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El otro fin de ciclo: las frases más picantes de Aníbal en la Rosada

El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, brindó hoy su última conferencia de prensa como jefe de Gabinete. En 2015, ofreció al menos 200 conferencias en las puertas de la Casa Rosada. El repaso de los temas más fuertes que abordó durante el año.

por Agusti­n Gulman

09 Diciembre de 2015 08:12
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Lengua rápida, ágil para contestar. Desde que regresó a la jefatura de Gabinete en febrero pasado, Aníbal Fernández pareció tener respuestas para todo. Remplazó a Jorge Capitanich a fines de febrero y desde entonces se convirtió en el principal vocero del Gobierno. Mañana dejará de ser funcionario luego de más de treinta años en la administración pública, donde ocupó distintos cargos desde secretario parlamentario hasta intendente, senador y ministro en tres ocasiones.

El desembarco de Fernández en la jefatura de Gabinete se produjo el 26 de febrero. El Gobierno atravesaba un verano más que intenso por la muerte del fiscal Alberto Nisman; y Capitanich ya estaba más que desgastado. Desde entonces, Aníbal ofreció al menos 200 conferencias de prensa, aunque él prefería llamarlas “encuentros” o “intercambios”, en las puertas de la Casa Rosada. De día y con calor, primero; de noche y con frío, siempre que habló entre las 6:50 y las 7:30 de la mañana.

A veces, algunos periodistas compartían unos mates con el ministro coordinador en Casa Rosada.

Parado frente a los periodistas, visiblemente agotado y agobiado por los resultados electorales, el 26 de octubre pasado reconoció su derrota en la provincia de Buenos Aires, donde se presentó como candidato a gobernador. Aunque felicitó a María Eugenia Vidal por su victoria en tierras bonaerenses, sembró las dudas del “fuego amigo”. “No tengo duda que hubo gente que pateó en contra del espacio”, analizó.

Pero el 26 de octubre, Aníbal prefirió no dar detalles sobre las internas. Esperó 48 horas para comenzar a desparramar algunas críticas al interior de su propio espacio político, y aunque sin dar nombres propios, sostuvo que él nunca jugó en contra del peronismo, y criticó que a sus compañeros de partido que sí lo hicieron.

“Nunca juego contra un peronista”, evaluó la mañana del 28 de octubre. “Si tengo que decir cuántos me apoyaron en estos momentos donde te sentís sólo de soledad absoluta, sólo recuerdo a la presidenta”, aseguró. Ese día, además, confirmó que continuará militando en el peronismo.

UN AÑO CARGADO DE ELECCIONES

Como jefe de Gabinete, Aníbal fue el vocero del Gobierno en los aspectos políticos. Cuando todo el país hablaba de las escandalosas elecciones en la provincia de Tucumán, en agosto, donde hubo denuncias por robo de boletas, incendio de urnas y otras irregularidades, fue Fernández el que dio la cara y respaldó, mañana tras mañana, la victoria del candidato oficialista, Juan Manzur.

Por esos días, una de las frases más polémicas de sus conferencias de prensa fue esa en la que explicó que no se enteró de la represión en las calles de la capital de Tucumán porque se había ido a dormir temprano. “Sentía necesidad de dormir más temprano, y me enteré de la represión hasta esta mañana que me puse a leer (los diarios)”. La noche anterior, la policía de Tucumán había reprimido una manifestación que reclamaba transparencia en el resultado de los comicios.

UN ESCRUTINIO LENTO

El 10 de agosto, sólo unas horas después de finalizar las elecciones primarias de ese entonces, Fernández evaluó que era “una barbaridad” que el escrutinio fuera tan lento. Pasadas las 7 de la mañana, a 13 horas de que cerraran las mesas de todo el país, apenas se había escrutado el 60 por ciento de los votos. “Es una barbaridad, no sé por qué están tan lentos, es de una crueldad terrible someter a todo el mundo a esta tensión”, señaló aquella mañana.

También en agosto, otro de los puntos que afectó la imagen del Gobierno fueron las inundaciones en gran parte de la provincia de Buenos Aires que dejaron decenas de miles de evacuados en todo el territorio. Allí, el ministro coordinador no sólo ofreció explicaciones, sino que además recorrió varios distritos y ciudades bonaerenses y prometió soluciones.

EN DEFENSA PROPIA

“Ayer en un programa cachivachezco y vergonzante me sometieron a todo tipo de vejaciones y que no me dejan más remedio que como ciudadano tenga que responder a todas esas acusaciones. Vamos a dejar lo de Jefe de Gabinete para mañana y hablaremos de la denunciad el día de ayer”.

Con esas palabras, tan solo unas horas después de lo que consideró un “carpetazo”, Aníbal Fernández se refirió a la denuncia vertida en Periodismo para Todos, el programa de Jorge Lanata, donde se lo acusaba de estar vinculado al triple crimen de la efedrina.

EL ANÍBAL POLÉMICO

En 2015, Aníbal Fernández ofreció no menos de 200 conferencias de prensa al ingresar a la Casa Rosada todas las mañanas. En muchos casos, algunas de sus declaraciones eran llamativas, y en otros hasta sonaban divertidas sus comparaciones con canciones de música.

Fernández abandonará su cargo mañana, luego de 30 años en la administración pública.

Sin embargo, tuvo varias declaraciones polémicas. Una de ellas, el 10 de septiembre, donde el ministro fue consultado sobre la muerte de un niño Qom en la provincia de Chaco. Allí, cuestionó en primer lugar la “utilización política” del fallecimiento del niño de 11 años. Luego, dio detalles de cómo trabaja se trabaja con la comunidad Qom.

“Yo no estoy justificando nada. Cuando Jorge Capitanich llegó a la provincia el nivel de mortalidad infantil del Chaco era 20.9 por mil, y hoy tienen 10.5; quiere decir entonces que la tarea que se hizo y que se está haciendo es muy importante”.

En varias ocasiones, al publicarse diversos informes sobre los índices de pobreza privados, se mostró indignado en sus habituales conferencias de prensa. “Son una mentira las cifras de la pobreza”, sostuvo, al responder sobre un informe que en abril apuntaba que el porcentaje de pobres representaba al 25 por ciento de la población argentina.

Unos meses después de esa conferencia, el Observatorio de la Deuda Social de la UCA publicó un informe donde aseguraba que la pobreza rondaba el orden del 28,5 por ciento. Sin embargo, Aníbal indicó que no “cree absolutamente nada lo que mide este observatorio de la UCA, porque los grandes conocedores de este tipo de discusiones pretenden decir: el gobierno no mide la pobreza”.

También fue muy crítico de lo que él mismo consideró “los economistas de la oposición”. En su mensaje del 28 de julio pasado, criticó a José Luis Espert, Carlos Melconian y Miguel Broda. A los tres los vinculó con Mauricio Macri, y criticó que hubieran dicho que las paritarias “son una decisión fascista”. “Como ellos son liberales, de vocación, de que se resuelva por el mercado, que no haya retenciones sin aranceles para las importaciones, lo que significa que hagan pedazos la industria argentina”, señaló Aníbal.

De este modo, tras un año intenso como jefe de Gabinete, Aníbal dejará su cargo en las próximas horas. Semanas atrás ya había anticipado que se dedicaría a la actividad privada, en su estudio. El funcionario más defensor del kirchnerismo se dedicará a sus dos profesiones: la abogacía y la contaduría. Sin embargo, advirtió, no dejará de militar en las filas del peronismo.

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