Una pesadilla
10 Junio de 2025 10:21
Graz, la tranquila y pintoresca segunda ciudad de Austria, amaneció este martes sumida en el horror. A las 10:00 de la mañana, un ex alumno de 22 años ingresó armado al instituto BORG Dreierschützengasse y abrió fuego contra estudiantes y, al menos, un profesor. El saldo: diez personas muertas, entre ellas el atacante, y otras 28 heridas, varias de ellas en estado crítico. Se trata del tiroteo escolar más sangriento en la historia moderna del país.
Las escenas dentro del instituto fueron propias de una pesadilla. Dos aulas se convirtieron en campos de batalla cuando el joven, presuntamente armado con una pistola y una escopeta, comenzó a disparar sin mediar palabra. El horror se expandió en segundos. Gritos, corridas, puertas que se cerraban a toda velocidad, alumnos tirados al piso suplicando sobrevivir. Un video que circula en redes muestra a adolescentes buscando refugio mientras el eco de los disparos sacudía los pasillos.
El atacante fue hallado muerto poco después en uno de los baños del establecimiento. Todo indica que se suicidó tras perpetrar la masacre. Según fuentes policiales, había adquirido recientemente al menos una de las armas utilizadas en el ataque. La identidad del agresor no fue revelada oficialmente, pero medios austríacos aseguran que se trataba de un joven con pasado en la escuela y presuntos problemas psicológicos.
Las fuerzas especiales de la unidad Cobra, junto con patrullas regulares y servicios de emergencia, rodearon rápidamente el edificio. A las 11:30, la policía declaró que el instituto había sido evacuado y que todos los sobrevivientes estaban en un punto de encuentro seguro. Las imágenes del perímetro mostraban un dispositivo digno de una zona de guerra: helicópteros, ambulancias, patrulleros y padres desesperados llorando sin consuelo.
Uno de los testimonios más desgarradores provino del hospital de campaña instalado cerca de la escuela, donde decenas de padres aguardaban noticias de sus hijos. Algunos fueron atendidos por ataques de pánico. Otros, enfrentaron la peor confirmación imaginable: sus hijos estaban entre los muertos. Las reacciones políticas no tardaron en llegar. "Es una tragedia nacional que conmociona profundamente a todo el país", expresó el canciller Christian Stocker, quien viajó de inmediato a Graz.
Y agregó: "No hay palabras para describir el dolor que sentimos ahora". El presidente Alexander Van der Bellen se sumó al luto nacional: "Eran jóvenes con toda la vida por delante. Un profesor los acompañó en su camino. Este horror no se puede describir con palabras". Desde Europa, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, lamentó: "Las escuelas son símbolos de la juventud, la esperanza y el futuro. Es insoportable que se conviertan en lugares de muerte".
Austria es uno de los países más seguros del mundo, según el Global Peace Index. Sin embargo, tiene una población civil altamente armada: alrededor de 30 armas por cada 100 habitantes, lo que la convierte en el 14º país del mundo en tenencia de armas. Mientras tanto, la escuela Dreierschützengasse, ubicada a escasos metros del centro histórico, permanece cerrada y custodiada. Flores y velas se acumulan en su entrada. La ciudad está paralizada por el duelo. El país entero, estremecido.
