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¿Manos en el fuego? Moreno, Aníbal y Pichetto irán a visitar a De Vido a la cárcel

El ex secretario de Comercio le confirmó a BigBang que ya realizó los trámites. Todavía no está definida la fecha. "Somos compañeros en las buenas y en las malas", aseguró.

por Agusti­n Gulman

10 Noviembre de 2017 12:23
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Guillermo Moreno, Aníbal Fernández y Miguel Ángel Pichetto irán a visitar a Julio De Vido al penal de Marcos Paz, donde el ex ministro se encuentra detenido desde el viernes pasado, luego de ser trasladado desde el penal de Ezeiza. “Somos compañeros en las buenas y en las malas”, le dijo a BigBang el ex secretario de Comercio. Los encuentros aún no tienen fecha, pero aguardaban a que sean en los próximos días.

De Vido se encuentra detenido desde el 25 de octubre, por orden de dos jueces federales, Ariel Lijo -que lo investiga por desvío de fondos en Yacimientos Carboníferos Río Turbio-; y Claudio Bonadio, por presuntas irregularidades en la compra de gas licuado.

BigBang supo que el ex jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, irá a visitarlo en los próximos días, aunque aún no estaba definido qué día se concretaría el encuentro. Por su parte, Moreno ya se encuentra registrado como visitante del ex ministro de Planificación Federal del Gobierno de Cristina Kirchner.

El ex secretario de Comercio pidió autorización para ir a ver a De Vido al penal de Marcos Paz.

Por el momento, De Vido sólo recibió visitas de sus familiares. Su esposa, Alessandra Minnicelli, viaja casi todos los días hacia el penal de Marcos Paz, casi siempre en horas de la mañana. En los últimos días, no dudó en expresar su malestar con la ex presidenta, quien durante la campaña, en una entrevista aseguró que no ponía las manos en el fuego por el ex funcionario.

“En estas circunstancias ha tenido un gesto bastante inhumano hacia mi familia. Somos muchos en la familia y nos conocemos desde hace mucho tiempo con ellos. Me extrañó el gesto que tuvo”, le dijo ayer Minnicelli a radio La Red.

Lo cierto es que en un grupo de ex funcionarios existe cierto malestar por los dichos de la ex mandataria, pero también con el presidente del Partido Justicialista, el diputado José Luis Gioja, a quien De Vido le dedicó una carta desde la cárcel en donde lo calificó de “ortiva” y habló de “traiciones”.

De  Vido fue detenido el 25 de octubre, tras ser desaforado de la Cámara de Diputados.

El más enfático fue Aníbal, quien días atrás lanzó: “Estoy buscando que los dirigentes de mi partido dejen de hacerse los pelotudos y pongan la cara de una puta vez por los que realmente laburaron y se rompieron el lomo y defendieron a capa y espada lo que les correspondía”. Por su parte, el jefe del bloque del PJ en el Senado, Pichetto, cuestionó al Frente para la Victoria por no bajar a la sesión parlamentaria en la que se votó el desafuero de De Vido.

Ayer, en declaraciones a Polémica en el Bar (América TV), Moreno sostuvo: “Cristina tendría que haber puesto las dos manos en el fuego por De Vido, (Amado) Boudou y (César) Milani”. En diálogo con BigBang, el ex funcionario agregó: “Siempre los compañeros somos en las buenas y en las malas. El ministro es un amigo”.

Moreno conoció a De Vido en febrero de 2003, durante la campaña presidencial de Néstor Kirchner. Para el ex secretario de Comercio, “poner las manos en el fuego es porque le tengo plena confianza”. “El Gobierno ha definido que los dirigentes peronistas o tienen que rendirse, o tienen que estar presos, o tienen que estar muertos”, remarcó el ex funcionario.

Pichetto también manifestó su deseo de visitar a De Vido en prisión. El senador peronista explicó que irá “porque la gente que está en la cárcel está en una situación de desgracia y uno tiene que tener una mirada de solidaridad”.

Miguel Ángel Pichetto también irá a la cárcel a visitar a Julio De Vido.

El interés de los dirigentes en visitar a De Vido va en línea con un planteo que hizo el propio ex ministro en la última carta que escribió desde la prisión, donde se quejó por la actitud de los dirigentes del peronismo que no salieron en su defensa. En esa misiva, escribió: “El silencio le hace muy mal al partido. Hablen, opinen, critiquen. Eso sí, no condenen”.

En todos los casos, la fecha será definida por el ex ministro, que además debe autorizar las visitas, junto con el Servicio Penitenciario Federal.

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