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Planificación o Dependencia

"Planificar es una defensa de la soberanía": la autoestima perdida, la trampa colonial y una hoja de ruta para reconstruir la Argentina

Nahuel Sosa y Pablo Bercovich reflexionan sobre el rol del Estado, la soberanía y la necesidad de pensar un nuevo proyecto nacional desde abajo.

por Alejo Paredes

17 Octubre de 2025 12:21
Nahuel Sosa y Pablo Bercovich en la presentación del libro
Nahuel Sosa y Pablo Bercovich en la presentación del libro

En tiempos donde la palabra "plan" parece casi una mala palabra y la idea de Estado se asocia al gasto o la ineficiencia, el libro Planificación o Dependencia irrumpe como un llamado urgente a repensar el destino colectivo. Sus autores, el sociólogo y politólogo Nahuel Sosa y el especialista en desarrollo productivo Pablo Bercovich, plantean una tesis provocadora: cuando un país renuncia a planificar su futuro, lo hacen otros por él. El título, que suena casi como una consigna, encierra la disyuntiva que atraviesa a la Argentina desde hace décadas. "Estamos más dependientes que nunca", sostuvo Bercovich en diálogo con BigBang

Además, aclaró que cuando comenzó este libro con Futurock eran "unos locos hablando de planificación, pero hoy la realidad nos dio la razón": "Este gobierno tiene fecha de vencimiento, y más que nunca está claro que tenemos que planificar justamente para no depender de los planes de otro. Cuando uno no planifica, otros planifican por uno". Sosa coincide y profundiza: "La contracara de la no planificación no es el caos, sino ejecutar los planes que hacen otros. Mientras las derechas promueven vivir en la incertidumbre, los sectores concentrados del capital planifican con décadas de anticipación. Elon Musk, Bill Gates, el FMI o el BID lo hacen todo el tiempo". 

Por ese motivo -señala- más que "acostumbrarnos a la incertidumbre, tenemos que recuperar una tradición muy rica de planificación popular en nuestro país". El libro plantea que la Argentina sufre un fenómeno de subplanificación: una tendencia a gobernar en la urgencia, sin hoja de ruta. "A nuestro espacio político lo dejan gobernar para arreglar el quilombo de otros, pero cuando quiere planificar a largo plazo empieza el problema", explica Bercovich. "El Estado ausente no existe. El Estado de Milei es un Estado liberal, muy presente para los grandes grupos económicos. Nuestra planificación popular es lo contrario", agrega.

Y explica: "Un Estado con el pueblo decidiendo presupuestos y prioridades, articulando con organizaciones, clubes, cámaras, sindicatos, barrios. No queremos un Estado instrumento, sino un Estado construido desde abajo". Para Sosa, esa discusión también requiere cambiar el tono del debate público: "Nos pasamos analizando a la nueva derecha, si es fascismo o no, pero no podemos ser derechólogos las 24 horas. Hay que volver a discutir qué proyecto popular queremos. Más que planes técnicos, necesitamos planificación como herramienta política. Una planificación que articule saberes técnicos con saberes populares y que tenga conducción política".

Libro Planificación o Dependencia. El desarrollo nacional de la calle al palacio
Libro Planificación o Dependencia. El desarrollo nacional de la calle al palacio

El recorrido histórico del libro rescata experiencias nacionales de planificación -desde los planes quinquenales de Perón hasta los proyectos del kirchnerismo- pero también repasa los planes que se impusieron para impedir la autonomía argentina: "Hay un capítulo que se llama los que planificaron para que otros no planifiquen", explica Pablo Bercovich. "El Plan Cóndor, el plan Brady, la convertibilidad de los 90... todos fueron diseños para desactivar la planificación soberana. Hoy, cuando Trump dice que va a apoyar a Milei si China no se mete en Argentina, está diciendo explícitamente que quiere planificar por nosotros. Planificar es, entonces, una defensa de la soberanía".

En este contexto, Sosa identifica en la cultura política argentina una pérdida de autoestima: "Nos convencieron de que somos un país improvisado, que atamos todo con alambre. Esa idea es parte de la colonialidad: pensar que los países periféricos estamos condenados al subdesarrollo. La independencia formal no nos libera de esa mentalidad colonial. Por eso insistimos en que el desarrollo y el subdesarrollo son las verdaderas caras de la dicotomía central. No se trata de industria o campo, mercado interno o externo. Es planificación o dependencia". 

La respuesta, dice, pasa por reconstruir capacidades estatales y una cultura de largo plazo: "Los proyectos populares no pueden limitarse a apagar incendios. Deben discutir una nueva ley base, nacionalizar áreas estratégicas, formar cuadros técnicos en empresas clave, repensar la reforma tributaria y financiera. Es hora de ir al hueso". Para Bercovich, la planificación también implica redefinir el rol del Estado frente a la producción y la industria. "El Estado tiene que garantizar igualdad de condiciones a las empresas. Muchas PyMEs son muy productivas puertas adentro, pero no competitivas afuera", destacó durante la charla con este medio.

Nahuel Sosa y Pablo Bercovich proponen recuperar la cultura de la planificación como una herramienta política y colectiva
Nahuel Sosa y Pablo Bercovich proponen recuperar la cultura de la planificación como una herramienta política y colectiva

Y continuó: "Ahí es donde debe actuar el Estado: resolviendo barreras logísticas, impositivas, financieras. La industria no sólo genera empleo y mejores salarios, también explica la mitad de las exportaciones y el 60% de la inversión en innovación. Por eso todos los países del mundo están volviendo al industrialismo. No es casualidad". Frente a la narrativa libertaria que demoniza al Estado, Sosa responde: "El problema no es el tamaño del Estado, sino sus capacidades. Milei instaló la idea de que el Estado impide emprender y que el asistido es el enemigo. Pero se puede tener un Estado chico e ineficiente, o un Estado grande y eficiente". 

Para el abogado, licenciado y profesor en Sociología (UBA) con máster en Sociología Económica (UNSAM) "lo clave es articular las áreas, no superponerlas". "Si usás bien las capacidades estatales, mejorás la vida de la gente", remarcó. Mientras que Bercovich, ex Subsecretario PyME de la Nación y Coordinador del Plan Nacional de Diseño e Innovación, agrega: "El Estado ausente no existe. Macri se condonó una deuda a sí mismo, nos endeudó a 100 años. Eso es planificación a largo plazo, pero para unos pocos. Nosotros queremos un Estado presente para todos".

Reflexionan sobre el rol del Estado, la soberanía, las falsas dicotomías del debate argentino y la necesidad de pensar un nuevo proyecto nacional
Reflexionan sobre el rol del Estado, la soberanía, las falsas dicotomías del debate argentino y la necesidad de pensar un nuevo proyecto nacional

El subtítulo del libro resume una convicción: que la planificación no empieza con la toma del poder, sino en la organización popular. "Queremos romper con el tabú de que hay que esperar a llegar al palacio para transformar", dice Sosa. "Se puede planificar desde el conflicto. Las organizaciones que hoy sufren la motosierra saben mejor que nadie por dónde empezar a reconstruir. El Estado es un terreno en disputa, no un muro entre gobernantes y gobernados".

Bercovich lo sintetiza con una crítica al viejo lema peronista: "Nunca me gustó el 'vamos a volver'. No hay que volver a ningún lado, porque nunca nos fuimos. Los clubes, los movimientos sociales, las cooperativas, las empresas públicas de gestión social como Ciudad Futura en Rosario, son prueba de que la sociedad está viva incluso sin el Estado. Con el Estado podemos hacer más, pero no dependemos exclusivamente de él".

Si tuvieran que diseñar hoy un plan nacional, ambos autores coinciden en tres pilares. Para Sosa, el primero es "defender y profundizar la democracia", incluyendo una reforma constitucional que incorpore la democracia económica. El segundo es "trabajo y producción como ejes de desarrollo", y el tercero, "ampliar derechos frente a nuevas demandas sociales", desde los trabajadores de plataformas hasta las economías populares.

Una multitud los acompañó durante la presentación de su libro
Una multitud los acompañó durante la presentación de su libro

Bercovich complementa: "Hay que democratizar la justicia, reformar el sistema tributario para premiar al que produce y no al que especula, y repensar el mundo del trabajo. Muchos trabajadores hoy no tienen derechos, y eso hay que resolverlo sin consignas vacías. Necesitamos una reforma laboral propia, del lado de los trabajadores". "Primero, tenemos derecho a planificar como país", afirmó Bercovich al cierre de la nota. "Tenemos que recuperar el orgullo de hacerlo. Y además, es tiempo de planificar. Hay que dejar de diagnosticar y empezar a construir la hoja de ruta del futuro. Porque si no planificamos nosotros, otros lo harán por nosotros", concluyó. 

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