate las cosas serían distintas y quizás algo ligo”, asegura resignado.