07 Diciembre de 2015 10:45

Una adolescente de 16 años, cuyo padre había perdido contacto con ella desde hace dos años, fue hallada muerta y enterrada debajo de la cama de su madre y su padrastro en una vivienda de la localidad chaqueña de Fuerte Esperanza.
La policía encontró el cuerpo debajo de la mesa.
Aparentemente, el padrastro de la chica, identificada como Daiana Marisol Ojeda, habría confesado que ésta se encontraba embarazada y que fue sometida por su familia a golpes en el abdomen para que abortara. Esto le habría causado una infección que derivó en su muerte, informó el diario Norte de Resistencia, aunque las causas del deceso son motivo de investigación.
El padrastro asumió que se le fue la mano.
El hecho fue descubierto porque el padre biológico de la adolescente, que no veía a su hija desde hacía dos años, se presentó en la casa que la chica compartía con la madre y la pareja de esta y allí le dieron versiones contradictorias sobre su paradero. Según declaró el hombre cuando hizo la denuncia, su ex mujer le dijo primero que la joven había ido a Buenos Aires a buscar trabajo, pero luego le aseguró que estaba estudiando en la localidad de Charata, Chaco.
La familia estaba en desacuerdo con el embarazo de la joven.
Como no encontraba a su hija decidió dar intervención a la policía, que inició la búsqueda en la casa familiar, en Fuerte Esperanza, unos 500 kilómetros al noroeste de Resistencia. Allí, efectivos revisaron la vivienda y removieron el suelo en el patio, porque el padrastro les había señalado ese lugar, pero terminaron hallando el cadáver enterrado bajo la cama matrimonial que el hombre compartía con la madre de la chica, dijeron fuentes de la fuerza al portal Diario 21 TV.