08 Octubre de 2025 16:55
El juicio por el intento de asesinato a Cristina Fernández de Kirchner culminó este miércoles 8 de octubre con la lectura del veredicto que definió la situación de los integrantes de "La banda de los copitos". Sin embargo, más que las condenas, lo que llamó la atención fue el testimonio de Fernando Sabag Montiel, quien, en un intento por limpiar su nombre, se volvió viral en redes sociales por sus declaraciones desordenadas y provocadoras.
La audiencia se desarrolló en una sala del subsuelo de Comodoro Py, donde el Tribunal Oral Federal en lo Criminal N° 6 —integrado por Sabrina Namer, Adrián Grünberg e Ignacio Fornari— dio a conocer su decisión tras quince meses de debate y la exposición de 157 testigos.

El vendedor de algodones de azúcar que gatilló un arma a centímetros de la cabeza de la ex Presidenta de la Nación fue condenado a 10 años de prisión, mientras que su ex novia, declarada partícipe necesaria del plan criminal, recibió una pena de 8 años. Antes de que el tribunal emitiera su voto, los acusados tuvieron la posibilidad de pronunciar sus últimas palabras. Cabe recordar que, cuando fue detenido, el señalado como autor material del ataque ocurrido el 1° de septiembre de 2022, se había mostrado orgulloso de haber amenazado a la ex mandataria.
En su declaración final ante los jueces, Sabag Montiel insistió en que la causa en su contra "estuvo armada" y trazó una polémica comparación con el caso del fiscal Alberto Nisman. Alegó que le "plantaron un arma" y sostuvo que el proceso judicial "es una estrategia que viene usando Cristina Kirchner, igual que pasó con Nisman", señalando que en aquel caso "se utilizó a una persona del entorno, como (Diego) Lagomarsino".
También afirmó que el dirigente Gerardo Milman "es inocente". Ante el tono y el desvío de su alegato, la jueza Sabrina Namer debió interrumpirlo para pedirle que se concentrara en los hechos que se le imputan.
Con este fallo, el caso que conmocionó al país entra en una nueva etapa judicial. Aunque las condenas parecen cerrar un capítulo del atentado más grave contra una figura política desde el retorno de la democracia, la causa deja abiertas heridas institucionales y sociales que aún dividen a la opinión pública. El ataque a Cristina Fernández de Kirchner, sus derivaciones mediáticas y el clima de odio que lo precedió continúan siendo un espejo de la tensión política que atraviesa el país.

