07 Agosto de 2017 05:14
Giro en la investigación por el asesinato de Anahí Benítez, la joven de 16 años hallada muerta el viernes en la reserva natural Santa Catalina de Lomas de Zamora. Después de apuntar toda su línea y pericias hacia Leonardo Agostino, ex profesor de matemática de la víctima, las dos fiscales de la causa ordenaron la detención de un segundo sospechoso.
Anahí tenía 16 años. Había salido a caminar por la reserva, nunca volvió.
Se trata de Marcos Esteban Bazan, un hombre de 34 años que vive en una casilla próxima a la estación Santa Catalina del ferrocarril Roca, a sólo 300 metros del lugar en el que encontraron enterrado y desnudo el cuerpo de la adolescente. La Policía dio con él después de que los canes de la División Perros siguieran el rastro hacia su vivienda.
Marcos Esteban Bazan, el segundo detenido por el crimen.
“Por orden de las fiscales fuimos al lugar con un perro adiestrado y se hizo una pericia de olor puro. El animal olió ropas de Anahí y cuando lo soltaron en el lugar del hallazgo fue derecho a esta casa. Y allí se encontraron rastros que ahora están siendo analizados”, precisó uno de los investigadores al diario Clarín.
Según trascendió, se encontraron elementos que lo comprometieron. En principio, había arroz con verdura, último alimento ingerido por la joven sólo horas antes de haber sido asesinada el miércoles.
La situación del ex profesor de matemática, todavía detenido
Agostino sigue detenido, pese al giro en la investigación. Las fiscales Verónica Pérez y Fabiola Juanatey analizan, por estas horas, los pasos a seguir. Y es que, más allá de que se probó el unido vínculo que mantenía con la adolescente, no había ninguna pista directa que lo vinculara al crimen.
Leonardo Agostino, de 40 años, es profesor en la escuela donde asistía Anahí.
Durante un exhaustivo allanamiento en su vivienda, los peritos tecnológicos secuestraron tres computadoras, dos notebooks, pendrives y una tarjeta de memoria. Y, mientras se realizan las pesquisas correspondientes para procesar el material, la División Perros descartó que la joven haya permanecido cautiva en ese domicilio.
Se encontraron manchas rojizas en su auto, que podrían ser de sangre.
Las únicas dos pistas fuertes que tuvieron las fiscales fue un manuscrito encontrado en el lugar, cuya caligrafía coincidiría con Anahí. Y las huellas dactilares, pelo de mujer y unas llamativas manchas rojizas halladas en un elástico de la funda de uno de los asientos de su vehículo. Además, se detectó tierra en el guardabarro: los peritos trabajan para determinar si coincide con la tierra de la reserva, lugar en el que fue enterrado el cuerpo.
Secuestraron tres computadoras, dos notebooks, pendrives y una tarjeta de memoria de la casa del docente.
"Se agregaron testimonios y audios de una comunicación de la víctima y una compañerita de sucesos anteriores que apuntalan la sospecha que nosotros veníamos teniendo con relación al señor Agostino", apuntó Pérez.
El vínculo entre Anahí y su profesor era muy fuerte: eso despertó las sospechas de las fiscales.
La joven desapareció el sábado 29 de julio. La última que la vio con vida fue su mamá. “Me voy a caminar un rato”, le dijo la adolescente de 16 años y se despidió. Nunca regresó. Su cuerpo fue hallado el viernes por la tarde y, según el resultado de la autopsia, llevaba al menos 48 horas muerta.
