08 Mayo de 2015 08:00
No hay nada mejor que recibir ese plato caliente casero hecho por nuestra madre y Miriam lo sabe. Por eso sorprendió a su “bebé” Brian en el cuarto rojo para llevarle milanesas caseras con papas fritas. Pero luego de que se prendiera la luz del cuarto rojo llegó primero a la puerta Valeria, y fue ella quien entró al cuarto.
Al ver a la madre de Brian, la morocha se puso algo triste: "No me digas que sos la mamá de... ay perdón, estando aislados, es muy importante estar con los afectos, perdón". Miriam entonces tranquilizó a Valeria y le entregó un plato de milanesas con papas fritas, la comida favorita de su hijo y ambas se despidieron.
Valeria le entregó el valioso plato a su compañero y Brian tuvo una mezcla de sensaciones: contento, por tener noticias de su mamá; triste, por no haber podido verla y enojado, por no haber ido él al cuarto rojo. Minutos más tarde, Gran Hermano le dio una segunda oportunidad a Miriam, que ingresó al cuarto rojo otra vez para ver si podía encontrarse con su hijo.
Sin embargo, a pesar de que varios chicos le gritaron para que entrara al cuarto, Francisco corrió y entró a la habitación. Miriam y el presunto padre del hijo de Gisela Bernal se quedaron hablando de la paternidad y él le dijo que su hijo era "muy íntegro".
Finalmente, Gran Hermano se apiadó de la situación y volvió a invitar a uno de los participantes al cuarto rojo. Esta vez sí fue Brian quien entró y entre lágrimas se reencontró con su mamá. Durante unos minutos hablaron, charlaron y se abrazaron. Él estaba preocupado por saber cómo había llegado hasta la casa, y quién le había comprado la ropa que tenía puesta, muestras de la simpleza de este joven humilde que sigue siendo el favorito del público.