Después de que Javier Milei anunció en cadena nacional el Decreto de Necesidad de Urgencia que contempla más de 31 derogaciones, las cacerolas comenzaron a sonar desde la Ciudad de Buenos AIres, hasta la capital de Córdoba. Desde entonces, miles de personas comenzaron a marchar hacia el Congreso de la Nación en rechazo a las políticas anunciadas por el presidente libertario.

BigBang te cuenta como nadie desde el lugar de los hechos el clima de la Plaza de los dos Congresos, epicentro de la manifestación en la Ciudad. ¿Las consignas? Paro general, reacción del arco político y principal foco de atención en el Palacio legislativo.

Mientras la educación, la salud y la tecnología pública se desmoronan, Javier Milei ondea con entusiasmo la bandera del éxito económico, amparado en cifras oficiales que muestran un incremento del consumo respecto al año pasado. Pero, fiel a su estilo, omite un pequeño detalle: ese crecimiento proviene casi exclusivamente del consumo de bienes durables, es decir, de los sectores más privilegiados. Los mismos que siguen cambiando el auto y comprando propiedades mientras la mayoría ajusta el cinturón.

Durante la campaña, el presidente de las autoproclamadas "fuerzas del cielo" prometió terminar con la casta. Lo que nunca aclaró -aunque a esta altura parece evidente- es que, para él, la casta es el pueblo. Y su verdadera cruzada era, en realidad, gobernar para los grandes empresarios que hoy aplauden desde sus balcones vidriados. Ellos pueden renovar su parque automotor, mientras un jubilado cuenta las monedas para llegar a fin de mes y marcha todos los miércoles a la Plaza del Congreso con su dignidad a cuestas.

Milei celebró con euforia las cifras que publicó el Indec esta semana. El organismo informó que el consumo creció un 11,6% en el primer trimestre de 2025 en comparación al mismo período del año anterior, y un 2,9% respecto al trimestre previo.

Frente a estos datos, el presidente salió a festejar como si hubiese ganado un Mundial, con el estilo sobreactuado que ya es marca registrada: "Parece que un crecimiento del 11,6% del consumo privado con un PIB que lo hizo al 5,8% es un tremendo dato. Pero el consumo cae ñañañañaña", escribió en su cuenta de X, burlándose de quienes alertaron sobre la caída del consumo popular. No conforme, redobló la apuesta: "Me encantaría ver una fila de todos los periodistas basuras (90%) para pedir perdón por mentir tan fuerte durante los últimos meses con estos datos... Se les explicó y aún así insistieron... Veremos de qué están hechos...". También aprovechó para dirigirse a los "mandriles", a quienes les pidió que "tomen nota".

Lo cierto es que el Indec no aclara demasiado sobre qué mide exactamente cuando habla de consumo privado. Apenas indica que se trata del "gasto de consumo final efectivo e imputado de los hogares", más el de las instituciones sin fines de lucro que los asisten, y las compras de residentes en el exterior menos las de no residentes en el país.

Un informe reciente de la consultora PxQ ayuda a entender de qué hablamos cuando decimos "crecimiento del consumo". Entre los rubros con mayor alza interanual se destacan las escrituras en CABA y PBA (+97,4%), los patentamientos de autos (+87,3%) y motos (+63,2%), la venta de electrodomésticos (+46,9%), las transferencias de autos (+40,5%) y, bastante más atrás, la indumentaria (+3,9%).

Del otro lado del mostrador —es decir, en el consumo cotidiano de millones— las cifras muestran un panorama opuesto. Los productos de almacén cayeron un 16,6% interanual, las bebidas bajaron 13,5%, los alimentos en general 9,3%, panadería 8,1% y lácteos 1,6%. Apenas se registraron aumentos marginales en verdulería y frutería (+0,8%), carnes (+0,9%) y nafta (+2,1%). La única categoría de no durables con un crecimiento relevante fue la de alimentos preparados y rotisería, con un 10,7%, quizás porque cada vez más familias recurren a porciones individuales para zafar del día a día.

En otras palabras: mientras los sectores populares siguen arrastrando la caída brutal del año 2024, los sectores altos festejan la importación de lujos. Porque eso también muestra el informe de PxQ: en paralelo al consumo de bienes durables, creció la entrada de productos del exterior. Las importaciones de alfombras, electrodomésticos y muebles se dispararon un 198,6% interanual. Equipos de transporte no industriales aumentaron 138,4%, y los vehículos automotores, un 101,6%.

La "recuperación", entonces, no llega a la heladera ni al changuito. Se estaciona en garajes con portón eléctrico, se cuelga en livings amplios y se firma en escribanías.