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Mary Austin, la mujer que inspiró "Love of my life" y fue el primer amor de Freddie Mercury

La desconocida historia de la musa del cantante de Queen. Le dejó la mayor parte de su herencia.

09 Noviembre de 2018 09:14
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"Mary, creo que soy bisexual", le dijo Freddie a Mary Austin. Ella respondió luego de mantener el silencio por unos segundos:"No, Freddie, tú eres gay". Sin querer spoilear la escena de la película Bohemian Rhapsody, conocé quien era Mary, la musa inspiradora del himno del amor, "Love of my life". 

El extravagante Freddie Mercury, quien murió de SIDA en 1991, legó la mayor parte de su multimillonaria fortuna a una mujer. Se trata de Mary Austin quien eclipsó en un bar al ídolo momentos antes de presentarse ante los que luego se convertiría en la banda con la que llegaría al estrellato. 

Bastó una mirada y el elogio al tapado que llevaba puesto ella para que Freddie se entere dónde trabajaba. La fue a ver allí y comenzó una relación de las más entrañables de la historia del pop, la historia de amor de dos jóvenes que lo compartieron todo, con la confianza de seguir amándose luego de que Freddie asumiera su identidad sexual.  

LA MANSIÓN DE LA REINA

Cuando Freddie Mercury le dijo por primera vez a su antigua novia, Mary Austin, que deseaba dejarle su majestuosa mansión Georgiana en el barrio londinense de Kensington, su reacción inmediata fue de sorpresa, y después temor. 

La aterrorizaba tanto el asumir tan enorme responsabilidad que Mary intentó convencerlo de que utilice la casa, con su colección de mobiliario antiguo y pinturas, a una fundación como museo.

Freddie consideró esta opción, pero decidió que quería que Mary tuviese algo permanente en su vida. No sólo le dejó su mansión, que se alza tras un amurallado jardín japonés, sino también la mayor parte de su multimillonaria fortuna, con un ingreso de por vida procedente de sus enormes ventas de discos.

La joven siempre estuvo junto a él. Lo supo aconsejar y alertar sobre las malas compañías. Los tiempos de escucha de Freddie no eran los mejores, pero finalmente él agradecía que ella le marcaral camino. Durante el año anterior a su muerte en 1991, Mary se las tuvo que ingeniar para cuidar a su hijo Richard, que entonces tenía nueve años, y al padre de éste, Piers Cameron, además de a Freddie, que padecía las etapas finales del SIDA. Al mismo tiempo se preparaba para el nacimiento de su segundo hijo, Jamie, que ahora tiene ocho años.

La primer persona, y como no podía ser de otra manera, a la que Freddie le dijo que tenía SIDA fue Mary. Desde aquel momento ella estuvo allí cada día para intentar consolarle mientras su salud se deterioraba. Cuando comenzó a perder la vista y su cuerpo se volvió tan débil que no podía ni tan siquiera levantarse de la cama, Freddie decidió enfrentarse a la muerte rechazando tomar la medicación.

Clickeá y leé: La vida secreta de Freddie Mercury: la persona detrás de la superestrella

El amor de ellos era único.

"Fue la decisión de Freddie acabar con todo ello, él eligió el momento de morir", aseguró Mary en una entrevista y además dijo: "Él sabía que el final estaba cerca, que estaba más cerca de lo que jamás había estado antes, y de repente dijo, 'he decidido que me tengo que ir'".

"La calidad de su vida había cambiado tan dramáticamente y sufría más dolor cada día. Estaba perdiendo la visión. Su cuerpo cada vez más débil, al tiempo que sufría pequeños espasmos. Era tan angustioso verle deteriorarse de esa forma. Simplemente dejó actuar a la naturaleza. Lo sobrecogedor para mi fue su increíble valentía. Murió con una sonrisa en su cara", sumó en otra parte de la nota.

Tras la muerte del ídolo, el 24 de noviembre de 1991, Mary se mudó a su palaciego hogar, pero mientras deambulaba por sus enormes salones, rodeada de los tesoros de Freddie sus sentimientos eran de confusión y soledad. "Fue la época más solitaria y difícil de mi vida tras la muerte de Freddie. Sabía que tendría problemas al hacer frente a su muerte y a todo lo que me dejó. Lo mejor era que yo misma pudiese salir de aquella situación".

Mary era modesta y criada en una familia trabajadora, sin grandes ostentaciones en Fulham, al oeste de Londres. Y de repente se encontró con una enorme fortuna. Como suele ocurrir, existieron algunas complicaciones con el testamento, y a algunos de los parientes y amigos de Freddie no tomaron a bien que le dejara tanto dinero a ella.

"Me hizo darme cuenta de que no era tan autosuficiente como me hubiera gustado ser. Así como yo había sido una amiga para él, me di cuenta de lo que había significado su amistad para mi- el hecho de simplemente saber que él estaba allí", dijo Mary sobre cómo era Freddie con ella y reconoció que recién al momento de la pérdida física del cantante se dio cuenta cuán protector había sido con ella.

LA VIDA DE MARY LUEGO DE LA MUERTE DE FREDDIE

Mary hizo frente a la enorme generosidad de Freddie convirtiéndose en una reclusa dentro de los seguros muros de su casa. "El personal de Freddie había sido como una familia para mi, pero tras su muerte la mayoría de ellos se marcharon, porque él había sido muy generoso con ellos. Pasé noches sin dormir preocupándome por todo. Sentía como si hubiera hecho algo malo y me volví un poco paranoica. Algunos fans incluso me dijeron que yo sólo era el guardián de la casa. Eso duele. Sé que a algunos de los amigos gay de Freddie les sorprendió que me dejara tanto. Había algunos que pensaban que les tenía que haber dejado la casa a ellos. Es como si la gente estuviera resentida conmigo por lo que me dejó", contó.

Aunque Freddie murió en 1991 tuvieron que pasar 8 años para que recibiese la mayoría de su herencia. "Fue una época preocupante", dice, "los impuestos habían sido pagados, pero al no recibir el dinero no sabía si me podría permitir el mantener la casa. Me sentí bajo mucha presión".

En contraste con el extravagante ídolo del rock, Mary es tímida y da la impresión de carecer de cualquier confianza en sí misma. Pequeña y delgada, de ojos verdes y pelo rubio. Mary  mantuvo la decoración y el mobiliario tal como estaban cuando el ídolo murió. "Tenía un estilo impecable, así que ¿por qué cambiarlo?", dice.

"Perdí a alguien a quien creía mi amor eterno"

Su muerte dejó un vacío en su vida. "Perdí a alguien a quien creía mi amor eterno. Cuando murió sentí que habíamos tenido un matrimonio. Habíamos vivido nuestros votos. Habíamos permanecido juntos en los buenos tiempos y en los malos, en la riqueza y en la pobreza. En la salud y en enfermedad. No podría haberme separado de Freddie hasta que hubiese muerto, incluso entonces, fue difícil".

¿AL BORDE DE LA SUMISIÓN?

Siempre estaban juntos. Mary no podía hacer su vida con normalidad. Estaba pendiente de él. El vínculo cada vez era más fuerte. Los años pasaban y ella deseaba también vivir su vida. Ninguno de los novios que tuvo Mary duró mucho. Pronto se daban cuenta de que tenían que compartir el cariño de Mary con la estrella de rock. 

Además de amor era lealtad. Nadie pudo penetrar lo que ellos mantuvieron. Incluso el padre de los dos hijos de Mary, el pintor Piers Cameron, acabó decidiendo que esta especial situación era demasiado y terminó desapareciendo de la vida de Mary por completo. "Freddie amplió el horizonte de mi vida introduciéndome en el mundo del ballet, la ópera y el arte. Aprendí tanto de él y me dio tanto. De ninguna manera podría jamás abandonarle. Nunca".

Como otra forma de mantenerla próxima a él, Freddie creó un trabajo para ella, haciéndola secretaria de su empresa discográfica. Ya había logrado que ella se mudara al lado de su casa y hablaban por teléfono cada noche.

Tras su muerte, le llevó a Mary mucho tiempo hasta que aceptó que Freddie ya no sería parte de su vida diaria. Cinco años tuvieron que transcurrir hasta que fue capaz de dormir en su enorme dormitorio amarillo. Antes se había sentido incapaz de tocar nada en esa habitación. Habían muchos recuerdos. Estuvieron mucho tiempo juntos allí, casi esperando la hora final. Ambos charlaban o sólo compartían el silencio. "En aquella época realmente sentí tanto amor por él. Esos eran los momentos que recordaba cada vez que miraba a su cama. Me sentaba todos los días junto a su cama durante seis horas, tanto si estaba despierto como si no. A veces se despertaba de repente, sonreía y me decía "oh, eres tú, vieja fiel", recordó.

La confianza era tal, que sólo Mary sabe donde fueron finalmente colocadas sus cenizas. Esa tarea también la asignó Freddie. Le dio a ella la responsabilidad de encargarse de ellas y le hizo prometer que nunca revelaría donde fueron enterradas. "No quise saber nada de ellas", admite abiertamente. "Las dejé en la capilla ardiente durante un tiempo. Sabía que tenía esta responsabilidad, pero no encontraba valor para deshacerme finalmente de él. Tenía que hacerlo sola, tal como me lo pidió, y mantenerlo en secreto. Eso fue algo que no mejoró el aprecio de su familia por mi".

EL AMOR DE MARY

Cuando Freddie se convirtió en una celebridad internacional, Mary pensó a menudo que lo perdería por culpa de otra mujer-pero nunca por un hombre. Todo eso cambió un día cuando Freddie le comunicó que tenía algo importante que decir, algo que cambiaría su relación para siempre.

"Él dijo, 'creo que soy bisexual', yo le dije 'creo que eres gay'. Y no se dijo más. Sólo nos abrazamos. Pensé que había sido muy valiente. Como soy un poco ingenua me llevó bastante tiempo darme cuenta de la verdad. Después, él se sintió bien por habérmelo dicho. Me dijo 'era consciente te que tenía que otra alternativa, no decírtelo, pero creo que tienes derecho a tener tu propia vida'. Y pensé 'sí, al igual que tú tienes derecho a la tuya' ".

La vida de Mary hoy día está lejos de ser una lucha. Comparte su majestuosa casa con Nick, un empresario londinense con el que se casó y tuvo dos hijos. A Freddie le emocionó tanto como a ella la llegada de su primer hijo y solía visitarla en el hospital. Enseñó al pequeño a decir sus dos primeras palabras 'tractor' y 'guitarra'. Y Mary lo eligió a Freddie como padrino del niño.

"De alguna manera creo que a una parte de Freddie realmente le habría gustado la vida familiar, un hogar feliz e hijos. No sé qué tal habría sido como heterosexual. Al principio solía pensar que le había perdido por ser gay. Pero creo que aunque hubiese sido completamente heterosexual habría acabado perdiéndole por otra mujer, especialmente cuando llegó la fama. Las mujeres le seguían a todas partes, aunque sospechasen que era gay". 

Jim Hutton, la última pareja del ídolo.

EL AMOR DE FREDDIE

En el testamento, el cantante legó la mitad de toda su fortuna y de los ingresos futuros a Mary. Sus padres y su hermana recibieron una cuarte parte. Aparte de eso dejó 500 mil libras a quien era su novio, Jim Hutton y le compró un terreno en su lugar natal, Irlanda, en el que pudiese construir una casa. También les dejó 500.000 libras tanto a su ayudante personal Peter Freestone como a su cocinero Joe Fannelli, y 100 mil a Terry Giddings, su chofer y guardaespaldas.

La última tarea asignada a Mary es administrar la fundación de lucha contra el SIDA establecida en nombre de Freddie, la Fundación Phoenix, establecida en Montraux, Suiza, donde Queen tienen sus propios estudios de grabación.

En el final de la entrevista, Mary se anima a decir que hubiera preferido irse antes que él para no tener que extrañarlo. "Hubiera preferido que hubiese ocurrido al contrario. Yo tendría que haberme ido primero. Hubiera preferido que fuese él quien tuviera que echarme de menos, en lugar de tener yo que echarle de menos", terminó. Y su sentimiento es compartido por todos los fans de una leyenda del rock, creador de hits que marcaron a más de una generación con sus composiciones fuera de serie.

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