04 Octubre de 2017 14:23
En las redes sociales el debate parece no tener término medio. Para algunos se trata de una obra maestra, para otros de un bodrio infumable.
Para complicarla algún más, algunos espectadores se quejaron de los extraños planos que utilizó la cineasta Lucrecia Martel en la película Zama: cabezas cortadas, extraños planos. Como si Martel se hubiese pasado un poco de rosca con su experimentalismo. Bien: no era para tanto. Lo que ocurrió es que en varios cines de Buenos Aires la película se estaba proyectando en un formato equivocado. El problema ya está resuelto, porque la productora de la película cambió la copia de todas las salas donde se proyectaba, pero Zama se vio mal en varios cines durante la primera semana de proyecciones.
El periodista Diego Batlle reveló lo ocurrido :
La productora del filme admitió el inconveniente:
Según contó Batlle en su cuenta de Twitter, el problema ocurrió en el complejo Village de Caballito, en el Cinemark de Palermo y en el Lorca, entre otros. En el Lorca, además, hubo otro agravante engorroso: se proyectó con subtítulos en francés.
¿En qué consistía el problema? La distribuidora entregó copias en formato scope, cuando debió haberlo hecho en 16:9 o en 1.78:1. Por eso las cabezas cortadas, por eso los planos deformes. Algunos espectadores advirtieron el inconveniente, pero en los complejos cinematográficos no les prestaron mucha atención.
Me consta que muchos espectadores se quejaron y la siguieron proyectando mal. No consultaron, no probaron nada. La ley del menor esfuerzo. https://t.co/c2kkiFURjp
- Diego Batlle (@dmbatlle)
El estreno de Zama despertó una expectativa notable entre los cinéfilos argentinos por dos motivos: la directora, que estrenaba una película a nueve años de "La mujer sin cabeza" (2008) y la célebre novela de Antonio Di Benedetto en la cual está basada. No es una obra destinada a pasar inadvertida. El insólito problema ocurrido en la primera semana de proyección entorpeció el disfrute de unos cuantos espectadores.
