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María Marta García Belsunce y el oscuro homicidio que quedará por siempre impune

María Marta García Belsunce fue asesinada en su casa hace más de 20 años y tres juicios después, su caso no tiene culpables.

por Alejo Paredes

02 Diciembre de 2022 13:23
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Para el fiscal general adjunto de San Isidro, Patricio FerrariNicolás Pachelo era el responsable por el crimen de María Marta García Belsunce, asesinada de seis balazos en la cabeza hace hoy exactamente 20 años en su casa del country Carmel de Pilar. Según sostiene, aquel 27 de octubre, pero de 2002, María Marta llegó sorpresivamente a su casa y al descubrir que le estaban robando, se enfrentó a los ladrones y terminó asesinada.  "Vamos a presentarles una verdad demostrable. Vamos a encontrarle una salida a este laberinto gris. Esta acusación pública va a probar de manera incontrastable e irrefutable que Nicolás Pachelo es el responsable del crimen ", afirmó el fiscal al inicio del juicio.

Pero este viernes, los jueces del Tribunal Oral Criminal N°4 de San Isidro absolvieron al ex vecino y a los ex vigiladores Norberto Glenno y José Ortiz en medio de insultos de los familiares de la víctima, gritos y llantos. De esta manera, el homicidio sigue impune. Horacio García Belsunce, hermano de la víctima, y amigas de la familia comenzaron a gritar contra los jueces: "Es una vergüenza" y "a María Marta la mataron de nuevo". 

Pachelo, junto a los ex vigiladores Norberto Glennon y José Ortiz (como coautores), enfrentaban una imputación como coautores de un "robo agravado por el uso de arma en concurso real con homicidio criminis causa agravado" en perjuicio de María Marta, delitos que prevén la prisión perpetua. Pachelo erael único de los tres imputados que llegó al juicio oral preso -está alojado en la Unidad 9 de La Plata-, pero no por el crimen de María Marta, sino por robos y estafas. 

Al ex vecino de María Marta lo acusaban de matar y robarle a la víctima un cofre que pertenecía a la asociación benéfica Damas del Pilar, de la cual era parte María Marta, que contenía efectivo, tres chequeras y las llaves de la caja de seguridad de un banco. Desapareció el día de la muerte sin ningún rastro. Ahí se guardaba dinero para organizar un evento a beneficio, ya que María Marta se encargaba de la tesorería.

En su interior había poco más de mil pesos, es decir, casi 400 dólares teniendo en cuenta el dólar estadounidense llegó en junio de 2002 a $ 3.90, como pico máximo. Aquel 27 de octubre de 2002 los medios difundían el hallazgo de una mujer sin vida en el country Carmel de Pilar. Con el correr de las horas se conoció su nombre: María Marta García Belsunce había sido asesinada en su casa.

Fue hallada muerta por su esposo Carlos Carrascosa en un supuesto accidente en la bañera de su casa del Carmel Country de Pilar. Los peritos determinaron luego que tenía 6 disparos en la cabeza. Su esposo fue condenado a una pena a perpetua. Siete años después fue liberado y absuelto. Este jueves se cumplieron 20 años del homicidio y aún no se sabe quiénes ni por qué mataron a María Marta. 

Carrascosa había regresado a su casa y encontró a María Marta semisumergida en la bañera, repleta de sangre. Pidió ayuda a su cuñado, Guillermo Bártoli -hoy fallecido-, quién vivía en el country junto a su mujer, Irene Hurtig -hermana de María Marta- y allí surge la versión de que se había golpeado la cabeza. Llamaron a emergencias, llegaron dos médicos por separado y no advirtieron ni los proyectiles ni los orificios.

Tampoco lo hizo el fiscal Daniel Molina Pico, que no impidió el velatorio ni ordenó la autopsia pese a tratarse de una muerte violenta. El cadáver quedó depositado en una bóveda del cementerio de la Recoleta. Pero al mes debieron exhumarlo debido a las dudas que le surgieron a Juan Hurtig, con relación al famoso "pituto" hallado en la escena del crimen que terminó arrojado en el inodoro.

El mismo fue encontrado en la cámara séptica del chalet. Y hay más nombres de personas que intervinieron en el caso. Sin dudas, el homicidio de María Marta cambió la vida de cada uno de las personas implicadas. Desde la masajista que limpió la escena del crimen hasta el medio hermano que arrojó al inodoro el elemento que se mediatizó como "pituto". 

"La Justicia no tuvo huevos": la reacción de los García Belsunce tras la absolución de Pachelo

El 11 de abril del 2003.Carrascosa fue detenido como presunto asesino de su esposa a pedido del fiscal Diego Molina Pico, pero al mes siguiente el viudo recuperó su libertad con una morigeración de la prisión preventiva y tras pagar 100.000 pesos de fianza. Fue en enero del año siguiente cuando Molina Pico elevó la causa a juicio oral y consideró que el crimen se produjo en medio de una discusión por cuestiones financieras relacionadas al dinero ilegítimo vinculado al lavado de dinero.

En el juicio -que se desarrolló en julio de 2007- ante el TOC 6 de San Isidro, Carrascosa fue absuelto del asesinato de su esposa, pero fue condenado a cinco años y seis meses de prisión por haber sido encontrado culpable de encubrirlo. Dos años después, La Sala I del Tribunal de Casación Penal bonaerense lo condenó a prisión perpetua como "coautor del delito de homicidio agravado por el vínculo".

Fue en junio del 2009 cuando el viudo fue detenido en la casa de un amigo en un country de Escobar para comenzar a cumplir su condena. Fue a la Unidad 41 de Campana. En 2011, los fiscales de Pilar Daniel Márquez y Leonardo Loiterstein pidieron la detención y la indagatoria de Irene Hurtig por el asesinato de su media hermana María Marta García Belsunce. Con ello, la inhabilitaron para ser testigo en el juicio por encubrimiento a los familiares.

Pero juez de Garantías 1 de San Isidro, Ricardo Costa, rechazó la detención de Hurtig por el crimen de su hermanastra al considerar que no había pruebas para acusarla del homicidio. El TOC 1 de San Isidro, a cargo del juicio por el "encubrimiento" del caso, dictó la siguientes condenas: 5 años de prisión para Guillermo Bártoli; 4 a Horacio García Belsunce, 3 y medio para Juan Hurtig; y 3 para Gauvry Gordon y Sergio Binello.

Para todos ellos ordenó la detención inmediata, mientras que absolvió a la masajista Beatrìz Michelini. Pero en 2014, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ordenó una “revisión amplia” de la condena al viudo y finalmente al año siguiente, Carrascosa abandonó la cárcel de Campana luego de que el TOC 6 de San Isidro le concediera el arresto domiciliario monitoreado con una tobillera electrónica.

Ya en diciembre del 2016, una sala de transición del Tribunal de Casación bonaerense anuló el fallo condenatorio tras descubrir graves irregularidades en la investigación y absolvió a Carrascosa. Con la absolución del viudo y como la causa prescribía en octubre de 2017, la Fiscalía General de San Isidro decidió armar un equipo de fiscales para que hagan una reinvestigación. Los fiscales de Pilar María Inés Domínguez y Andrés Quintana se hacen cargo del expediente.

El tercer juicio por el crimen de María Marta García Belsunce, asesinada de seis balazos en la cabeza hace 20 años en su casa del country Carmel de Pilar, comenzó con la fiscalía asegurando que Nicolás Pachelo, el vecino de la víctima, "es el asesino" y que lo va a probar “de manera incontrastable e irrefutable”. A esto, se le sumó la declaración del comisario general retirado Ángel Reinado Beserra, que intervino en la investigación del asesinato como responsable de la Sub Delegación Departamental de Investigaciones de Pilar, quien sentado en el banquillo de los acusados afirmó: "Para mí fue Pachelo porque (María Marta) se lo cruza cuando estaba por ingresar a la casa".

Sin embargo, Nicolás Pachelo fue absuelto este viernes y una vez más el homicidio quedará impune, convirtiéndose así en uno de los casos policiales más resonantes de la historia criminal argentina y sin la posibilidad de que se impute a otra persona por la prescripción de la causa. El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de San Isidro absolvió a Pachelo al encontrarlo inocente del delito de "homicidio triplemente agravado por haber sido cometido con el uso de arma de fuego, por su comisión criminis causa y agravado por alevosía en concurso real del delito de robo calificado por el uso de armas", en perjuicio de García Belsunce.

Sin embargo, el ex vecino de la víctima continuará preso, ya que por decisión del mismo tribunal sí fue condenado a nueve años y seis meses años de prisión por una serie de seis robos cometidos en countries del Gran Buenos Aires, que incluso él mismo confesó durante el debate iniciado el 13 de julio pasado. Tal como se supo hace unos días, tras una filtración del veredicto a algunas partes y a la prensa, el fallo fue dividido y la inocencia de Pachelo en el caso García Belsunce quedó determinada con los votos de los jueces Osvaldo Rossi y Esteban Andrejin, mientras que el presidente del Tribunal, Federico Ecke, fue el único que, en minoría, consideró al acusado como autor del crimen y votó por su condena.

La carta de Carrascosa tras el fallo: “La muerte de mi mujer no va a quedar impune”

"A la sociedad: Desde el dolor, y con todo pesar y tristeza, les escribo esta carta. Yo no estoy capacitado para saber si las pruebas del juicio a Pachelo alcanzan para condenarlo a prisión perpetua, pero sí puedo contar por qué se me condenó a mí, y comparar una causa con otra.

En toda la etapa de testimoniales siempre dije lo que sentí en ese momento y relaté cómo fue ese día, pero no me acordaba la hora en que había ido al Club House. Comimos, como todos saben, en la casa de los Binello ese 27 de octubre. Desde ahí me fui a mi casa para luego ir a lo de Guillermo Bártoli a ver el partido. Sabía que había pasado por el House, pero no recordaba la hora. Yo dije la verdad, pero la señora del House dijo que estuve a las 18.15: a esa hora yo estaba en lo de Bártoli. Para el fiscal Diego Molina Pico, esa supuesta mentira fue suficiente para procesarme.

Recién en mi juicio de 2007, el peón de cocina, luego de guardar la verdura al cerrar la hora de almuerzo, declaró que me vio a mí con la dueña: o sea, alrededor de las 16. El fiscal Diego Molina Pico, que estuvo en mi casa junto con Aníbal Degastaldi -el policía- porque lo llamamos nosotros, ni habló conmigo y, por el clima de congoja que había, no pidió la autopsia. Ese fue su primer delito.

Cuando se hizo la autopsia, 42 días después del 27 de octubre, se encontraron los cinco balazos. Ahí, el fiscal dijo: 'La familia me enganó'. Como no había arma ni motivo, había que inventar uno, e inventó que yo pertenecía al Cartel de Juárez por un panfleto que le llegó o se lo automandó. Segundo delito.

María Marta García Belsunce, asesinato impune 20 años después

Con esas dos cosas pidió mi detención. El 12 de abril de 2003 fui preso por primera vez. A todo esto, la masajista, en su primera declaración, dijo la verdad: su hora de llegada fue a las 19 y yo la estaba esperando, y pidiéndole que me ayudara desesperado por la forma como encontré a María. Treinta días pasaron y no me confirmaban la prisión preventiva. Al final, me llamó el juez Diego Barroetaveña y me dijo: 'Me equivoqué con usted'. Fue un viernes, y me comentó que el fiscal lo llamó apurado y le dijo que en una pericia química habían encontrado cianoacrilato, alias, La Gotita, para tapar las heridas. Tercer delito. Era ciano solo, no era La Gotita. El ciano es un producto que está en los champús para evitar pulgas, ya que María Marta lo usaba porque andaba mucho por las villas. A los pocos días, asumiendo su error, el juez me dio la libertad morigerada.

Ahora, vamos al alegato de Molina Pico en el juicio del 2007, o sea, cuando ya no hay posibilidad de réplica. Dice que la masajista estuvo 20 minutos en la guardia, con lo cual a casa llego 19.25, no a las 19. Eso se lo hizo decir la masajista a uno de los guardias: falso testimonio, debería ir presa. A las 19.07, cuando llamo a OSDE, se escuchaban voces de fondo: eran de Guillermo y de la masajista. Pero como según el fiscal ella no estaba allí, imaginó que era Irene, y que los tres la estábamos matando. Cuarto delito.

Según Gurlekian, el que inventó esa pericia de sonido, no se puede identificar de quiénes son esas voces. Con eso, donde cohabitan la mentira de la hora de Beatriz Michelini y las voces de fondo, la Cámara de Casación Bonaerense me dio la prisión perpetua.

Pareciera que cuatro delitos de un fiscal -el primero por no cumplir con su deber y los otros tres por falsear pruebas- y una mujer que incurre en falso testimonio tienen más valor para una perpetua que todas las pruebas que vivimos en el juicio contra Pachelo.

Nicolás Pachelo, absuelto del crimen de María Marta García Belsunce. (Télam)

Ahora, vamos a Pachelo.

Como dato ilustrativo, la hora de la muerte de María recién se fijó en 2011, con la declaración de los médicos de la autopsia, quienes en mi juicio de 2007 no fueron llamados por el fiscal porque sabía lo que iban a decir. ¿Qué iban a decir? Que solo luego de licuar el cerebro aparecieron los proyectiles y que tenía costillas quebradas sin sangre o, sea, que se produjo la fractura durante las maniobras de RCP que hizo el primer médico alrededor de las 19.25. Eso indica que había muerto al menos una hora antes del masaje cardiopulmonar. Lo increíble es que, desde 2011 ya sabían la hora de mi llegada (a las 18.59) y la de la muerte por prueba científica; sin embargo, tardaron 6 años en darme la absolución. Evidentemente, los criterios de los distintos jueces son muy variados.

Que una persona al rato de cometer un hecho prepare su coartada, involucrando nada menos que al ser que le dio la vida, es algo no usual; que sus hermanos y allegados también lo crean capaz de matar, que su misma patología -la psicopatía, que dicen que no existe- le haga perder la cabeza a nivel de comentar el hecho antes que nadie sepa nada; que vaya teniendo esa actitud de dominar todo. Es algo difícil de creer. Cada vez que habló cambió su versión de acuerdo al momento; su empleado fue días antes del 27 de octubre a comprar balas para su revólver; fue visto yendo a lo de María justo a la hora de la muerte. Son muchas cosas que, para los jueces, no alcanzan.

Ni les digo si hago una comparación con mi tragedia, no se le puede poner fin. Sin embargo, seguiré reclamando a la Justicia en todas las instancias hasta tener una respuesta. Un dolor sin fin. La muerte de mi mujer no va a quedar impune. Gracias”.

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