29 Octubre de 2025 14:50
El caso que estremeció a toda Argentina sumó más capítulos oscuros. La investigación penal contra la secta rusa liderada por Konstantin Rudnev, acusado de explotación sexual y reducción a la servidumbre, avanza a pasos agigantados con la imputación formal de dos mujeres más, identificadas como D.Z. y N.P., elevando a 21 el total de acusados en esta causa que sacude a Bariloche.
La audiencia, que se desarrolló durante varios días bajo la supervisión del juez de Garantías Gustavo Zapata, dejó al descubierto nuevos detalles sobre el modus operandi de esta organización y, según lo expuesto por el fiscal Fernando Arrigo, las acusadas habrían participado activamente en la captación, traslado y sometimiento de víctimas bajo el engaño de un supuesto espacio espiritual y de prácticas de yoga. La fiscalía subrayó que las víctimas eran manipuladas aprovechándose de su extrema vulnerabilidad.

Aunque D.Z. y N.P. no quedaron detenidas tras la audiencia, el juez dispuso medidas cautelares estrictas: la retención de sus pasaportes y la prohibición de salir del país. Estas acciones se suman a los allanamientos realizados previamente, en los que se incautaron computadoras, celulares y prendas eróticas que podrían ser clave para la investigación.
El principal acusado, Rudnev, todavía sigue detenido en la Unidad 6 del Servicio Penitenciario Federal en Rawson, Chubut; sin embargo, su intento por obtener prisión domiciliaria provocó un escándalo.
Es que inicialmente se le había concedido este beneficio y la Cámara Federal de Apelaciones de General Roca tuvo que revocar tras la decisión tras un recurso presentado por la fiscalía. Rudnev, señalado como el líder de esta siniestra organización, seguirá tras las rejas mientras avanza el proceso judicial.

Rudnev no es un desconocido para la justicia internacional: ya en los años '90, fundó una secta en Rusia por la cual fue condenado a 11 años de prisión por abuso sexual. Tras cumplir parte de su condena, huyó a Montenegro, donde también pesa sobre él un pedido de captura internacional desde octubre de 2024. Su llegada a Argentina marcó el inicio de una nueva etapa en sus actividades ilícitas, ahora bajo la mira de las autoridades locales.
Así avanza la causa contra Konstantin Rudnev que destapó la trama detrás de esta secta revela que combina coerción, engaños y abuso sistemático hacia mujeres en condición de extrema vulnerabilidad que fue descubierta cuando una de ellas llegó a un hospital con trabajo de parto y las autoridades llegaron al centro de la problemática deteniendo al principal acusado en la causa. Mientras la justicia avanza en un caso que parece no tener fin, el país sigue conmocionado por los horrores cometidos bajo el disfraz de una falsa espiritualidad.

