16 Julio de 2025 10:26
Una escena brutal, grabada con un celular y viralizada en las redes sociales, encendió todas las alarmas en la provincia de Mendoza. Un joven fue atacado salvajemente en plena plaza de Tunuyán, y la secuencia más perturbadora -una patada directa a la cabeza cuando ya se encontraba desvanecido en el suelo- reveló un dato aún más inquietante: el agresor sería un policía de la provincia, actualmente en funciones en la Comisaría 15 de la ciudad.
El ataque ocurrió durante una pelea callejera que tuvo lugar a la vista de testigos y vecinos. En el video, que se difundió a comienzos de julio, se observa a un grupo de jóvenes enfrentándose en la plaza principal del departamento. En medio del tumulto, uno de ellos cae al piso tras recibir un golpe. Está inconsciente. Es en ese instante, cuando ya no podía defenderse, otro joven se acerca y le propina una violenta patada en la cabeza, sin titubear ni dudar.
La violencia del golpe, seco y directo, podría haber tenido consecuencias fatales. La víctima quedó tendida sin reacción. El impacto remite de inmediato a una memoria tan dolorosa: el crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell, en enero de 2020. Así lo señalaron incluso allegados a la víctima, quienes no dudaron en equiparar la brutalidad del hecho. La conmoción fue tal que el Ministerio de Seguridad de Mendoza debió pronunciarse públicamente.
Según confirmaron desde la cartera, el atacante ya fue identificado: se trata de un agente de la Policía provincial, quien al momento del hecho se encontraba fuera de servicio y vestido de civil. "Es un efectivo que está en interinidad; tiene menos de un año de servicio", indicaron fuentes oficiales. El joven policía había ingresado recientemente a la fuerza y prestaba funciones en la Comisaría 15 de Tunuyán.
Frente a la contundencia del video, la Inspección General de Seguridad (IGS) inició un expediente administrativo, dispuso su apartamiento preventivo y ordenó su derivación a Sanidad Policial, medida habitual en casos de presunta inconducta institucional. A pesar de que el Ministerio Público Fiscal ya lo tiene identificado, hasta el momento no se le ha formulado una imputación penal, aunque se prevé que ello ocurra en los próximos días.
Uno de los aspectos más inquietantes del caso es que, hasta ahora, no se ha registrado una denuncia formal por parte de la víctima o su entorno. Esto, sin embargo, no impidió que se abriera una investigación de oficio, dado el grado de violencia expuesto y la relevancia pública del video. "Aunque no haya denuncia, no podemos mirar para otro lado", explicaron desde la fiscalía de Valle de Uco, que lleva adelante la causa.
El material audiovisual se convirtió en la principal prueba para los investigadores. A partir de él, no solo se logró identificar al agresor, sino que se trabaja para establecer si hubo más involucrados o si se omitió el deber de socorro por parte de los presentes. Desde la Inspección General de Seguridad, Marcelo Puertas -titular del organismo- confirmó que la comunicación con la fiscalía será permanente y que se tomarán todas las medidas necesarias. El policía, aunque ya apartado de manera preventiva, sigue bajo monitoreo y a la espera de una posible imputación formal. La investigación continúa abierta.