09 Noviembre de 2017 18:16
El cuerpo calcinado de Cecilia "Tati" Caviglia, bailarina de tango y dueña de un hostel, fue hallado en Dolores en agosto del año pasado. Hoy, poco más de un año después, los dos responsables del crimen escucharon sus sentencias a prisión.
Cecilia "Tati" Caviglia tenía 50 años.
Así, Ezequiel Blanco fue condenado a 18 años de cárcel, mientras que Maximiliano Báez recibió 16. Ambos eligieron tomar la palabra y se disculparon ante los familiares de la víctima.
"Me arrepiento", declaró Blanco mientras que Báez pidió "perdón a los allegados de la señora" y aseguró estar "muy arrepentido" ya que era "la primera vez" que enfrentaba un tribunal.
Ambos fueron acusados de "homicidio simple en concurso real con hurto" por el fiscal Carlos Giménez Bauer, mientras que sus abogados defensores intentaron conseguir una pena cercana a la mínima de ocho años de prisión que establece el Código Penal argumentando que ambos confesaron el asesinato y demostraron sentimientos de culpa.
La trama sangrienta
Cecilia Caviglia era dueña del hostel La Casa de Tati, ubicado en el barrio de San Cristóbal, donde también había un salón de tango. El 26 de agosto, una de sus amigas presentó una denuncia ante la Policía Federal porque no tenía noticias de ella desde el día anterior.
El mismo día, por la madrugada, una valija conteniendo el cadáver quemado de una mujer fue hallada a la vera de la ruta 2 a la altura de Dolores. Mediante un cotejo de huellas digitales, se determinó que era "Tati", quien había sido asesinada a puñaladas.
Al mismo tiempo, Blanco, quien trabajaba y vivía en el hostel de Caviglia, también desapareció. Luego, se determinó que se había fugado a Bolivia aunque luego regresó a nuestro país para presentarse espontáneamente ante la Policía.
Caviglia en una fotografía junto a uno de los asesinos, Ezequiel Blanco.
Allí, denunció que se había cometido un crimen en La Casa de Tati aunque culpó a Báez, que cumplía tareas de limpieza en el alojamiento y fue detenido cuatro días después. Todo indica que ambos cometieron el crimen en el marco de un robo malogrado.
Según una de sus amigas, Blanco había trabajado durante 10 años junto a la mujer, que lo quería como si fuera un hijo.
